El stand-up de Bucaram [2017]

22 de junio de 2017


El primer discurso de Abdalá Bucaram (n. 1952) en Ecuador, después de su fallido retorno en abril del 2005, se llevó a cabo en las calles Francisco Segura y la 24 de esta ciudad de Guayaquil, el sábado que pasó. Su manantial de guatdefoquismos se puede ejemplificar con los siguientes 10 puntos, en un creciente “WTF?

Bucaram en tarima. Fuente

10) “Yo necesito que nadie se mueva. Estoy hablando con mi pueblo, pues”. Esta frase fue un síntoma porque, en general, Bucaram estuvo incómodo en la tarima. Y como es un incontinente verbal, lo hizo notar [25:55-26:10].

9) Le envió un mensaje “cifrado” a Jaime Nebot: le va a extender la mano “aunque se me lleve las huellas digitales” [46:49-46:55] (1).

8) “Yo tuve varios traidores, y deben saber la verdad. La primera, una señora [Rosalía Arteaga], que fatigaba su cuerpo con mis enemigos, para dar un golpe de Estado. Un traidor, testaferro, llamado Fabián Alarcón. Y unas Fuerzas Armadas oligárquicas, que se entregaron a un general que me traicionó [Paco Moncayo]”. Su “confesión” sobre el golpe de Estado es de una simpleza conmovedora [23:29-24:00] (2).

7) Su cuento sobre el político argentino Juan Domingo Perón, “ladrón, cabrón y maricón”: un larguísimo divague para llegar a la conclusión de que “el pueblo quiere a Abdalá” [20:18-22:32].

6) “El Loco no es de esos políticos que cuando bailan, bailan para atrás. Yo bailo para adelante” (gesto lascivo incluido). Bucaram es un adulto mayor, que piensa y vive como un adolescente perpetuo [19:58-20:07].

5) Se atrevió a sugerir que había sido un excelente alcalde de Guayaquil (“Alcalde insuperable”) [43:30-43:40].

4) “Este partido se llama pueblo contra oligarquías ecuatorianas, compatriotas”. This is good ol’ populism [36:38-36:48]

3) Abdalá está en una misión divina: “Porque Dios, Dios, a sus elegidos, les deja tinta en el tintero. Y acá llego yo, lleno de tinta, por arriba, por abajo y por todos lados, pura tinta, para cobrármelas a las oligarquías nacionales. Un aplauso para El Loco” [41:17-41-40].

2) “Cuando nos limpiamos el trasero, nos limpiamos con papel blanco, compatriotas”. Una exaltación anal de la lucha contra el racismo, al servicio de la ultra-demagogia [28:55-29:55].

1) “Yo he visto llorar a Dios, yo he sentido llorar a Dios”: en su delirio de ser un Elegido de Dios (v. punto 3), Bucaram no es que le haya visto las nalgas en la zarza como Moisés... es que lo ha visto a Dios mismo, y además, ¡lo ha visto llorar, lo ha “sentido” llorar! [26:38-27:50]

Troesma.

La verdad de la milanesa: Abdalá Bucaram ya no electriza a su público, apenas lo entretiene. En este país, ya distinto al país que había 20 años atrás y que lo eligió presidente en vez de elegir a su enemigo Jaime Nebot, Bucaram está condenado a desempeñar un rol más o menos marginal.

Pero una cosa es cierta: Bucaram buscará recuperar su espacio en Guayaquil, a costa de su viejo enemigo. Y tiene un ventilador y un montón de mierda para tirarle.

(1) Es moneda común que El Loco lo raye a Nebot de ladrón con este chiste, v., ‘Usted escucha a Correa y es una mala copia de Bucaram’. En general, como le ganó en la elección más importante de su vida política, Bucaram lo tiene a Nebot para el chuleteo, pues “Nebot jamás superó su derrota electoral”, en razón de lo cual Bucaram afirma que “él vive lleno de odio y yo lo entiendo, porque la gente le hacía bromas, desde el día antes de la elección (segunda vuelta electoral). La gente decía en las calles que Nebot le había dicho a su mujer: “Mijita, desde mañana te acostarás con el Presidente de la República”, y la mujer había dicho: “¡No, por favor, con Abdalá no!”, Ibíd.
(2) El cuento de El Loco es que Rosalía Arteaga vacilaba con Paco Moncayo y su hermana, Claudia, con el embajador de la Yoni, Leslie Alexander, v. Ángel Beccassino, ‘¿Quién le teme a Abdalá Bucaram?’, Editorial Nuevamerica, Bogotá, D.C., 2006, p. 125.

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