La iglesia ingresa al ruedo

5 de agosto de 2008

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Mi tocayo Xavier Zavala Egas publicó en su espacio habitual de los martes en Diario Expreso esta columna que abajo transcribo. Yo le agradezco a Zavala lo que me toca y suscribo plenamente (“lo abajofirmo”, como diría Joaquín Sabina) los términos de su comentario, el que valga decirlo (cada martes lo confirma) participa de los atributos de inteligencia y claridad.

La iglesia ingresa al ruedo

Luego del esclarecedor y sesudo comentario de Xavier Flores Aguirre (Universo, 02/08/08) “Observaciones para la Iglesia”, que evidencia lo ligera que resulta la proclamada oposición de la cúpula eclesiástica al proyecto constitucional, en temas como vida, familia y libertad religiosa, casi me quedo sin tema que revisar, quedando muy poco en el tintero. En efecto, dice Flores: “En relación con el aborto, la Constitución señala que el Estado reconoce y garantiza “la vida, incluido el cuidado y protección desde la concepción”. Una recta interpretación de esta frase… nos conduce a la conclusión de que el proyecto de nueva Constitución no solo que garantiza la vida desde la concepción (como tanto se exigía) sino que incluye, además, el cuidado y protección de esa vida. O sea, el proyecto de nueva Constitución va incluso más allá de la garantía y protección que otorga la Constitución de 1998.”

Continúa expresando el mismo columnista: “En relación con la unión homosexual, la redacción constitucional es muy similar a la redacción que sugirió la Conferencia Episcopal Ecuatoriana… “La unión estable de una pareja, sin que importe su sexo u opción sexual, y en donde cada uno de sus componentes estén libres de matrimonio o vínculo similar con otra persona, generará los derechos y obligaciones que reconozca la ley. El derecho de adopción corresponde solo a las parejas de diverso sexo”. ¿Cuál la crítica entonces?

“En relación con el supuesto “totalitarismo” estatal en materia de educación religiosa, el proyecto de nueva Constitución garantiza que “las madres o padres o sus representantes tendrán la libertad de escoger para sus hijas e hijos una educación acorde con sus principios, creencias y opciones pedagógicas”. Y, finalmente, acota el autor citado: “En relación con las supuestas restricciones en materia de libertad religiosa el proyecto de nueva Constitución reconoce y garantiza “el derecho a practicar, conservar, cambiar, profesar en público o en privado, su religión o sus creencias, y a difundirlas individual o colectivamente, con las restricciones que impone el respeto a los derechos. El Estado protegerá la práctica religiosa voluntaria, así como la expresión de quienes no profesan religión alguna, y favorecerá un ambiente de pluralidad y tolerancia”

Como siempre decimos, por favor, no se necesita ser un genio para entender que no existe base alguna para preocuparse en torno a estos temas; sin embargo, cuando la comprensión se encuentra corrompida por prejuicios o intereses cualquier texto servirá de maquillaje.

En todo caso, establecida la ausencia de sustancia en la pública postura eclesiástica, sólo nos resta por cuestionar el hecho que la curia ingrese al ruedo político, en una nación ya bastante convulsionada por los obvios conflictos que emanan de un proceso de transformación institucional. Es decir, lejos de predicar paz y armonía, como es propio a su esencia espiritual y naturaleza cristiana, en un país que por muy poco pudiera ingresar en un escenario violento debido a los intereses en juego, lejos de esto, digo, sin sutileza alguna la Iglesia toma partido y, sirviéndose de interpretaciones antojadizas de un texto absolutamente sano y claro, favorece las pretensiones de la partidocracia y de los sectores de siempre. Gracias a Dios que el país ha tenido y tiene puras, honrosas, dignas y ejemplarizadoras vocaciones clericales.

Los púlpitos serán el balcón perfecto para amenazar con las llamas del infierno a los que pretendan lograr su deseo de una sociedad un poco más humana y justa votando por el Sí. Paradójico resulta que quienes postulan valores como equidad y tolerancia, hoy, sin tapujo alguno e interpretando astutamente conceptos, estén alineados con quienes han secuestrado la expresión ciudadana durante tanto tiempo. Realmente no decepciona ni sorprende la posición eclesiástica, lo que sí impresiona es que invadiendo el escenario político de los mortales sean tan ligeros para otorgarle un desembozado apoyo al No.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

A propósito de este tema: Con un propósito meramente descriptivo, enuncio un par proposiciones jurídicas del proyecto de la constitución que, contrario a lo que cierto sector de la población ecuantoriana sostiene -impulsados por pasiones (fanatismo religioso), prejuicios (interés de clase, ignorancia)-, no dan cabida al aborto.

Art. 44. El Estado garantizará a las mujeres embarazadas y en período de lactancia los derechos a: 1. No ser discriminadas por su embarazo en los ámbitos educativo, social y laboral.
2. La gratuidad en los servicios de salud materna.
3. La protección prioritaria y cuidado de su salud integral y de su vida durante el embarazo, parto y posparto.
4. Disponer de las facilidades necesarias para su recuperación después del embarazo y durante el período de lactancia.
Art. 46. Las niñas, los niños y adolescentes gozarán de los derechos comunes del ser humano, además de los específicos de su edad. El Estado reconocerá y garantizará la vida, incluido el cuidado y protección desde la concepción.

Apliquemos la hermenéutica jurídica:
¿qué sucede si eliminamos parte del enunciado "incluido el cuidado y protección", cómo queda?

El Estado reconocerá y garantizará la vida desde la concepción, ¿la parte eliminada es realmente excluyente o es inclusiva? ¿qué es sino la vida desde la concepción lo que se protege y garantiza?

Por otra parte, algo muy particular en este proyecto es el artículo 44, con esta norma -aplicada- los incentivos para abortar disminuyen grandemente.
Normativamente quedan excluidas las prácticas sociales (muy arraigadas y legitimadas por la moralidad positiva ecuatoriana) de explotación laboral, de discriminación social, racial y econnómica (¿por qué si tengo derecho a la salud, este derecho se verá restringido por mi situación económica?)

Ahora bien, lo curioso del asunto es que los grandes protectores de la vida desde la concepción no son precisamente los más legitimados para hacerlo.
A continuación adjunto un link donde encontrarán algo interesante sobre la postura de la Iglesia Católica acerca del aborto:
http://www.religiousconsultation.org/Spanish_translation.htm

También hay que recordar que el papa pio nono, al ejercer su infalibilidad papal -para temas de moral-, estableció que el liberalismo era un pecado (como vemos, la moral religiosa es una mala moral, no da razones). Si la democracia (autogobierno) se fundamenta en el liberalismo (autonomia individual), luego es un pecado intervenir en el proceso democrático.

Saludos.

Anónimo dijo...

Me pareció muy vago de argumentos los comentarios de Luis Sánchez. Le aplico la frase utilizada por Xavier Zavala Egas en su artículo: su "comprensión se encuentra corrompida por prejuicios o intereses". Hasta ahora no puedo opinar lo mismo del columnista Xavier Flores, el cual en imparcialidad y postura supera también a Zavala. En este último hay mucho de frase de ataque a la cúpula católica calificándolos de ligeros y utilizando las llamas del infierno y los púlpitos para exagerar su postura. Xavier: Respeto mucho la postura de la cúpula católica (a la que, coherente con la fe que practico y estudio, doy mucha razón también), así como la tuya. Ya decía Voltaire: "Puedo no estar de acuerdo con lo que piensas, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo". Agradezco y espero sigas manteniendo el respeto a tales obispos (especialmente Monseñor Arregui, de quien conozco de cerca su santidad , coherencia y claridad intelectual), y no entres en confrontaciones (lo que sé, no harás), pero tampoco en frases dirigidas a dañar o a insultar con escritura elegante (la cual, reconozco, la posees).
También te felicito por lo que has escrito de Bukowski, voy a leerlo.

Anónimo dijo...

Señor Cárdenas, emitir juicios valorativos sin proveer justificaciones, no hace sino situar a dicho "juicio" en el lugar de los meros "prejuicios", propios del fanatismo, del interés de clase, fobias, traumas psicológicas. Todo valor es subjetivo. Para trascender la subjetividad debe proveer razones -y buenas- para alcanzar la imparcialidad. La moral se basa en razones imparciales. Su argumento no es moral. Usted utiliza el calificativo de vago, y luego cita una frase, en donde busca imputarme prejuicios o intereses.
Ante ello le aconsejo: lea historia, consulte a las autoridades eclesiásticas qué piensan acerca del liberalismo (¿cómo concibe una democracia no liberal?), estudie las reglas de interpretación jurídica, en particular de interpretación constitucional (http://www.miralaasamblea.com/articulos-asamblea-constituyente-ecuador.php?id=119)

Anónimo dijo...

Señor Sánchez:

Tiene razón al señalar que mi calificativo de “vago” a su comentario no llevó consigo una argumentación clara, y que como usted refirió, puede caer en la inmoralidad. Ante ello ruego me disculpe. A continuación aclaro mi argumento (o lo digo por primera vez):

a)Aunque el artículo 44 es de gran valor para las mujeres embarazadas, “colaborará con la disminución de explotación laboral, discriminación social, racial o económica” (robando sus palabras) y goza de mi admiración, no colabora con la defensa del concebido. O más bien dicho, no garantiza nada al niño por sí mismo, sino por medio de la madre. Nótese que inicia diciendo “El Estado garantizará a las mujeres”, lo que muestra disposición estatal para con la madre, mas la disposición de la madre queda en libertad (con lo que concuerdo), con riesgo de el ser humano que lleva en su vientre. Con no quiero demostrar que sea malo este artículo, todo lo contrario, pero sí, que no colabora con la defensa de la vida del concebido.
b)El artículo 46 abre más debate, a este me referiré otro momento. Puede ser aceptada su interpretación, no me he detenido lo suficiente.
c)Sobre la supuesta legitimidad moral de la Iglesia para pronunciarse en estos temas, quiero aclarar un poco de Historia, siempre poniéndonos en contexto (ruego lea lo expuesto, aunque le aburra) . El Risorgimento, movimiento intelectual y literario del siglo XIX, después de pensar una unificación italiana alrededor de Roma y el Papa (proceso que sería demasiado complejo), necesariamente derivó a los principios liberales condenados por Gregorio XVI en la encíclica “Mirari vos”. En resumen, esta encíclica “tolera las llamadas libertades modernas si se asegura que los derechos de la Iglesia quedan a salvo”. Aquí se puede ver que el “liberalismo moderno” de cierta manera naciente, no tiene la misma idea que el actual. Un liberalismo concebido hoy, no tiene porqué enfrentarse a la Iglesia, formada por personas con igual libertad de expresión y política como cualquier otra. Entonces, después de Gregorio XVI, lo que menos se esperaba era un pontífice “liberal” (liberal del siglo XIX) y nacionalista. Curiosamente, Monseñor Mastai Ferreti fue proclamado como Pío IX con rumores y tildes de liberal. Su encíclica polémica en esta discusión, la Qanta cura, fue un enérgico y valiente no al principio de autonomía humana del liberalismo de la época. El problema es que éste (liberalismo) no se limitaba a lo terrenal (autonomía de pensamiento, política, económica), sino que tenía repercusiones y hasta directas alocuciones contrarias a la teología cristiana, con lo que el Papa o lo condenaba o se destruía todo un edificio filosófico teológico construido sobre la Metafísica. Con lo cual, entiéndase que no se condena la “autonomía humana como base de la democracia”, sino la autonomía humana como negación de la existencia de lo metafísico, punto sostenido por pensadores liberales de ese siglo. Considérese explicada la supuesta “condena de la Iglesia Católica a la democracia en el siglo XIX”. Nada sería más absurdo.

Después de la extensa argumentación, le agradezco sus consejos, le aseguro que procuro leer mucha historia y aplicar las reglas de interpretación jurídica. Rugo tome en cuenta mi explicación en el apartado a. Me permito sugerirle dos cosas también (con buena fe, y pensando en que nos formemos lo mejor posible los jóvenes ecuatorianos): Primero que procure no contrarrestar a la opinión contraria con los términos “fobias, fanatismo, interés de clase”, etc. con mucha frecuencia; las ha repetido en sus dos comentarios. Suenan a intolerancia. Yo no me considero “fóbico” a opiniones que no sean iguales a las mías. Tampoco fanático ni clasista. Nunca me lo habían dicho tampoco. Segundo, alimentarse de fuentes históricas variadas, que sepan contextualizar los hechos y ahí sí, tratándose de fuentes de sabiduría, prucirar que no tengan cortes fanáticos ni intereses.

Saludos.

Anónimo dijo...

Me entusiasma esta clase de debates. Es verdad que utilizo ciertos calificativos reiteradamente. No obstante, concuerdo con parte del pensamiento crítico posmoderno, que sostiene que existe cierto determinismo: que las conductas humanas, a pesar del relato liberal, siguen procesos causales. Los grandes relatos y las narrativas -ahora sin cabida, como si la historia haya llegado a su fin- (religiones, mitos con pretensión de historia objetiva, nacionalismos, etc...) determinan nuestras acciones y decisiones.
La creación de un hombre abstracto -a lo kant- susceptible de consecuencias normativas, no hace sino simplificar la realidad, excluyendo todas aquellas concepciones distintas (obviamente que esta exclusión es violenta).

Finalmente, ¿por qué si en el plano metafísico (metaética) conozco con certeza la existencia de hechos morales (10 mandamientos impuestos por DIOS), en el plano normativo mi ética debe ser tolerante con el error? Un liberalismo muy curioso, después de todo.

Saludos.

Andrés Cárdenas M. dijo...

Ruego me disculpe el retraso en la respuesta, no he dispuesto del tiempo necesario para construir una buena argumentación. A pesar de lo anterior le quisiera decir:
1) Hay que distinguir libertad religiosa, de liberalismo político y de autonomía individual. Lo digo por su último párrafo, donde conecta al liberalismo (político, a mi entender) con una ética basada en los 10 mandamientos. Vale la pena decir que la libertad individual abarca los 3 aspectos nombrados inicialmente, lo que significa que si uno de ellos no es respetado, no se respetaría la libertad en sí.
2) Su pregunta del último párrafo la entiendo como: "Si conozco por los mandamientos qué está bien y qué está mal, ¿por qué debo tolerar el error?". Ante eso, lo siguiente: La primera afirmación es correcta (los 10 mandamientos me dan una guía moral) , aunque no es la única para conocer la moralidad de los actos. Si se prescinde de la Revelación, con una recta razón, honradez, y virtud se puede también llegar a los mismos preceptos morales, basando tal estudio en la naturaleza humana. Claro que el alcance es menor al que se da junto a la Revelación. ¿Por qué tolerar el error? Por que basta mirarnos a nosotros mismos para entender que nuestra razón y nuestra voluntad no funcionan mecánicamente, tenemos inclinaciones y pasiones que a veces se contraponen a lo que inicialmente sabemos que es la verdad o el bien. Entonces, muchas veces caemos en errores, menores o mayores. No hay persona que no haya ido en contra de sus preceptos morales, si estos abarcan toda la naturaleza de la persona. Inclusive los principales seguidores y realizadores de la Iglesia de Jesucristo fueron víctimas del error, para lo que éste último instituyó un mecanismo de perdón. Es perfecta su doctrina.
3) El pensamiento posmoderno es demasiado amplio para citarlo tan violentamente: utilizado así, no necesariamente da peso a su argumentación. Y algo parecido, a mucha mayor escala, sucede con su cita a Kant.
4) Los debates cuando toman caminos tan amplios, a veces no llegan a conclusiones concisas.
5) Espero le haya servido la historia de Pío IX.

Andrés Cárdenas M. dijo...

- - - es Andrés Cárdenas M.

Luis dijo...

"Si se prescinde de la Revelación, con una recta razón, honradez, y virtud se puede también llegar a los mismos preceptos morales, basando tal estudio en la naturaleza humana." ¿Cuándo la razón es recta?, ¿qué tal si soy un tercero de buena fe y creo en una proposición (falsa) emitida por una persona que sostiene que es verdadera, dejo de ser honrado, la honradez no tiene que ver acaso con la intención?
Aun cuando logre desarrollar ciertas cualidades virtuosas, puedo interpretar a la naturaleza humana de formas tan dispares como absurdas. De hecho, gran parte de las ideología políticas (religiones) se basan en dicha naturaleza (monarquía absoluta por derecho divino, sumisión de la mujer, nobleza de sangre, superioridad racial -esclavitud-, así como ideas de libertad, república, derechos humanos, etc.)
La libertad, en todas sus facetas (autogobierno, religión, expresión), es consencuencia lógica de la autonomía individual.
No es verdad que todos los hombres ejercen su libre albedrío, todos los hombres son potencialmente libres. No obstante, dicha potencialidad se verá reducida (atentando a la autonomía) por las poderosas narrativas que se le impongan a la persona, la religión es una de ellas.
¿Cómo podemos decir que el siervo de la gleba era libre? Aquel que sólo tenía dos caminos, o seguía los mandatos del cura o seguía sus instintos (el diablo), más allá de eso, la nada.
Con respecto a la existencia de algo así como hechos morales. Hagamos una analogía: si un profesor de historia de la escuela X sostiene que Colon descubrió América en el siglo XX, no quedan más de dos alternativas: o se informa bien y deja de decir tonterias o se va despedido. Ahora bien, si yo estoy convencido de que mentir es un pecado porque así lo dispuso Dios en el mandamiento 8(creo)-ya sea porque ÉL mismo, con su bella y hermosa letra lo escribió, o porque sopló sobre algún órgano de una persona (¿cabeza,corazón?) o mediante la meditación del redactor (¿estimulada con sustancias?)-, entonces cómo tolerar las pequeñas mentiritas que con frecuencia se dicen por todos los medios que se dicen católicos y practicantes; allí la iglesia, con todo su aparato político, tal como lo ha venido haciendo en la campaña por el NO, debería condenar dichas mentiras.
De acuerdo a la filosofía moral más consistente (menos incoherente y contradiccitoria, que supera los análisis más rigurosos) sólo se puede defender la libertad si en un plano metafísico (metaética) se es escéptico: lo que lleva a la paradoja de ser dogmático en un aspecto: nunca ser dogmático.

Saludos.

Luis dijo...

Agrego algo más, me lo permito.
El hecho de la vigencia de la doctrina de la infalibilidad papal en materia moral, basada en el principio de autoridad, es un atentado contra la razón, contra la libertad.
Las cosas no son buenas porque dios así lo dice, dios lo dice porque son buenas: en este sentido, las razones morales son lógicamente independientes de cualquier hecho.
Qué curioso que dicha doctrina se haya establecido en una época en donde la razón lo cuestionaba todo, asímismo la sinrazón -romanticismo- se encontraba en pleno auge. Hechos sobrenaturales, como apariciones de vírgenes, ponían en duda la corriente de pensamiento. ¿El cielo se manifestó para corregir, o fue la política de los corregidores que se valió de la fe en el cielo?
Que porqué amplío el campo del debate, bueno, en funes el memorioso, cuento de borges, el autor señala que "pensar es olvidar diferencias, es generalizar, abstraerse".

Andrés Cárdenas M. dijo...

La recta razón se manifiesta en su apego a la realidad. Sí, la honradez va de la mano de la buena intención, mas dos personas de buena fe no pueden contradecirse en cuestiones fundamentales (fundamentos de la realidad, naturaleza). Si A y B han realizado un análisis exhaustivo de X, compartiendo sus conclusiones, no pueden contradecirse en lo referente a la naturaleza de X, aunque siempre habrán ciertos detalles opinables.
Uno de los más grandes errores en la historia ha sido confundir una ideología política con la religión. Las dos tienen como fin la felicidad del hombre, pero en sus distintas facetas: material y espiritual. A la primera se debería dedicar el Estado, dando libertad para que la religión, sea cual fuere, se encargue de la segunda.
La naturaleza humana puede ser interpretada de distintas maneras, mas no todas con fundamento in res. Esto ya que la realidad es una, y la podemos llegar a conocer. No me va a decir que la monarquía absoluta por designio divino es una correcta interpretación y darle igual valor a otras más cercanas a la realidad.
¿Y cómo la religión va a reducir la capacidad de obrar libremente si tal religión es escogida voluntariamente? Todo acto voluntario tiene a la libertad de escoger detrás. Tal vez me dirá que la sociedad y el contexto puede presionar a tal elección; presionar no, influir sí, pero a fin de cuentas, si la persona ejerce el ejercicio de pensar y darse cuenta de su libertad, terminará por o afianzar su anterior elección, o dejarla; las dos opciones (tener una religión o no) son libres. Incluso le podría decir que el adoptar una religión es mas libre que el no hacerlo. La libertad crece con su ejercicio, no está de adorno o como pretexto para dar rienda suelta a los instintos. El adherirse libremente a una serie de preceptos morales acrecienta la libertad.
¿Cómo tolerar las mentiras de los católicos? Los católicos por el hecho de querer adherirse a ciertos preceptos morales no significa que los vayan a cumplir siempre, ya le expliqué lo de tolerancia al error. Nadie es perfecto. Claro, un católico coherente siempre debe tener una intención recta o honradez. A propósito de este punto quisiera hacerle saber que la gran mayoría de los católicos son realmente "poco católicos". Ya decía Gandhi: "Admiro a Cristo pero no a los cristianos". La Iglesia carece de aparato político, los laicos, libremente pertenecientes a la Iglesia, tienen total libertad para ejercer su actividad profesional donde les parezca. Algunos de ellos lo harán en la política, con la tendencia que deseen. Oficialmente la Iglesia por medio de La Conferencia Episcopal se ha pronunciado sobre temas morales, concernientes a su doctrina. En estos pronunciamientos no he visto mentira alguna. Donde sí he visto fallas que podrían llegar a ser inmorales son las cometidos por muchos grupos favorables al "no", mas ahí no tiene qué ver la Iglesia. Muchas inmoralidades también cometen los partidarios del sí.
Creo que con lo dicho de que la libertad realmente se manifiesta y crece con su puesta en práctica (escoger A o B razonablemente, y defenderlo) creo que está explicado lo del esceptisismo. A propósito diría, como opinión personal, que esta última corriente la considero bastante triste para vivirla.
Le recomiendo que para hacer afirmaciones del campo religioso, se informe de varias fuentes y en todos los campos (me parece que ya la hice esta observación). Usted expresa violentas frases que en Teología sonarían bastante ignorantes. El tema de la infalibilidad papal es bastante teológico, me comprometo a sacarle de esta duda en otro momento, pero estoy seguro que no se ha molestado en revisar el porqué en documentos cristianos, ni saber qué representa tal personaje para la Iglesia Católica. Tampoco hay "apariciones de vírgenes", hay apariciones de la Virgen bajo diferentes advocaciones.

Luis dijo...

Señor, mi ignorancia en teologia no implica, de ninguna manera, que, por ese mero hecho, mi razonamiento se haya alejado de la estructura logica. Dichos postulados metafisicos, mas que logicos, no son sino esteticos.
Lo curioso es que el fundamento de la teologia es la filosofia pagana (occidental, platon, aristoteles) que tan preocupada estuvo por adecuarse al razonamiento logico.
Teologia para que 3 personajes distintos formen 1, con la finalidad de no caer en el politeismo tan repudiado a los paganos, para la transustanciacion del verbo, todo finalmente se basa en aquella conviccion de las cosas que no se existen (creencia en las que no se ven), cuyo basamento, no podria ser otro que el hecho de la resurreccion: algunos de estos metafisicos, seudo intelectuales, se animo a decir algo asi como que si jesus no resucito, entonces nuestra creencia es vana. Esto supone que la fe -en realidad- se basa en un hecho. El metodo de la investigacion empirica, luego, debe ser aplicado.
La formulacion de la oracion: varias virgenes, fue incorrecta para ese momento, pues mi intencion era la que usted recalca; no obstante, ahora pensandolo bien, cual es la prueba de que no hayan sido varias y no solo una. Nuevamente la metafisica.
El siglo XX se ha caracterizado por vencer y derrotar a los viejos mitos que tanto daño han hecho a la humanidad. Las catastrofes de la segunda guerra mundial, de poseer isabel de castilla la tecnologia de la era moderna, existe la fuerte presuncion de que las hubiera utilizado, pero esta vez en nombre de dios y no de una nacion.
Gracias a la suerte de vivir en esta epoca, y en esta region, donde la libertad de expresion constituye un derecho humano, puedo animarme a expresar esta pesima teologia, pero que, sin embargo, dicha teologia sin el componente de la fe, con seguridad usted se sentiria incomodo de sostener tanta bellaqueria.