Antier estábamos con una amiga piola en su oficina y queríamos escuchar música, ¿qué ponemos?, me pregunta. Reviso las carpetas de su computadora, ya está, respondo: Sumo. De inmediato empezó a sonar Mejor no hablar de ciertas cosas. El ambiente era cálido esa temprana noche.
He hecho pública mi devoción por Sumo y en particular por quien fue su vocalista, Luca Prodan (quien supo hacer carne esa potente frase de Jack London: "prefiero ser un fugaz y brillante meteoro que un lento y perezoso planeta"). Sumo es, de entre un amplio repertorio de posibilidades, mi grupo favorito del rock argento (y me pregunto, ¿quién me inoculó este delirio? ¿Acaso la Vero, quien loada sea, mañana viene de visita?). De allí que sin conocer su trabajo en El Vuelto S.A. y sin ser fanático de Las Pelotas, la muerte de Sokol me toca, me toca.
Porque ayer murió quien fue bajista y baterista de Sumo en su primera época y vocalista de Las Pelotas, Alejandro "El Bocha" Sokol, de un paro cardiorrespiratorio mientras esperaba en la terminal de Río Cuarto el micro que lo lleve a Buenos Aires. (Aquí, la nota de su deceso en Rolling Stone; acá, su última entrevista para esa revista.) De la muerte no puede predicarse nada con certeza: yo solo podría sugerir esta sentencia del gran Baruch de Spinoza: "el hombre libre en nada piensa menos que en la muerte y toda su sabiduría es sabiduría de la vida" (Ética, 4ta parte, prop. LXVII). O para decirlo con palabras de Sumo: mejor no hablar de ciertas cosas. Solo acudir a la memoria y escuchar, volver a escuchar...
He hecho pública mi devoción por Sumo y en particular por quien fue su vocalista, Luca Prodan (quien supo hacer carne esa potente frase de Jack London: "prefiero ser un fugaz y brillante meteoro que un lento y perezoso planeta"). Sumo es, de entre un amplio repertorio de posibilidades, mi grupo favorito del rock argento (y me pregunto, ¿quién me inoculó este delirio? ¿Acaso la Vero, quien loada sea, mañana viene de visita?). De allí que sin conocer su trabajo en El Vuelto S.A. y sin ser fanático de Las Pelotas, la muerte de Sokol me toca, me toca.
Porque ayer murió quien fue bajista y baterista de Sumo en su primera época y vocalista de Las Pelotas, Alejandro "El Bocha" Sokol, de un paro cardiorrespiratorio mientras esperaba en la terminal de Río Cuarto el micro que lo lleve a Buenos Aires. (Aquí, la nota de su deceso en Rolling Stone; acá, su última entrevista para esa revista.) De la muerte no puede predicarse nada con certeza: yo solo podría sugerir esta sentencia del gran Baruch de Spinoza: "el hombre libre en nada piensa menos que en la muerte y toda su sabiduría es sabiduría de la vida" (Ética, 4ta parte, prop. LXVII). O para decirlo con palabras de Sumo: mejor no hablar de ciertas cosas. Solo acudir a la memoria y escuchar, volver a escuchar...
Mierda!!!! ¿Por qué no se muere Luis Miguel, Cristian Castro o Bisbal?
ResponderEliminarJusto ayer estaba cargando de música mi Ipod Shuffle (regalo navideño de mi suegra) y las primeras canciones que recibió fueron Heroína de Sumo y Hoy me desperté de Las Pelotas, acoto que fue por mera coincidencia ya que están en la misma carpeta y fue la primera que me abrió el itunes.
Nos debemos unos ginebras con Sokol y Prodan de fondo.
O Arjona. En todo caso, nos debemos unas ginebras pa' cuando quieras (podemos acompañarlas de un asadito ya que nos saliste respondón en la materia: lo acredito y agradezco). Hoy con el Curro nos juntaremos para unos fernecitos por Sokol y luego a despedirlo a mi viejo al aeropuerto porque sale con destino a Baires donde, curiosamente, pasará su cumpleaños 61 (no sin encargo literario -lo digo por si te animas a pedirle algo). Hablemos pa' esas ginebras, abrazo. Saluz.
ResponderEliminarOnly the good die young
ResponderEliminarFernando: ni despedí a mi viejo (que hoy cumple 61) ni me tomé los fernets, por terminar un pinche informe. Sigue pendiente, en todo caso, la ginebra. BJ: no estoy seguro que la frase sea cierta. ¿Implicaría que Bob Dylan, Mick Jagger y Leonard Cohen son malos y que, por otra parte, Selena es buena? Yo no podría suscribir esas consecuencias. Un abrazo.
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