No solo lo ilegible sucede

3 de febrero de 2009

Ayer pasé por casa de mi abuela en el sofocante centro de esta urbe tropical. No estaba mi abuela; estaba, sí, Macuchín (hermana de mi abuela: para todos los efectos, una abuela más). Me senté a leer El Universo en la mecedora que solía ocupar mi abuelo: comprobé que ese diario en su edición de ayer pareció existir solo para casi confirmar aquella frase de Oscar Wilde de que solo lo ilegible sucede. Casi: porque comentamos con Macuchín una noticia que publicó ese diario que nos probó que no solo lo ilegible sucede: también lo tendencioso.

Lo que la redacción de la nota “Lara acusa a Herrera de tener ‘relaciones ilícitas’” hace con el nombre del Sr. Pablo Arosemena Mármol (a quien no tengo el placer o displacer de conocer) tiene nombre: se llama tendenciosidad. La historia que intenta contarnos la nota es el siguiente: en los ochentas Pablo Arosemena Mármol “fue parte de la banda de Reynaldo Zamora, alias El Rey, acusado de cometer asaltos a vehículos blindados de transporte, bancos, joyerías, tráfico de autos usados y asesinatos a policías”. Arosemena, a la fecha de hoy, es gerente del bróker de seguros Armusa y mantuvo reuniones con Óscar Herrera en el Palacio de Carondelet el 30 de enero y el 14 de febrero de 2007 (según los registros de ingresos de la Casa Militar de la Presidencia de la República). Óscar Herrera era entonces asesor de la Secretaría de la Administración Pública; a partir de mayo de 2007 fue designado Director de la Unidad Técnica de Asesoramiento de Seguros de la Presidencia de la República. Según una investigación de la Comisión de Fiscalización del Congreso (dirigida entonces por Ramses Torres del PK) el bróker de seguros Armusa fue una de las 19 empresas seleccionadas por la Unidad Técnica sin concurso previo y que luego se recomendaron a 19 instituciones públicas para su contratación. El diario cita la opinión de Galo Lara: “Herrara tiene una ‘relación ilícita con este sujeto de alta peligrosidad’, refiriéndose a Arosemena". En el recuadro, el diario publica: “Banda. Reynaldo Zamora, alias El Rey, fue conocido por sus actividades ilícitas de la década de los ochenta. EE.UU. Fue encarcelado en el 2004, tras ser deportado desde Estados Unidos, donde también estuvo detenido por liderar una banda de antisociales latinos”.



La historia intenta contarnos un supuesto acto de corrupción, a saber: el que Arosemena se reunió con Herrera (en circunstancias en que éste ocupa un cargo distinto a aquel que luego ocuparía para cometer el supuesto acto de corrupción) para cabildear que el bróker que éste gerencia se lo seleccione sin concurso previo y se recomiende su contratación a instituciones públicas. No hace falta ningún asomo de brillante inteligencia para percibir lo endeble (por ausencia de explicación en la relación causal, por falta de detalle en la naturaleza de esa selección y esa recomendación) de esta línea argumentativa. Pero eso no es lo grave (eso, en realidad, es moneda común en la prensa ecuatoriana). Lo grave es que se afirme en la versión digital* que Arosemena participó en una banda de delincuentes que lideró Reynado El Rey Zamora, acusada de cinco graves delitos que no tienen relación alguna con el supuesto acto de corrupción actual y sobre cuya participación el diario no nos presenta prueba alguna y, más todavía, que este hecho se enfatice en el titular (que se hace eco de una opinión de Galo Lara) y en el recuadro, donde se destaca una breve reseña de El Rey Zamora, personaje perfectamente accesorio a esta historia como no sea para contribuir a la misma con una tendenciosidad que no la merece ningún texto periodístico que sea digno de tomarse en serio.

Pablo Arosemena Mármol tiene el derecho de reclamar su derecho de rectificación a diario El Universo (artículo 66 numeral 7 de la Constitución –en términos del “derecho de toda persona agraviada por informaciones sin pruebas o inexactas, emitidas por medios de comunicación social, a la correspondiente rectificación, réplica o respuesta, en forma inmediata, obligatoria y gratuita, en el mismo especio…” y artículo 14 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos). Y el redactor de esta nota y el editor del diario, la obligación moral de ejercer mejor su oficio. No puede constituir un trabajo muy difícil hacerlo mejor que esta redacción salvo que, en efecto, no se lo quiera hacer así.

* La versión en prensa hacía referencia a un informe que elaboró la policía en los ochentas. Así tal cual, solo un informe: no un proceso, una sentencia judicial o algún otro elemento de juicio que permita corroborar el contenido de un informe del que se desconoce en qué términos y contextos fue escrito. O sea, de todas maneras, alipori.

P.S.- Con el permiso de mi compadrito Juan Pablo Toral cuélgoles una de sus obras para matizar estas líneas.

16 comentarios:

Micaela Delgado dijo...

Esperaría del autor del artículo en mención que ahora se explayara justificando el mismo al indicar que verdaderamente Arosemena tenía vínculos con Zamora durante sus fechorías. Pero ni así se salvaría! Como tú bien dices las reuniones entre Herrera y Lara fueron antes de que Herrera estuviera en el cargo actual (seguramente creyó este senyor que al vincularlos de alguna u otra forma iba a lanzar una noticia bomba).
Lamentablemente estos lapsus brutus son muy normales en El Universo. Lo que más recuerdo es algo a lo que hizo acotación Correa el anyo pasado (ya no recuerdo ni cuándo fue). El titular del diario decía algo así como "inseguridad se incrementa en Guayaquil" y la noticia que seguía a ese titular era que una esquizofrénica había lanzado a sus hijos balcón abajo. De Ripley!

Anónimo dijo...

xavier, entiendo que pablo arosemena fue condenado (no sé exactamente porqué pero sí creo que fue en relación a su participación en la banda de zamora) y cumplió su condena.

el problema está en que el periodista recoja las denuncias de lara contra herrera sobre 'asociación con sujetos de alta peligrosidad' y lo propague como chisme. sin siquiera investigar (y no habría tenido que escarbar mucho para enterarse del pasado judicial de arosemena) o elaborar más (explicando por ejemplo, si una condena penal es impedimento para contratar con el estado).

pero tampoco vale pecar de ingenuos. los actos de corrupción no se agotan en la burda entrega-recepción de un maletín cargado. el tráfico de influencias suele ser bastante sutil.

lo que a mí me carga es que los periodistas, teniendo frente a ellos algo de lo que hacer un buen trabajo de investigación, se queden en el amarillismo. según la noticia, el problema aquí es que arosemena fue miembro de la banda de zamora. y entonces, ¿qué tal si no fuera verdad? ¿se acaban las preguntas ahí?

claro que no. las preguntas son cómo así el sector público procede sin concurso (¿era legal o no proceder así en este caso?); cuáles son los vínculos entre el funcionario/oficina pública en cuestión y las empresas (todas, incluida pero no solamente la de arosemena) de la lista corta. ¿otros representantes también se entrevistaron con herrera como dicen que hizo arosemena? el asunto da para ahondar en temas de debida calificación, posible testaferrismo, etc,etc.

pero claro, nuestros periodistas no saben o no quieren o no les pagan (o todo lo anterior) para hacer un buen trabajo de investigación. en eso, suelen ser bastante cómplices aunque sea por omisión o puros escandalizadores. y en ningún caso, buscadores de la verdad que es lo que a los ciudadanos nos debería interesar.

saludos,

azul

Juan Sebastián Utreras-Carrera dijo...

Puede que lo que digas sea cierto. Sin embargo, lo actuado por un periódico, en materia de derechos o en contra de éstos, es una lágrima, y carece del impacto deletéreo, comparado con lo que, en cambio, si tiene, lo que hacen las dependencias serviles de ese gobierno de la revolución ciudadana, al que tu colaboras de manera semi-timorata.

No has dicho ni media palabra sobre la censura impuesta por el CONARTEL a Ecuavisa y a Teleamazonas, y su gran atentado a la libertad de expresión, mas allá de las simpatías o antipatías hacia sus periodistas/locutores estrellas.

Nada ha dicho el CONARTEL en cuanto a censurar las cadenas de los sábados de tu presidente Rafael Correa y sus ataques ad hominem y otros desatinos, contemplados como violaciones a la constitución que tu, con ahínco ayudaste a pulir.

Los argumentos con los que se excusa el CONARTEL para querer acallar a esos canales de TV, pueden tranquilamente ser utilizados en contra del propio gobierno y sus cadenas ofensivas. ¿Es eso correcto? ¿Merece unas palabras de objetivo análisis por parte tuya?

Si se aplica la ley en base a esas leguleyadas, entonces que ésta sea aplicada a todos, o en su defecto, expresémonos en contra de dichas leguleyadas que simplemente menoscaban ciertos derechos, como el de libre expresión.

¿Existe un estado de derecho en Ecuador o todo se limita a las políticas de estado, y al estado de los humores y jugos gástricos de quien nos somete?

Todavía no te pronuncias sobre el atentado contra el derecho a la privacidad y la famosa obligatoriedad a la declaración patrimonial, o sobre el famoso “Plan Libertador” que detrás de un eufemismo de seguridad nacional y una excusa idiota, es a la postre un programa financiado con dineros del pueblo, para espiar a todos los enemigos del gobierno (léase oposición, pelucones, periodistas, etc)

Yo creo que por honestidad con tu vocación en defensa de los derechos humanos, deberías manifestarte al respecto. Si una idiotez de un periódico te indigna, estas “obras” mayores deberían tenerte furioso.

Xavier dijo...

MicaelaDa, jajaja, neta, la que cuentas sí es de Ripley.
azul, de acuerdo. Como decía en el texto, no conozco a Arosemena. Pero lo importante son las respuestas a todas esas preguntas que tú muy bien planteas, preguntas que el redactor ni se las pensó al momento de escribir la nota: de allí que no valga como noticia, como no sea para descalificar a una persona.
JS, veamos. Llamar "gran atentado a la libertad de expresión" a la prohibición de difundir unos sondeos de opinión tendenciosos es exagerar. Esos sondeos de opinión(al menos como aplicados en Contacto Directo, nunca he visto el otro programa) constituían mecanismos para manipular la información pero, coincido contigo, la respuesta del Gobierno no es la correcta y no la suscribo. Tampoco considero que sea el mismo supuesto de hecho el de las cadenas sabatinas de RC porque éste no realiza sondeos de opinión tendenciosos: el supuesto de hecho similar sería que se censure a Carlos Vera, que se le impida expresar su opinión, pero ese no es el caso (el que sí sería preocupante y mucho, sea que el sujeto en cuestión sea de nuestras simpatías o no). En todo caso, el tema de esta prohibición no me llamó lo suficiente la atención como para escribir sobre el tema, amén de que sobra la gente que lo ha hecho. (No conozco otra que le haya llamado la atención el caso de Arosemena Mármol: algo querrá decirnos este hecho).
Sobre "el atentado al derecho a la privacidad" no he escrito porque no he tenido tiempo de investigar adecuadamente el tema. Tampoco he revisado en detalle el "Plan Libertador". No suelo escribir sin poder argumentar cada una de las cosas que escribo (esa es la mínima responsabilidad de quien escribe, según la entiendo yo): de ahí que no me haya animado a hacerlo en esos tópicos. (En estos días me he ocupado de otras cosas: entre ellas, revisar unos libros sobre derechos sociales y un poco de literatura argentina en la playa -"Una vez Argentina" de Andrés Neuman: te lo recomiendo).
Finalmente, mi única colaboración con una entidad pública es mi columna dominical en Diario El Telégrafo, que no se trata de una colaboración "semi-timorata" ni nada parecido: se trata simplemente de exponer una opinión crítica (como siempre he tratado de hacerlo) en un espacio de opinión, básicamente en los mismos términos en que lo hacía en diario El Universo (salvo que en este caso no he experimentado la censura que en EU no faltó). Saludes.

Luis dijo...

Xavier: sorprende tu diferente actitud frente a los sondeos de contacto directo. Afirmas que son un mecanismo para manipular la información, ¿a quién compete decidir qué información es veraz y por lo tanto creer? ¿Quién decide que algo es o no tendencioso, tú, correa, yo, quién? ¿Cómo concilias tu defensa a esa actitud paternalista (la ciudadanía en general a diferencia tuya o del presi, no puede ver las falsedades de los sondeoes, por ello, o las prohibimos o vendamos los ojos a la ciudadanía, pues no tienen capacidad para emitir juicios acertados) con tu compromiso de defender la autonomía individual?

Hago otro largo paréntisis: Ya no resulta novedosa esa actitud, pues conocida es tu defensa a ese mamarracho de constitución, en donde la autonomía individual se ve claramente coartada con la consagración de derechos a entes colectivos, como la prohibición a los "pueblos (o nacionalidades dentro de una única nación)" indígenas de poseer tierras individualmente, por poner un ejemplo.

¿La publicación de esos sondeos no es acaso una forma de expresión, protegida por el derecho a la libertad de expresión, que es presupuesto necesario para la democracia?

Bueno, aunque dices no compartir la censura "previa" del gobierno, ¿y cómo no pues?, si todos tus argumentos encuentran fundamento en los catalogos de derechos humanos que prohiben la censura previa.

Cambiemos el falso dilema, en guayaquil o nos conformamos con la imposición de la moralidad socialcristiana, o regresamos a la podredumbre roldosista; ahora pongamoslo así: o continuamos con la revolución ciudadana con todos -sus más que evidentes- defectos (CC, CNE, Congresillo, CNJ) o retornamos a la vieja partidocracia febresborjista.

Xavier dijo...

Luis, muchas gracias por tu opinión. Veamos. Empiezo por ratificar que no estoy de acuerdo con la decisión del CONARTEL. Me parece una decisión ilegítima y poco inteligente (por los efectos que provoca). Lo único que he dicho y me ratifico en ello y lo digo, entiéndaselo bien no en apoyo a la decisión del CONARTEL sino para poner las cosas en contexto, es que los sondeos de esos programas (o, al menos del que he visto, Contacto Directo) constituían una manera tendenciosa de presentar la información a los televidentes (esto es Homo Videns 101, por cierto). Eso sí, dicho que la decisión del CONARTEL es ilegítima y poco inteligente, tampoco la pondría en términos de "gran atentado a la libertad de expresión". En realidad, el programa de Vera (un programa, qué duda cabe, de oposición frontal al Gobierno), ¿cuánto pierde por no exhibir esos sondeos? Supongo que poco o nada. Reconocida la ilegitimidad y la poca inteligencia de la decisión, reconozcámosle el tamaño que se merece. En adición, Luis, este no es un caso de "censura previa": sería uno de responsabilidades ulteriores. El análisis es distinto (y, honestamente, un abogado hábil podría hilvanar argumentos para sustentar la decisión del CONARTEL sobre la base del artículo 11.2a CADH -yo no compraría esos argumentos y entendería que en razón del debate robusto que toda sociedad democrática requiere se los debería rechazar, pero hay que admitir, primero que el análisis es distinto al caso de la censura previa y, segundo, que una argumentación a favor del CONARTEL es posible).
Luis, conozco tu opinión crítica sobre el texto constitucional. Supongo que podremos compartir críticas, por ejemplo, en relación con los derechos de la naturaleza y el híper-presidencialismo (admitiendo eso sí, que el híper-presidencialismo de la Constitución del 2008 no difiere mayor cosa del híper-presidencialismo de la Constitución de 1998). Sin embargo, no tengo ningún interés (como parece desprenderse de tu discurso) en formular críticas a partir de que debió redactarse una constitución de corte liberal. Eso estaba bonito para el siglo XIX. Pero si nos tomamos en serio los derechos sociales (si quieres debatimos sobre derechos sociales, ningún problema) es necesario implementar mecanismos para hacerlos efectivos porque son, qué duda cabe, derechos y no declaraciones líricas. Entonces, que la Constitución se haga cargo de esos derechos y establezca políticas públicas para cumplirlos, me parece muy bien. Que la Constitución se haga cargo, además, de reconocer especifidades culturales para adjudicar el derecho (a sabiendas, eso sí, de que cultura no es destino), me parece muy bien también. Sobre esto último cabría recordar las palabras del mexicano Alfonso Cano: "la mayor injusticia consiste en considerar iguales a hombres que en realidad no lo son". Y no porque sean mejores o peores, sino porque tienen rasgos culturales diferentes que el derecho, bien entendido y carente de dogmatismos liberales, no puede obviar. Y sobre lo primero, una cita (con perdón) extensa de Luigi Ferrajoli que pone las cosas en contexto: "hay que reconocer que para la mayor parte de tales derechos (los derechos sociales) nuestra tradición jurídica no ha elaborado técnicas de garantía tan eficaces como las establecidas para los derechos de libertad. Pero esto depende sobre todo de un retraso de las ciencias jurídicas y políticas, que hasta la fecha no ha teorizado ni diseñado un Estado social de derecho equiparable al viejo Estado de derecho libertal, y han permitido que el Estado social se desarrollase de hecho a través de una simple ampliación de los espacios de discrecionalidad de los aparatos administrativos, el juego no reglado de los grupos de presión y las clientelas, la proliferación de las discriminaciones y los privilegios y el desarrollo del caos normativo". La tarea de los juristas consiste, de acuerdo con Ferrajoli, en "descubrir las antinomias y lagunas existentes y proponer desde dentro las correcciones previas por las técnicas garantistas de que dispone el ordenamiento, o bien de elaborar y sugerir desde fuera nuevas formas de garantías aptas para reforzar los mecanismos de autocorrección". De esto se hizo cargo y habrá que hacerse más cargo todavía y hacia allá se apunta, pésele a quien le pese. Y, por supuesto, me parece muy bien.
Para cerrar, sobre el nuevo falso dilema: pues yo me paro en otro borde y defiendo esos postulados que siempre he manifestado. (De hecho, nunca he postulado argumento semejante como esa nueva falacia). Mi defensa de siempre es a la autonomía individual (pero en serio, o sea que todos podamos acceder a ciertos mínimos que nos permitan desarrollar y aquí entran los derechos sociales) y al autogobierno colectivo. Pero puesto a responder tu pregunta de si prefiero la Revolución Ciudadana con todos sus defectos (que no son pocos, eh) a la vieja partidocracia (como tú la llamas al amparo de Pinoargote) febresborjista, te respondo que sí: porque prefiero un país convulso a un país inmóvil, porque (al amparo de Nietzsche) soy consciente de que "preciso es llevar en sí un caos para dar a luz una estrella danzante" y porque me niego a hacerle el juego a quienes no reconocen las falacias que torpemente elaboran, no aprenden las lecciones de su malicia y sus errores y que, para peor, parecen no tener memoria. Saludes.

Luis dijo...

Xavier, ¿qué diferencia hay entre la dogmática del siglo XIX y la nueva dogmática del siglo XX y continuación? (Además del tradicionalismo que comienza desde la vestimenta, un buen abogado es solo aquel que se presenta ante Usía de saco y corbata). Tecnicismos jurídicos meramente, censura previa o reparaciones ulteriores, dialéctica propia de la racionalidad del siglo XIX.

Resulta evidente que el ataque en contra de las constituciones liberales del siglo XIX, en el sentido de que perpetuaban las desigualdades sociales, no da en el blanco, pues bajo los mismos principios de fines del siglo XVIII (iusnaturalismo secular), resultaba claro que cualquier norma que permita la esclavitud, el rascismo o el machismo, debía ser, primero, injusta, luego, ilegal. John Hart Ely, Democracia y Desconfianza, buen libro de derecho constitucional.

Cuán curiosa es tu ya tan mencionada frase de tomar los derechos en serio, apropiada de Dworkin, un "antipositivas": el modelo de la norma, crítica contra Hart, y la teoría de la interpretación constitucional del juez Hércules. Pregunto: ¿cómo se puede sostener, a la vez, la positivización de mecanismos "jurídicos" para garantizar derechos sociales?, llámalos sociales, no obstante, los más importantes no son sino presuspuestos necesarios para el ejercicio de los derechos "civiles". Derechos civiles o sociales, categorías arbitrarias, algunos las distinguen por su generación: libertad, igualdad y fraternidad, todo fue plasmado en la misma carta, al mismo tiempo (generación).

¿Cuál es el sentido de tantas normas, si el problema es su ineficacia? Bueno dirás, debemos enfatizar más en los mecanismos para hacerlos exigibles, ¿cómo sustraer esos mecanismos de la esfera jurídica que es ineficaz históricamente? Recurrimos a la justicia para demandar nuestro derecho a la justicia, qué grande paradoja, ¿kafkiano o no?

La autonomía individual que tanto defiendes es un principio de la filosofía liberal. ¿Qué sentido tiene la democracia, cuando la esfera del sistema de toma de decisiones mayoritarias, el ámbito de la política, se ve inmensamente reducido? Judicialización de la Política.

Fe en la institucionalización, en el ordenamiento, muy distinto del caos. Resulta problemático para un defensor de la igualdad citar a Nietzsche, así como para un ateo citar a cualquiera de los vicarios, cuestiones de principio.

Ni idea de pinargote, buena generalización de estas ya casi tres décadas de democracia formal, me parece. Otro vera que, por principio, deberías defender, y dejar que sea el escrutinio ciudadano el que lo premie o castigue.

Termino con una frase de Duncan Kennedy que ya he citado antes: ..no es para mi nada claro que los grupos oprimidos necesitaran la prédica de los derechos para saber que estaban oprimidos.

Juan Sebastián Utreras-Carrera dijo...

Pero puesto a responder tu pregunta de si prefiero la Revolución Ciudadana con todos sus defectos (que no son pocos, eh) a la vieja partidocracia (como tú la llamas al amparo de Pinoargote) febresborjista, te respondo que sí: porque prefiero un país convulso a un país inmóvil, porque (al amparo de Nietzsche) soy consciente de que "preciso es llevar en sí un caos para dar a luz una estrella danzante" y porque me niego a hacerle el juego a quienes no reconocen las falacias que torpemente elaboran, no aprenden las lecciones de su malicia y sus errores y que, para peor, parecen no tener memoria. (sic)

Parece que tu memoria o desmemoria es muy selectiva, pues no has caido en cuenta de que la praxis correana no es nada mas que la sublimación de la repugnante vieja praxis partidócrata. ¿Cuánta mas evidencia necesitas, para caer en cuenta de que Correa y su revolución, esa a la que te suscribes como preferencia alternativa, es la misma mierda pero con otro color y mas concentrada?

Debo, por ende, decir que tu comentario en negrillas e itálicas, resulta una opinión con una profunda carga hipotiroidea y un absoluto individualismo mezquino, propio de neoliberales recalcitrantes. Tu asumes una posición, simplemente porque tu frugal, disoluta y altamente individualista e inmediatista existencia, todavía no se ha visto afectada por esta revolución. Vives el hoy, porque no tienes que pensar en mañana, pues no tienes legado genético por quien preocuparte -léase, prole-. Para los neoliberales, la idea del "caduno-caduno" es lo que prima, tus palbras reflejan lo mismo: Mezquindad.

Por último, Haití, Bolivia, y muchas repúblicas africanas viven convulsas. ¿Debo inferir que tu predilección es tener que vivir en una sociedad como aquellas? ¿No te has dado cuenta de que Correa y su circo nos conducen en esa dirección?

Alguien dijo que todo tiempo pasado fue mejor... Con lo que estamos viviendo hoy, cada día me convenzo mas de aquella idea.

quark schiz dijo...

porque prefiero un país convulso a un país inmóvil, porque (al amparo de Nietzsche) soy consciente de que "preciso es llevar en sí un caos para dar a luz una estrella danzante" y porque me niego a hacerle el juego a quienes no reconocen las falacias que torpemente elaboran, no aprenden las lecciones de su malicia y sus errores y que, para peor, parecen no tener memoria.

Es sorprendente que alguien pueda decir eso hablando ¿en serio?

¿Y quién es Nietzsche? Pues ¡el infalible de turno! Tomar prestado una sentencia así de desubicadamente para justificarse en esto es lirismo puro (y a ese bigotón todo el mundo le puede sacar un pedazo). Fulano Gonzalez también podría usar esa misma frase cuando pesque un cáncer pancreático, como consuelo.

Eso de plantear una dicotomía entre un "país convulso" y uno "inmovil" es una caricatura, y más que demagógico, es falaz. ¿Acaso era menos convulso el país cuando se botaban presidentes como cuando se cambia de camiseta? ¿O cuando la moneda se inflaba de un día a otro? A mí más bien me sorprende la ligereza con la que la gente se toma las acciones del Gobierno hoy en día.

Lo de la partidocracia febresborjista es otra falacia gansa. Repito lo que decía el Varas (Eduardo) en su bitácora: Están confundiendo partidocracia con idiosincrasia. AP es tan "partidocracia", si no más, que partidos como la ID o la UDC.

Lo de la memoria histórica, falla cuando se habla de "dejar el pasado", porque mucho de lo que se quiere hacer, básicamente, ya se ha hecho y no ha resultado del todo bien. Complicar más el aparato estatal es algo que la Constitución del 79 ya lo hizo. La del 98 abrió aun más la cancha. Ahora quieren más 'derechos'. Ni aun si estuviésemos en condiciones materiales de abarcar demasiado se lo puede tomar en serio, creo que eso solamente va a pasmar el Estado aun más.

Alguien dijo que todo tiempo pasado fue mejor...

Ah, creer eso es un prejuicio muy común, pero también lo es creer que lo novedoso vale porque sí. Pero aquí no hay novedad, porque los de esta izquierda patética ni siquiera tienen ideas propias, lo suyo es un calco contradictorio que no toma demasiado en cuenta las particularidades de este país. Vamos mal.

Xavier dijo...

Luis: sí creo que la dogmática ha variado y por supuesto que no creo que el buen abogado sea necesariamente aquel que se presenta en saco y corbata (ja). Me parece evidente que el diseño institucional de las constituciones liberales sí contribuye a perpetuar las desigualdades en la medida en que no ofrece ningún mecanismo para remediarlas. Es cierto que los derechos civiles y políticos y los derechos sociales se plasmaron en principio en una misma carta (la DUDH); también lo es que luego se desarrollaron en dos instrumentos jurídicos vinculantes distintos según cada tipo de derechos (el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales) y con distintos mecanismos de exigibilidad para su cumplimiento (denuncias individuales siempre que se haya ratificado el Protocolo en el primer caso e informes periódicos y observaciones generales en el segundo caso). Más todavía, asumiendo la existencia de un continuum en las dos (así llamadas) “generaciones” de derechos, vale decir que todas ellas permiten distintos niveles de exigibilidad judicial (la que se incrementa, por supuesto, con la creación de mejores mecanismos para ejercerla). Creo que la justicia tiene mucho que decirnos con respecto a la exigibilidad de esos derechos y la sociedad civil mucho que hacer (y que pensar, a manera de estrategia de litigio y de debate) para demandarlos. Yo entiendo la autonomía individual de una manera distinta que el ideal libertario: creo que es necesario, para tomarnos en serio la libertad individual, que todos tengamos acceso a ciertos mínimos materiales que nos permitan gozar de la misma (¡para lo cual hay que pagar impuestos, nenes!): llamar libertad individual a la situación de precariedad en que un amplísimo número de personas se debate es abusivo y, directamente, torpe. De Nietzsche: por suerte es un pensador tan complejo y tan asistemático, que uno puede tomar un aforismo y extraerle el juego para un argumento. Y recomiendo mucho su lectura: ayuda a trizar las telerañas cristianas que tanto obnubilan el seso de los biempensantes (es decir, aquellos que nunca piensan en nada). Sobre la frase de Duncan Kennedy: cierta es. Creo que también es cierto que los grupos oprimidos (cuando saben que lo son y ahora muchos pueden reivindicar por distintas y buenas razones haberlo sido y seguir siéndolo) necesitan, no la prédica sino la puesta en práctica de los derechos, para precisamente dejar de serlo. Saludes.

Xavier dijo...

JS: veamos. Te agradezco el interés por aportar tu criterio. El hipotiroidismo que me atribuyes (¡?) me tiene sin cuidado y no merece siquiera mi comentario; diré, sí, unas breves cosas sobre el “individualismo mezquino, propio de neoliberales recalcitrantes” que pretendes atribuirme. La base para atribuírmelo es que no tengo prole, idea ésta, por supuesto, bastante endeble: las únicas personas autorizadas a opinar en una sociedad no son quienes ejercen la función de padres de familia, ni su lógica para mantenerla es la única válida en un debate. Esto es tan evidente que tu argumento no merece sostenerse para una discusión más amplia: supongo, además, que podrías elaborar cualquier cosa mejor para las próximas características que se te antojen atribuirme. Lo de la sociedad convulsa, pues no me refería a ejemplos tales como Bolivia o Haití, ni tampoco a ninguna república africana. En realidad, no me refería a ejemplo alguno para hablar de la “convulsión” que sucede en este país a partir de la intervención de Correa en política. Por cierto, no me parece para nada evidente que Correa nos conduzca a esos ejemplos que tú mencionas. Pero en todo caso reitero que prefiero una sociedad donde se discuten (con mucho menos altura de la que merece una discusión seria, los hábitos de pensar poco y pensarlo mal no han variado lo suficiente todavía) temas que antes no se habían planteado (por ejemplo, temas de derechos humanos al amparo de la Comisión de la Verdad o posibilidades de justiciabilidad de derechos sociales) que aquella que permanecía “inmóvil”. Saludos.

Xavier dijo...

qs: me causa mucha gracia tu comentario acerca de mi cita de Nietzsche, autor de quien pueden hacerse una miríada de lecturas lo que está lejos de parecerme un defecto. Nietzsche es un pensador potente y asistemático, de quien pueden encontrarse aforismos (como también en los casos de Marco Aurelio, Oscar Wilde, Baltasar Gracián y Emil Cioran) para justificación de muchísimas ideas. Si, en todo caso, tú me justificas que tal como lo afirmas, la frase que utilicé de Nietzsche está “desubicada” en la frase que yo utilicé, pido disculpas y la retiro de inmediato. Pero no me parece que sea el caso.
Sobre la distinción entre convulso e inmóvil, pues te diré que en los casos que mencionas de botar presidentes y demás existía una convulsión pasajera e insuficiente; me interesa a mí un proceso como éste, de largo plazo, de muchas aristas y muchos defectos, pero de muchas posibilidades. Y no me interesa por Correa (me parece infantil suponer que un proceso puede reposar en exclusiva en los hombros de una persona) sino lo que puede hacerse a partir y también a pesar de Correa. Allí es donde tiene que intervenir la sociedad civil y la posibilidad de esa intervención (con los mecanismos institucionales que se tienen ahora) me parece muy interesante para discutir y proponer. Lo de las falacias en cuestión y que el tiempo pasado fue mejor no son ideas que yo haya expuesto, con lo cual no tengo mayor interés en hacerme cargo. Eso sí, me importa reafirmar que yo tengo interés en otro borde: el ciudadano. Tener derechos en la Constitución puede “pasmar” al Estado pero también puede ser un punto de partido para la reivindicación ciudadana de los mismos: sobra decir que esta es la parte que a mi me interesa. Saludes.

Juan Sebastián Utreras-Carrera dijo...

Lo de hipotiroidismo, es simplemente un eufemismo de cretinismo. Disculpa, me ofusqué, y necesité recurrir a una apostrofación un poco mas sofisticada que un simple: idiota.

Por otro lado, la razón de mi enojo, no radica en mi óptica como padre, o como si solo los que tienen hijos están autorizados a emitir juicios justos. Leiste mal, entendiste peor.

Disculpa la franqueza, pero tu posicionas tus ideas desde la óptica de una persona mezquina. Y lo que yo ataco es precisamente esa miseria humana: la mezquindad. Por lo tanto, cuando critico tus palabras, lo hago, porque veo que a vos no te importa nadie. Es tu cuerpito y nada mas. Tu diferencia con los neoliberales: te acomodas a lo que tienes y no aspiras a mucho en lo material, "other than that" nada.

Vos todo lo vez como "derechos ciudadanos" desde una óptica estéril, individualista pero muy apersonal. Por eso, el correato no te afecta.

Y te digo, lo que está pasando ahora, no es una "convulsión" social en la que su curso y evolución pueden prescindir de Correa. Sin Correa, a tu "convulsión" le pasará lo mismo que le pasó a los mangajos que se "pus-tularon" en las Primarias de tus allegados de AP: como todos se dicían ser amigos de Correa, y todos estar bajo el manto de sus gracias y favores, a nadie (léase electoraro y propios co-partidarios) le importó, se armó un zafarrancho, y como ahí si, se aplicó un derecho que ningún progre, ni siquiera tu o el Ramiro, se atrevieron a demandar o cuestionar durante el "ensamblaje" de la constitución, (me refiero al voto optativo y no obligatorio, un elemento esencial en el manual de cualquier progre que se precie de serlo) entonces, esos candidatos, todos de AP, tuvieron que competir por los votos. Tu "convulsión" es finita, espuria y putrefacta, y depende de Correa 100%. Es una ilusión tuya, no existe tal "convulsión" solo un relajo inmundo que gira en torno a un liderzuelo. Si Correa se va, esto será como lo que sucedió en las primarias, pero a nivel general. Lo único que ha hecho Correa es que ha instituido la impunidad y el cinismo en nuestro ya descompuesto sistema. Le ha dado el toque final. ¿Te pregunto: existe estado de derecho en Ecuador?

Xavier dijo...

JS, gracias por tu comentario. Hipotiroidismo, cretinismo, idiotez: acepto tus excusas pero despreocúpate, ninguno de esos adjetivos me toca. No creo haberte leído mal: desde tu perspectiva mi opinión peca de mezquina porque no tengo la capacidad de pensar en otros porque no soy padre de familia (insisto, como si fuera la única condición posible para ponerse en el lugar de los otros -además de la mezquindad intrínseca de esta postura que tú suscribes: los "otros" se acotan a la familia inmediata. Ummmmm, eso sí es mezquino). Pero no es difícil sostener que puede postularse un ideal de sociedad que sea inclusivo con los demás miembros de la sociedad sin necesidad de tener, como condición previa para ello, una relación de patria potestad. No insisto en esto, no abona.
Aciertas, en todo caso, en un punto: mis aspiraciones materiales no son muchas, ni me pierden de lo que realmente me importa (disfruto mucho más ciertos intangibles). Lo mío son los gustos sencillos y la mente compleja (de cuando en vez complejizo mis gustos en la elección de un vino o de un libro, lo que no quita la sencillez de su disfrute -acaso la maximiza). Dicho lo cual no entiendo porque admitir que yo me encuentro en la orilla de Epicuro en vez de la orilla de Ivan Boesky -aquel que inspiró el personaje de Gordon Gekko en la película Wall Street y que declaró que la avaricia era saludable- me impide tener un concepto de sociedad inclusiva.
Sobre las primarias de AP, el experimento me pareció interesante, entre otras cosas, por el tamaño de la apuesta. Hubo lugares donde el experimento salió mal por distintas razones, las que lejos de constituir motivos de desánimo deberían servir de aprendizaje para un mejor desarrollo de esta propuesta. Pretender que se tire al traste la propuesta por generalizar las acciones de una minoría, me parece una actitud despreciable.
Sobre el voto facultativo, coincido contigo en que la Asamblea Constituyente fue una oportunidad perdida. (Aquí un post sobre el voto facultativo y las elecciones primarias: http://xaflag.blogspot.com/2006/02/yo-no-quiero-ser-presidente.html).
Que le atribuyas a Correa instituir la impunidad y el cinismo es falaz: la impunidad y el cinismo no son sus atributos sino los atributos que, lamentablemente, han solido caracterizar a los políticos ecuatorianos.
Y finalmente, sobre si existe el Estado de derecho en el Ecuador, la respuesta es no. Nunca ha existido tampoco. Pero sí creo que hoy se tiene un diseño institucional que lo favorece y unas mayores posibilidades de hacerlo realidad. Lo que no será inmediato ni depende de Correa (y será, acaso, a pesar de él) sino de nosotros, los ciudadanos que somos quienes en definitiva siempre hemos sido (sin nunca querer hacernos cargo) los culpables de no desarrollarlo, sea por acción u omisión, y más, mucho más por lo segundo. Saludes.

quark schiz dijo...

autor de quien pueden hacerse una miríada de lecturas lo que está lejos de parecerme un defecto. Nietzsche es un pensador potente y asistemático

Lo que me parece una tomadura de pelo es pretender usar una sentencia de Nietzsche como comodín retórico. Que haya sido un pensador potente no signfica que un dicho suyo valga como justificación para esto. Una cosa es su persona y otra son sus escritos. Es casi como cuando un cristiano de pacotilla, para darle fuerza a su teísmo, te sale con que Einstein dijo que "Dios no juega a los dados", como en "¿Te crees más listo que él?" (Vale como ejemplo aunque admito que ellos usan esa cita groseramente fuera de contexto.) Es un argumento de autoridad (de los malos), así que desde luego que me parece falaz. Hasta me recuerda a los magister dixit del Jorge Luis Pérez.

Xavier dijo...

qs, gracias por comentar la frase. Veamos.
“Me parece una tomadura de pelo (…) usar una sentencia de Nietzsche como comodín retórico”.- No entiendo cómo ni a quién le toma el pelo el uso, sí retórico pero al mismo útil para precisar una idea, que hago de un aforismo de Nietzsche.
“Que haya sido un pensador potente no significa que un dicho suyo valga como justificación para esto”.- No lo vale porque sea un pensador potente, sino porque la frase se ajusta a lo que quiero significar (con lo cual no es “desubicada” como tú sugeriste): que este tránsito de “país inmóvil” a “país convulso” significa una apuesta que puede provocar una sociedad más inclusiva y democrática. No es seguro que así sea, ni mucho menos (y de nuevo, no depende solamente de este Gobierno que así sea tampoco) pero es una posibilidad abierta.
“Una cosa es su persona y otras son sus escritos”.- Enhorabuena que hacemos esta distinción porque es lugar común el uso la falacia ad hominen, impropia, por supuesto, en cualquier debate serio.
Sobre lo de Einstein, que sean los cristianos (de pacotilla o no) quienes se hagan cargo de sus dichos al respecto y del resto de sus necedades. A mí ese argumento me parece pésimo, pero tendrías que probarme de qué manera yo lo replico con mi uso de la cita de Nietzsche: ellos (los cristianos de pacotilla, según tus palabras) simplemente afirman que dios existe porque Einstein lo dijo; yo afirmo que esta situación de país convulso que puede producir un cambio interesante se evoca con mi cita nietzscheana (el uso, insisto es retórico, con lo cual es perfectamente prescindible: pero no es equivocado y sí útil para destacar mi punto –la razón esencial para formular una cita).
De lo anterior se desprende que no se trata de un argumento de autoridad (no pretendo la validez de mi argumento sólo porque Nietzsche lo haya dicho) con lo cual no percibo que sea falaz. Podemos discutir, claro está, si lo que sostengo es válido en razón de sus premisas o por la validez de la conclusión que derivo de las mismas (cosa muy distinta que impugnar la validez de la cita) y de eso se trata este espacio, de realizar ese tipo de debates. Pero insisto que no percibo por todo lo antedicho que la cita constituya falacia de ninguna especie.
Gracias por citar a J. L. Pérez, suelo ser divertido leerlo y hace algún tiempo que no lo hacía.
Salute y buen viento de viernes.