Un texto y una foto (écrasez l’infâme)

25 de abril de 2009

El texto, “El factor Dios” de José Saramago; la foto, la del sensato anuncio de un bus londinense auspiciado por Richard Dawkins y Ariane Sherine:

"En algún lugar de la India. Una fila de piezas de artillería en posición. Atado a la boca de cada una de ellas hay un hombre. En primer plano de la fotografía, un oficial británico levanta la espada y va a dar orden de disparar. No disponemos de imágenes del efecto de los disparos, pero hasta la más obtusa de las imaginaciones podrá 'ver' cabezas y troncos dispersos por el campo de tiro, restos sanguinolentos, vísceras, miembros amputados. Los hombres eran rebeldes. En algún lugar de Angola. Dos soldados portugueses levantan por los brazos a un negro que quizá no esté muerto, otro soldado empuña un machete y se prepara para separar la cabeza del cuerpo. Esta es la primera fotografía. En la segunda, esta vez hay una segunda fotografía, la cabeza ya ha sido cortada, está clavada en un palo, y los soldados se ríen. El negro era un guerrillero. En algún lugar de Israel. Mientras algunos soldados israelíes inmovilizan a un palestino, otro militar le parte a martillazos los huesos de la mano derecha. El palestino había tirado piedras. Estados Unidos de América del Norte, ciudad de Nueva York. Dos aviones comerciales norteamericanos, secuestrados por terroristas relacionados con el integrismo islámico, se lanzan contra las torres del World Trade Center y las derriban. Por el mismo procedimiento un tercer avión causa daños enormes en el edificio del Pentágono, sede del poder bélico de Estados Unidos. Los muertos, enterrados entre los escombros, reducidos a migajas, volatilizados, se cuentan por millares.

Las fotografías de India, de Angola y de Israel nos lanzan el horror a la cara, las víctimas se nos muestran en el mismo momento de la tortura, de la agónica expectativa, de la muerte abyecta. En Nueva York, todo pareció irreal al principio, un episodio repetido y sin novedad de una catástrofe cinematográfica más, realmente arrebatadora por el grado de ilusión conseguido por el técnico de efectos especiales, pero limpio de estertores, de chorros de sangre, de carnes aplastadas, de huesos triturados, de mierda. El horror, escondido como un animal inmundo, esperó a que saliésemos de la estupefacción para saltarnos a la garganta. El horror dijo por primera vez ‘aquí estoy’ cuando aquellas personas se lanzaron al vacío como si acabasen de escoger una muerte que fuese suya. Ahora, el horror aparecerá a cada instante al remover una piedra, un trozo de pared, una chapa de aluminio retorcida, y será una cabeza irreconocible, un brazo, una pierna, un abdomen deshecho, un tórax aplastado. Pero hasta esto mismo es repetitivo y monótono, en cierto modo ya conocido por las imágenes que nos llegaron de aquella Ruanda-de-un-millón-de-muertos, de aquel Vietnam cocido a napalm, de aquellas ejecuciones en estadios llenos de gente, de aquellos linchamientos y apaleamientos, de aquellos soldados iraquíes sepultados vivos bajo toneladas de arena, de aquellas bombas atómicas que arrasaron y calcinaron Hiroshima y Nagasaki, de aquellos crematorios nazis vomitando cenizas, de aquellos camiones para retirar cadáveres como si se tratase de basura. Siempre tendremos que morir de algo, pero ya se ha perdido la cuenta de los seres humanos muertos de las peores maneras que los humanos han sido capaces de inventar. Una de ellas, la más criminal, la más absurda, la que más ofende a la simple razón, es aquella que, desde el principio de los tiempos y de las civilizaciones, manda matar en nombre de Dios. Ya se ha dicho que las religiones, todas ellas, sin excepción, nunca han servido para aproximar y congraciar a los hombres; que, por el contrario, han sido y siguen siendo causa de sufrimientos inenarrables, de matanzas, de monstruosas violencias físicas y espirituales que constituyen uno de los más tenebrosos capítulos de la miserable historia humana. Al menos en señal de respeto por la vida, deberíamos tener el valor de proclamar en todas las circunstancias esta verdad evidente y demostrable, pero la mayoría de los creyentes de cualquier religión no sólo fingen ignorarlo, sino que se yerguen iracundos e intolerantes contra aquellos para quienes Dios no es más que un nombre, nada más que un nombre, el nombre que, por miedo a morir, le pusimos un día y que vendría a dificultar nuestro paso a una humanización real. A cambio nos prometía paraísos y nos amenazaba con infiernos, tan falsos los unos como los otros, insultos descarados a una inteligencia y a un sentido común que tanto trabajo nos costó conseguir. Dice Nietzsche que todo estaría permitido si Dios no existiese, y yo respondo que precisamente por causa y en nombre de Dios es por lo que se ha permitido y justificado todo, principalmente lo peor, principalmente lo más horrendo y cruel. Durante siglos, la Inquisición fue, también, como hoy los talibán, una organización terrorista dedicada a interpretar perversamente textos sagrados que deberían merecer el respeto de quien en ellos decía creer, un monstruoso connubio pactado entre la Religión y el Estado contra la libertad de conciencia y contra el más humano de los derechos: el derecho a decir no, el derecho a la herejía, el derecho a escoger otra cosa, que sólo eso es lo que la palabra herejía significa.

Y, con todo, Dios es inocente. Inocente como algo que no existe, que no ha existido ni existirá nunca, inocente de haber creado un universo entero para colocar en él seres capaces de cometer los mayores crímenes para luego justificarlos diciendo que son celebraciones de su poder y de su gloria, mientras los muertos se van acumulando, estos de las torres gemelas de Nueva York, y todos los demás que, en nombre de un Dios convertido en asesino por la voluntad y por la acción de los hombres, han cubierto e insisten en cubrir de terror y sangre las páginas de la Historia. Los dioses, pienso yo, sólo existen en el cerebro humano, prosperan o se deterioran dentro del mismo universo que los ha inventado, pero el ‘factor Dios’, ese, está presente en la vida como si efectivamente fuese dueño y señor de ella. No es un dios, sino el ‘factor Dios’ el que se exhibe en los billetes de dólar y se muestra en los carteles que piden para América (la de Estados Unidos, no la otra...) la bendición divina. Y fue en el ‘factor Dios’ en lo que se transformó el dios islámico que lanzó contra las torres del World Trade Center los aviones de la revuelta contra los desprecios y de la venganza contra las humillaciones. Se dirá que un dios se dedicó a sembrar vientos y que otro dios responde ahora con tempestades. Es posible, y quizá sea cierto. Pero no han sido ellos, pobres dioses sin culpa, ha sido el ‘factor Dios’, ese que es terriblemente igual en todos los seres humanos donde quiera que estén y sea cual sea la religión que profesen, ese que ha intoxicado el pensamiento y abierto las puertas a las intolerancias más sórdidas, ese que no respeta sino aquello en lo que manda creer, el que después de presumir de haber hecho de la bestia un hombre acabó por hacer del hombre una bestia.

Al lector creyente (de cualquier creencia...) que haya conseguido soportar la repugnancia que probablemente le inspiren estas palabras, no le pido que se pase al ateísmo de quien las ha escrito. Simplemente le ruego que comprenda, con el sentimiento, si no puede ser con la razón, que, si hay Dios, hay un solo Dios, y que, en su relación con él, lo que menos importa es el nomb
re que le han enseñado a darle. Y que desconfíe del `factor Dios´. No le faltan enemigos al espíritu humano, mas ese es uno de los más pertinaces y corrosivos. Como ha quedado demostrado y desgraciadamente seguirá demostrándose". 


Valga recordar y poner en práctica lo escrito por Voltaire: “Écrasez l’infâme”.  Muy merecido se lo tiene.

17 comentarios:

Endivio Roquefort I dijo...

Totalmente de acuerdo con Saramago y con Dawkins. A lo que sólo cabría añadir (con Thatcher):

There's probably no society.

Ya. A disfrutar de la vida, ahora sí.

(Ah, y "l'infâme", svp.)

Xavier dijo...

ER, gracias por la internvención y la corrección. Es probable que no haya sociedad como tal: lo que sí, es que sí hay sociedad, miembros de la.
Enjoy. Salute.

Juan Sebastián Utreras-Carrera dijo...

Intro: (haciendo coro al serio y rancio humor negro que ornamenta esta entrada)

Primera escena (foto) la reverenda hermana Elsie Monje y su causa: los derechos humanos de los inhumanos, los minúsculos, los criminales, la escoria. Negligencia absoluta al derecho del resto de humanos.
Segunda escena (foto) la reverenda detrás del volante de un automóvil.
Tercera escena (imágenes sueltas) otra reverenda hermana, comedida, le abre la puerta del garaje a Monje; auto parado en lo alto de una empinada entrada, cuya puerta se encuentra al fondo.
Cuarta escena (relatos y narraciones, no fotos, por lo trivial y trillado del asunto) los intestinos de la segunda hermana, embarrando el portón del garaje, un auto abollado y salpicado de contenido fecal y gástrico de la desdichada.
Quinta escena (reincidencias de la vida) Elsie Monje llevándose por delante a un chapa en su motocicleta.
Nombre de la obra: (eufemismos de género, tema mimado de los de-de/hache-hache) ¡La monja loca! O su versión criolla: La novicia rebelde.

Los derechos humanos están, hoy, mas seguros que nunca, sabiendo que sus custodios andan por ahí rondando en un auto.

En fin…

Si Dios no existe, el ser humano debe abandonar toda idea de trascendencia. Materia cósmica reciclable. Energía que se transforma. ¿Qué mas da una vida más, una vida menos? Dios no existe. El ser humano no tiene ningún valor más allá que cualquier otro elemento que se encuentre en la naturaleza. ¿Por qué esforzarnos en darle a la vida un valor y proporciones exageradas, fruto de nuestro ejercicio mental, (otra nimiedad en el marco de irrelevancia cósmica de nuestra especie y planeta)? ¿Vivir por el placer y nada mas? (cualquier cosa que esto –el placer- signifique para cada uno de nosotros) ¿Si no hay Dios, hay moral? ¿Importa la vida?

“…si hay Dios, hay un solo Dios, y que, en su relación con él, lo que menos importa es el nombre que le han enseñado a darle…” (sic) Flores dixit

Noticia: De pronto Dios si existe.

Pregunta: ¿Si existe la posibilidad de que haya Dios, o un dios, qué raciocinio te lleva a pensar en que es uno solo y no varios?

Xavier, a veces la ignominia de tus palabras rebasa el límite de tolerancia a lo ofensivo, la procacidad y destreza en la burda generalización y el estereotipo. Ojo, no te hicieron falta los adjetivos, ni lo escatológico. ¿O si?

Y así, como tú, yo también cito a François Marie Arouet:
“Si Dios no existiese, habría la necesidad de inventarlo”“La ignorancia afirma o niega rotundamente; la ciencia duda”

Y si hablamos de DDHH, valioso baluarte de la civilización, Voltaire dijo:

“La civilización no suprimió la barbarie; la perfeccionó e hizo más cruel y bárbara.”

Y éstas dos van con dedicatoria:

“La idiotez es una enfermedad extraordinaria, no es el enfermo el que sufre por ella, sino los demás.”“El secreto de aburrir a la gente consiste en decirlo todo.”

Endivio Roquefort I dijo...

Me refería al "factor Colectivo" que en ausencia de Dios sirve igualmente de coartada para todo tipo de inhumanidad y de atropello contra los derechos del individuo. "Where two or three gather in my name", poco importa si ese nombre sea de Yahvéh, o de la Patria, o del Pueblo, o del Proletariado: ahí estarán los garrotes, los bastones y las celdas.

Danny Ayala Hinojosa dijo...

Hay un problema en el artículo y es asumir que religión o fe equivale a genocidios, en buena parte es así pero nunca en su totalidad. Un segundo error, el creer así de simple que Dios (o una entidad a medio camino de entre lo que pensamos que es y su verdadera naturaleza) no existe. Yo me considero agnóstico, mas creo que mientras no haya pruebas en un sentido o en otro, deben evitarse las expresiones a rajatabla, simplemente no contamos ni con todos los hechos y quizá ni siquiera con las herramientas correctas para hacer las preguntas y encontrar las respuestas. Quizá la respuesta va más allá de nuestras actuales capacidades mentales y sólo será reconocible en el futuro, en fin, mejor evitar las expresiones tajantes.

Lo que sí vale es cuestionar la idea antropomórfica que casi todas las religiones tienen de Dios.

Tercer gran problema del artículo, no es el pretexto de Dios el único o mayoritario origen de la guerra y los crímenes humanos. El mayor y único generador de violencia y crímenes es la sed de poder, en donde la religión es pretexto, el Estado herramienta y la ideología el discurso.

Think about it

Xavier dijo...

JS, en breve:
1) La primera parte es torpe y solo revela mala leche de tu parte.
2) La segunda parte nos revela que para ti la moral sólo puede venir de una imposición (educativa, como has afirmado con entusiasmo digno de mucha mejor causa antes o, como en este caso, trascendental). El que para ti la moral necesite de esas fuentes sólo puede revelarnos la pobreza de tus ideas morales. Por lo demás, ni siquiera te molestaste en rebatir lo dicho por Saramago: erraste el punto, como sueles hacerlo. Finalmente, sobre las dos citas finales de Voltaire: se te agradece la precisión quirúrgica para elaborar tu autodescripción, la de un penoso idiota que nos aburre, la de un tontuelo que se pretende inteligente sin ahorrarse el ridículo de no entender la diferencia. Mejórate. Salute.
ER, yo podría referirme al “factor individual” que sirve de coartada “para todo tipo de inhumanidad y de atropello contra los derechos” de otros individuos. Hace tiempo que tengo la intención de escribir sobre este tema (de hecho, a partir de un comentario tuyo) pero no he tenido el tiempo suficiente para hacerlo, a finales de esta semana espero tenerlo. Dejemos esta discusión, muy interesante, para ese entonces.
DAH, gracias por intervenir:
1) No creo que el artículo asuma que necesariamente religión o fe equivalga a genocidio. El artículo sí afirma que las religiones han justificado la muerte de millones de personas a lo largo de la historia, lo que no es equivocado y es cuestión de leer historia para comprenderlo.
2) El énfasis de Saramago no está en probar que Dios no exista (no es un escrito que intenta hacer eso) sino en persuadirnos que “el factor Dios”, esto es, la idea de dios que algunos tienen es la que ha justificado la muerte de millones de personas en su nombre. Comprender eso, 2.1) lo puede hacer cualquier persona, creyente, agnóstica o atea; 2.2) no predica nada acerca de la existencia o inexistencia de dios, sino de la interpretación que de esa idea se ha hecho y que es la que ha justificado la muerte de millones de personas.
3) El artículo tiene el propósito de criticar “el factor Dios”, pero no excluye necesariamente el que existan otros generadores de crímenes. Así, la entrada la escribí para debatir sobre “el factor Dios” y no sobre esos otros generadores de crímenes. Pero de manera tangencial, te diré, primero, que decir “el mayor y único” es contradictorio (si algo es “mayor” es en comparación con algo, con lo cual no es único) y decirte que te quedas muy corto en tu descripción: te faltan las corporaciones transnacionales (ejemplos sobran) y las asociaciones de particulares para-estatales (Ku Klux Klan, por ejemplo). Salute.

quark schiz dijo...

En lo que falla el artículo de Saramago es en decir que "las religiones nunca han servido para aproximar y congraciar a los hombres". Eso me parece obviamente falso. Las religiones son un muy buen magneto colectivo. El factor Dios es excelente para sublimar las luchas y hasta para solapar intereses más mezquinos (eso ya suena marxiano). Es el tribalismo lo que verdaderamente nos fastidia.

El mensaje del bus sí que es decepcionantemente estúpido. Porque la mayoría de gente que quiere creer en Dios lo hace precisamente para no preocuparse demasiado por la vida. Como si no fuera conveniente creer que existe un Todopoderoso súper potente que a la final nos va a cuadrar las cosas para bien. Yo prefiero mi mucho más atinado buseto deísta (aunque no soy deísta ni tampoco agnóstico): "Dios sí existe, pero probablemente no se preocupa por ti, así que tú sí preocúpate nomás por tu vida".

Xavier dijo...

qs, coincido en que el “nunca” de la frase de Saramago es excesivo. Pero que “el factor Dios es excelente para sublimar las luchas” es equivocado: al contrario, ha sido la causa eficiente (las cruzadas, la matanza de San Bartolomé y un largo y sangriento etcétera) que las ha provocado o uno de los elementos que las azuzan (basta analizar en nombre de quien se realizó el 9/11 y en nombre de quien Bush lanzó su respuesta bélica: mira, en el enlace Richard Dawkins de la entrada el vídeo de google donde se avanzan algunas ideas a este respecto). Lo de “solapar intereses más mezquinos” que mencionas, no sé porqué pueda sonarte “marxiano” (en todo caso, marxista, ja). A mí me suena mucho más a historia de las instituciones eclesiásticas. Lo del “tribalismo”, te ruego te explayes un poco para discutirla.
Sobre el mensaje del bus: no coincido en que “la mayoría de la gente que quiere creer en Dios lo hace precisamente para no preocuparse demasiado por la vida” y menos por la razón de que “a la final [un Todopoderoso súper potente] nos va a cuadrar las cosas para bien”. La religión suele añadir a las preocupaciones terrenas las preocupaciones por la salvación del alma y no solo suele añadir una preocupación estrictamente personal sino la preocupación denodada por la vida de los otros miembros de la sociedad (toda semejanza con la lamentable campaña en el referendo reciente no es, en lo más mínimo, mera coincidencia). De hecho, el contexto de la campaña racionalista del bus “was originally started as a positive counter-response to the Jesus Said ads running on London buses in June 2008. These ads displayed the URL of a website which stated that non-Christians "will be condemned to everlasting separation from God and then you spend all eternity in torment in hell … Jesus spoke about this as a lake of fire prepared for the devil". Our rational slogan will hopefully reassure anyone who has been scared by this kind of evangelism”, según lo puedes constatar en el enlace Ariane Sherine de la entrada. Por cierto, si los creyentes en Dios suscribieran tu frase (muy parecida a lo que sostenía el admirable Epicuro, por cierto) la humanidad se habría ahorrado millones de muertes, entre tantas otras cosas. Saludos.

Anónimo dijo...

Despues de la reeleccion del Alcalde bigoton porteño... he visto como algunos de sus coidearios en el facebook han proclamado vitores mezclando su triunfo con iluminaciones divinas a la figura del alcalde... Pidiendo con todo fervor religioso iluminacion para el resto del Ecuador...
Es un poco penoso, ver esta absurda diosificacion de un funcionario publico... Es un poco peligroso el grado de dividir... un guayaquil santo y bendecido por Dios por haber reelecto al Alcalde y un resto del Ecuador maldecido por haber reelecto al Presidente... Estas viscerales valoraciones de las masas pueden ser muy mal manejadas si la confrontacion entre Alcalde y Gobierno se intensifica (cosa que espero que ya no ocurra)....
Para terminar... el avance de la religion en temas politicos en Ecuador es una de las cosas que mas hay que tener en cuenta...Pues, en un futuro no muy lejano el fanatismo religioso vinculado a intereses politicos puede robotizar a muchisima gente a cometer locuras, acusando y/o apuntando con el dedo ( o un rifle) a todos los que profesamos una independencia religiosa y etc... !!! Atencion!!!

Juan Sebastián Utreras-Carrera dijo...

Xavier, creo que hablo muy difícil para ti. Te lo voy a explicar en “beginners mode” (modo fácil):

La primera parte, aquella en la que miento a Elsie Monje, precisamente tiene esa intención: la de ser procaz y enfatizar una mala leche. La utilicé de manera intencional, para enfatizar la estupidez detrás de mi introducción, y contrastarla con la sandez tuya, que usaste como introducción a tu post. Puede que mi histrionismo haga que mi introducción sea mas bien un tanto burda, mientras la tuya un tanto mas "sofisticada". No obstante, ambas son de igual laya. Si lo que pretendes es crear un estado de animadversión en el que te lee, lo haces bien. Yo simplemente uso el mismo recurso, para comprobar la falacia e intención de tus palabras.

Tu, como hombre de leyes, sabes que no es posible endilgar o atribuir un fenómeno de causa-efecto directo entre la religión, y sobre todo, el creer en un Dios, con el nombre específico que a uno le hayan inculcado, y la razón y explicación a los exterminios, guerras y masacres. Eso es pecar de falaz y de estar cargado de un profundo hipotiroidismo. Al final no es la religión, sino los hombres, que someten a otros, por acciones de “convencimiento” fundadas en cualquier palabrería, sea esta religión o revolución ciudadana. Habemos quienes profesamos y practicamos una religión (mal o bien, pero nos suscribimos a ella) y jamás, en nombre de ella, por ella, y con ella, procederíamos a cometer o justificar tales atrocidades. Lo que hiciste, es simplemente generalizar hechos aislados. Malo, malo, malo… muy malo, que un abogado que se valga de esas maromas.

Afortunadamente, surtió efecto en ti, mi prólogo. Te molestaste, porque me agarré de una imagen venerada por los de los de-de/hache-hache. Hice lo mismo que tu. Me esforcé en crear en la mente de los que leen, una idea chueca sobre los de-de/hache-hache y una de sus representantes, y asociarla con muerte, tripaje desparramado y demás ornamentos sanguinolentos.

Sin embargo, quedó claro que solo entendiste la mitad, pues no captaste el mensaje; y como yo se que a los de los de-de/hache-hache, les jode que se metan con la hermana Monje y sus involuntarios, pero lamentables accidentes detrás del volante, lo hice. (En eso, son altamente predecibles los de esta congregación de ateos humanizadotes.) Sabemos que lo de ella, fueron accidentes desafortunados. Nada más. Yo se, que tu no lo vas a aceptar, y te vas a negar, bien sea por conveniencia, bien sea por mal fe, bien sea por desconocimiento, que he demostrado tu mal intencionada actitud, oculta en relatos cruentos asociándolos con el hecho de creer en Dios, o en un dios. ¡Falacia ad wadever!

Yo usé a Monjé solo para develar tus malas intenciones, y no porque esté convencido de lo que escribí en aquel libelo, tu, en cambio, lo haces con premeditación y alevosía, como un acto de proclamación de fe, y testimonio que debe ser aceptado sin mas. Te gusta pontificar. ¡Mañosín, mañosín!

¿Cachaste?

Ahora, en cuanto a lo segundo, me voy a extender un poquito. Voy a desmenuzar un pite el asunto, para que luego, “cojas” la idea. Disculpa lo aburridor, pero tus temas no merecen nada menos. Tú proclamas ser ateo, cual credo que profesas, cosa curiosa, pero bueno, que le vamos a hacer, todos tienen derecho a creer en algo, o a creer en no creer en algo. Cosa de los derechos humanos dicen.

De cualquier modo, tu afirmas ser ateo, es decir, niegas la idea de Dios, o de un dios. Evidencia número 1.

Los ateos sustentan su postura en la razón, en la ciencia, en la lógica y en lo absurdo que resulta pare ellos, que alguien pueda creer en algo, por encima de cualquier evidencia científica o prueba fehaciente. Desdeñan de aquel acto irracional, al que otros llamamos Fe. Evidencia número 2.

El ateismo, por si mismo y por lógica, niega cualquier asunto que tenga que ver con lo espiritual, con la idea de trascendencia del ser humano en este planeta y en el universo.

Según los ateos, creer en Dios, o en un dios, es simplemente un acto irracional, que no obedece a ningún proceso lógico, ni a ninguna premisa científica. Evidencia número 3.

¿Qué nos impulsa a creer que el hombre es algo mas importante en este planeta o en el cosmos? ¿Qué raciocinio lógico suporta la idea de que los humanos somos especiales en éste universo? De acuerdo a la simple lógica humana, el hombre, (hombres y mujeres, si se desea ser aburridor con las idioteces de género) es un ser limitado física, intelectual y temporalmente. Somos finitos. Somos imperfectos. La propia lógica humana es eso, humana, y por lo tanto, finita, limitada e imperfecta. Somos simplemente partículas cósmicas fugaces, con un principio y un fin, tanto desde el punto de vista individual, como desde el de especie. Evidencia número 3.

El ateismo no puede aceptar, por lógica, la idea de que los seres humanos tenemos un propósito en el universo, de que el espíritu de la humanidad pueda prolongarse, extenderse y perpetuarse en este cosmos. Eso es caer, según la lógica, en ideas que se sustentan en creencias irracionales, fuera de todo “soporte técnico”.

Desde el punto de vista macro, el universo es infinito, y tal parece, eterno. Eso, independientemente de cualquier creencia o religión. La ciencia, hasta donde ha llegado, sostiene aquellas dos ideas. Evidencia número 4.

A parte de la inteligencia, (superior hasta cierto punto y de manera relativa) ¿qué nos hace diferentes de los otros seres vivos de éste planeta? ¿Qué nos hace creer que somos mas importantes o valiosos?

Todo en la naturaleza, en el universo, se rige bajo sus propias leyes, las cuales son inherentes a cada uno de esos elementos que conforman y constituyen el universo. Los animales, las plantas funcionan y se desenvuelven de acuerdo a los dictámenes de sus propias naturalezas. Evidencia número 5.

¿Qué es la moral, los principios, las virtudes? Conceptos creados por la mente de los humanos. Es decir, ideas originadas de un pensamiento imperfecto, limitado, finito, no en la naturaleza inherente del animal hombre. Se fuerza al hombre a pensar y actuar de una manera tal, que esté conforme con esos conceptos, se lo reprime, si sus actos y pensamientos se contraponen a esos conceptos “universalmente” universalizados.

¿Por qué el hombre tiene que someterse a los deseos de otros hombres? ¿Por qué un individuo tiene que acomodar, refrenar y supeditar sus actos, (esos que son propios a su naturaleza) a ideas como las costumbres, la moral, los principios y valores? ¿Por qué no podemos actuar como criaturas puramente cósmicas, sin ataduras artificiales que coartan nuestra inherente espontaneidad? Según la lógica atea entonces, las leyes creadas por el hombre, para someterlo, para controlarlo, para encausarlo, deberían ser simplemente antinaturales.

La moral, por lo tanto, no tiene cabida en el pensamiento ateo. Si se quiere ser ateo de verdad, entonces, no se debe negar la libre y espontánea manifestación de la naturaleza inherente, ley suprema, que rige al animal llamado hombre. En otras palabras, el momento que queremos aceptar que hay una moral, unas leyes, unos principios y valores humanos, (artificios que no se sincronizan con la espontánea naturaleza del ser humano) simplemente damos cabida a ideas “espirituales” a absurdos irracionales. La ley de la selva es la que debería premiar e imponerse entre nosotros. Eso, si pensamos con una lógica ajena a cualquier principio sobrehumano. La vida debería ser valorada en proporción a su mera utilidad para la especie y su perpetuación en el tiempo. Cualquier otra idea de respeto a la misma, es simplemente absurda. No se diga de los derechos humanos, imposiciones políticamente correctas.

Entonces, si no se acepta la idea de que existe Dios, o un dios, simplemente tampoco se puede acepta nada que tenga que ver con lo religioso, lo teológico, lo teísta, lo “mágico”, lo irracional. La lógica niega lo irracional, no así en el sentido inverso. El ateismo se basa en la lógica. No puedes ser ateo, y aceptar ideas y conceptos –léase, moral, principios, valores, leyes- que se fundamentan en cuestiones espirituales, (irracionales) y que atañen al hombre solo cuando se pretende mirarlo desde una perspectiva de trascendencia en este mundo, en este universo, en el tiempo y en el espacio. Eso solo cabe en donde la razón se encuentra con la Fe. No puedes defender la moral, si no crees en Dios, en un dios. No puedes creer en cosas irracionales e ilógicas, si la lógica domina tu mente. Eso no es ser un buen ateo.

Se que te cuesta discurrir sobre estos temas, si no es con algún texto que puedas citar. Se que te es difícil entender, pues eres concreto, y no aceptas lo irracional, aunque lo practicas y lo defiendes, cuando hablas de derechos, de moral, de importancias sustanciales del ser humano y su esencia. No espero mucho de ti. No creo que puedas rebatir estos argumentos con ideas y no con ataques como tildarlos de que son aburridores. Te escurres y escurres el bulto. Te vas por las tangentes.

Fresco broder, tu tienes la razón todo el tiempo, tu ganas. No pensé que de eso se tratara tu blog.

Por cierto, así no contestes a las demás preguntas, ni rebatas mis palabras, solo te pido que nos cuentes ¿de qué manera positiva contribuye tu blog con la sociedad? Y te ruego me des respuestas basadas en hechos reales, no especulaciones. Lo que tu pienses y quieras de y para una sociedad, lo aplicarás y ejecutarás, en la medida de tus capacidades y limitaciones, independientemente de si tienes o no, un blog; independientemente de si alguien en ese blog te quiere hacer ver las cosas de otra manera, pues no lo vas a hacer. ¿En qué manera, ahora si, concreta, tu blog, o cualquier otro, contribuyen al desarrollo, bienestar, progreso de un país o del mundo? [Evita colar temas espirituales, o ideas de enriquecimiento personal, etc, que eso no debe tener cabida en la lógica de un ateo. Ni tampoco te compares con un medio de comunicación –léase prensa corrupta-.] El punto es, ¿Cuál es la real, y no virtual, contribución de los blogs?

Endivio Roquefort I dijo...

Sobre el dichoso bus: de acuerdo, Dawkins se perdió la ocasiòn de glosar la inexistencia divina de una manera más memorable. Prefiero a Woody Allen:

"Not only is there no God, but try getting a plumber on weekends."

Sin embargo, en defensa del aludido y en honor a la verdad debo decir que cuando dejé de creer en Dios, a la edad de 15 años, el efecto inmediato sobre mi estado anímico sí fue muy positivo. Más que nada, me sacaba de quicio ese modo de que el Tipo de las barbas blancas me miraba desde allá arriba mientras me hacía una paja.

Xavier dijo...

Anónimo, suscribo tu preocupación en ese sentido. Que la religión no se inmiscuya en política es un mínimo en una sociedad democrática.
JS, insistes en aburrir. En breve:
1) La referencia a EM no deja de parecerme una imbecilidad profunda.
2) No sostengo que toda persona que practique una religión comete una atrocidad. Digo (al amparo de tu tocayo JS) que la idea de religión ha servido para que algunos justifiquen atrocidades: este matiz anula tu torpeza. Lee un poco de historia para que lo entiendas (una para dummies te bastará).
3) Yo nunca he dicho que soy ateo (no lo soy, ni encontrarás en esta bitácora ni en ninguna otra parte el que yo haya escrito que lo sea) ni tampoco se desprende el ateísmo de la frase que auspiciaron Dawkins y Sherine en el bus, con lo cual toda tu torpe y aburrida argumentación al respecto pierde sentido.
4) Solo un detalle tangencial con relación a tu perorata sobre los ateos. El que sostengas que todo fundamento de una moral es necesariamente trascendente es de una imbecilidad profunda. Lee a Kant, nene (una versión para dummies será suficiente) para desasnarte.
5) Noto que tienes afán de adjudicarme varios adjetivos, etc. Que lo sepas: le concedo una importancia igual a cero a lo que pienses sobre mí y no tengo interés ninguno en rebatirlos.
6) En lo concreto, escribo una bitácora porque a pesar de papanatas como tú, lo disfruto. En lo difuso, porque puede que a algunas personas les parezca interesante. Esas dos razones son suficientes.
Finalmente, consíguete un oficio, JS, además de este lamentable rol de troll. Suerte en el intento.
ER, jajaja, benissimo. En todo caso, a diferencia de WA cuya deliciosa intención es provocar risas, Dawkins respondió a un argumento de grupos religiosos. Suscribo plenamente tu razón para el agnosticismo. (Aunque habría que matizar: no hay que olvidar el placer que provoca la transgresión. Precisamente, lo que me gusta de las religiones es que permiten pecar: ese solo hecho, a ratos, las justifica, ja.)

quark schiz dijo...

Pero por supuesto que las religiones sirve para sublimar todas esas cosas. Para alguien bien creyente dar la vida porque Dios así lo quiere es una forma de ennoblecer esas matanzas y honrar esos sacrificios. (No hablo de sublimación en el sentido ¿psicoanalítico?)

Digo que eso me sonó a lo que diría un marxista porque ellos son bien cínicos al respecto. Los marxianos suelen decir que esas pendejadas identitarias (etnia, raza, religión, género, etc.) son una cortina para solapar los verdaderos intereses (los materiales). Yo no creo que sea tan así, eso me parece muy reduccionista.

Me parece evidente que las religiones ayudan a muchas personas a mitigar las preocupaciones cotidianas. Porque proveen de respuestas facilonas y prejuicios simplones a muchas cuestiones complejas de la vida. Lo místico y la idea de trascendencia sirve como un gran consuelo para la gente a la que le aterra su finitud, impotencia y vulgaridad. Quienes son afines al pensamiento religioso pero que no se suscriben a una religion organizada lo hacen a otras pajas New Age que les ofrecen casi lo mismo. Además esas preocupaciones por la salvación del alma y el chantaje del infierno es algo que hoy en día los creyentes ya no se lo toman tan en serio (la mayoría de creyentes adultos, alrededor del 70%, no creen en el infierno). Así y todo yo no los envidio. Y eso de preocuparse por la vida de los otros miembros de la sociedad es algo común en animales políticos como el hombre. No se necesita de Dios relamente: basta hallarle justificaciones en utopías o en alguna idilidad que se venda como pedazo de cielo para delinquir y sojuzgar al resto (he visto por ejemplo ciertas comunidades seculares en YTube que dan escalofríos francamente), eso hasta Ricardo Dawkins lo admite. Y con tribalismo solamente me refiero a la exacerbación del sentido de pertenencia a un grupo (es una forma de colectivismo y bien atávica).

azul dijo...

aunque seguro estaré sobregeneralizando, me da la impresión que muchos dizque 'agnósticos' son en realidad creyentes solapados.

como mi vecino que es protestante practicante (según él mismo) pero una vez le gustó una man que le explicaba cómo si bien no se puede asegurar 100% el 'no es/no existe', la mejor evidencia disponible apunta a que lo más probable es que no exista el tal dios. según la man, la postura coherente de alguien racional era reconocerlo así. yo lo veía palidecer y me cagaba de la risa esperando su respuesta. y el muy sinvergüenza, carraspeó y le dijo, 'exacto, yo por eso soy agnóstico.'

por cierto, además de teos, ateos, panteos, 'no hemos definido/no nos hemos hecho las preguntas adecuadas', habrán los no teos ¿no? los que tienen otras cosas en qué pensar y cuando no las tienen miran al techo buscando arañas.

Fernando dijo...

Dios al estilo de los Cristianos y otras religiones (Todopoderoso, vigilante de cada uno de los actos que hacemos, castigador, etc.) no existe y si existe tiene un sentido del humor muy extraño porque sino como justificar las barbaridades e injusticias que ocurren en este mundo. Humanizar a Dios es llevarlo a lo más bajo, para eso el cuento de Jesús (con inseminación artificial, aves santas y demás) basta y sobra.

L Mideros dijo...

Resulta harto difícil separar el debate del factor dios, como lo plantea JS, del debate interminable sobre la existencia de dios, pero trataré, de pronto sin mayor resultado, de deslindar un poquitín el campo.

Las religiones (no sé si todas, pero me parece) no tienen vocación de racionalidad ni sentido democrático, y es que no pueden tenerlos sin perder su naturaleza esencial. Ellas existen alrededor de dogmas de verdad absoluta no sujetos a discusión alguna (si disientes puedes terminar con tu alma en el fuego eterno o, por lo menos, con tu transitoria carne en fuego de verdad). Cada religión libra una guerra permanente contra el demonio y el mal, encarnado en pecadores, incrédulos, herejes, ateos e impíos (los agnósticos suelen ser ignorados)y para una mejor gestión se organizan en jerarquías de facto, bendecidas desde lo más alto, que tampoco admiten discusión alguna. Como tampoco se discute el rol subordinado que las religiones (no se si todas pero me parece) asignan a la mujer.

Para cualquier persona con sentido democrático (o sentido común, da igual) resulta extremadamente peligroso que organizaciones de tal naturaleza dominen espacios públicos y manejen poder político. La historia y la TV muestran hasta la saciedad las nefastas consecuencias. Recuerde las torres en llamas y la invasión a Iraq. Piénse en los países donde el fundamentalismo musulmán está al mando.Imagine las naciones europeas en la edad media.

Quisieramos creer que el materia religiosa el mundo avanza a la par de los paises de occidente donde con altos y bajos, hemos asistido a una progresiva secularización y pérdida de poder de la iglesia católica, acompañado del avance progresivo de la racionalidad y la democracia.

Eso no significa necesariamente disminusión de religiosidad (o si?). Prestando unos felices personajes de líneas arriba, un marxista (ellos nunca se asombran de nada) diría que el factor dios es una manifestación de la lucha entre las verdaderas fuerzas subyacentes en la sociedad, y un marxiano no perdería la ocasión de asombrarse de que la religiosidad no amaine, mientras observa desde la vereda la procesión de Cristo del Consuelo.

eduiracheta dijo...

lo siento pero me gustaria tener mas tiempo para comentar del q dispongo, asi que felicidades por este blog y sigue asi
saludos