King Eric

7 de junio de 2009

Oh, ah, Cantona, ran away with the teacher’s bra (lo que, traducido al castellano y con pérdida de rima, significa, Oh, ah, Cantona, huyó con el sostén de la profesora) era el estribillo de moda que cantaban los niños de Inglaterra durante el período que Eric Cantona reinó en ese territorio. El francés desembarcó en 1992 en la isla para transformarles su juego mecánico, aéreo y desabrido en un vistoso espectáculo de pelota al piso y creatividad. Para precisar este cambio, Nike acuñó el eslogan “1966 fue un gran año para el fútbol británico, nació Cantona” lo que convierte en inmediata nota al pie el único campeonato mundial de los inventores del football. El King Eric reinó en Inglaterra al amparo del lema “juego con fuego y pasión” enfundado en la casaca roja del Manchester United y con el número 7 en su espalda; esa casaca número 7 que heredó un rubito metrosexual de apellido Beckham, quien después de pingües negocios con su imagen y (en ocasiones) con su talento, se la traspasó al metrosexual morocho que comparte apellido con un gordito célebre (Ronaldo) de quien se sabe que se entusiasma cuando su cuello caballudo y su tenso rictus lo delatan y que conoció de primera mano de qué se trata este vistoso espectáculo de pelota al piso y creatividad que siempre propugnó Cantona el pasado miércoles con la victoria 2 a 0 que el Barça de la Pulga Messi le propinó al Manchester United en la final de la Champions League. Podemos suponer a quién aplaudió King Eric: este hosco monarca de pocas palabras no es defensor tanto de territorios, como de conceptos: a él, como a Eduardo Galeano (quien lo confiesa al inicio de su bellísimo El fútbol a sol y sombra) le importa un rábano cuál es el club o el país que ofrezca el milagro del buen fútbol.

Como todo rey que valga la pena, King Eric cultivó el misterio y la excentricidad (que huya con los sostenes de las maestras acrecienta esta leyenda). Este lector de Baudelaire y Montesquieu, erudito y arrogante, que citaba a Sócrates en las entrevistas, declaró en mayo de 1997, con solo 30 años y en plenitud de su gloria: “Estoy en el pináculo de mi carrera, es el momento ideal para alejarme”; tiempo después, diría: “Cuando dejé de divertirme, me fui”. Abdicó, para mayor gloria de su tribu (de la realeza, me refiero) y lo hizo para dedicarse al cine, primero como actor (en Francia obtuvo el reconocimiento de la crítica por su rol en L’Outremangeur) y después como director: basó su primer corto en el cuento Tráeme tu amor, de Charles Bukowski. Cantona Abdicó, para hacer ahora lo que más le apasiona: rey sin corona.

La etimología rey nos conduce a rex que significa regulador: con el perdón de los reyes, regular es un oficio aburrido. El escocés Carlyle nos recuerda (De los Héroes, sexta conferencia) cuanto mejora la condición real con la palabra anglosajona King, originada en Könning “que significa can-ning, es decir, Hombre Capaz”. En el específico caso de King Eric, la capacidad de jugar con fuego y pasión (o sea, en las antípodas de quienes lo hacen para el bolsillo y la tele) y de aplicar ese exquisito juego en su propia vida: long live King Eric, merecido se lo tiene.

2 comentarios:

Fernando dijo...

Cantona fue el culpable de que me hiciera hincha fanático del Man U. Jugador como pocos que se quedó con un par de asignaturas pendientes como jugar un Mundial y ganar una Copa de Campeones de Europa (hoy es la famosa Champions).

En lo que si no estoy de acuerdo es en que critiques a jugadores por ser facheros (Beckham y CR), pues sus habilidades con la pelota son indiscutibles y los dos ganaron los títulos y jugaron los partidos que el gran Cantona nuncá ganó ni los jugó, algo deben tener ¿o no?.

Raul Farias dijo...

Loco, este post es una joyita. Lástima que nadie lo comente. Debe ser como la mayoria de obras surrealistas. Aunque la verdad a Cantona no tuve la oportunidad de verlo mucho. Los mas grandes que vi en futbol durante mi niñez fueron Francescoli y Zidane. Par de burgueses, poetas con el balon. Lo raro es que ahora me identifique con el juego de obreros de Gerrard y Lampard. Raro porque preferia tener en un equipo a Gerrard antes que a Messi

Saludos