31 de julio de 2009

Bet on black & bonus track

Hoy es el cumpleaños de Wesley Snipes. Para celebrarlo, tenemos su consejo cool & gambler de Passenger 57 (ese bodrio tan chistoso) :



Tengo clara mi estrategia para mi próxima visita al casino.

Bonus track: Wesley Snipes es el contrincante del “malvado” Michael Jackson en Bad, donde MJ es tan malo como podría serlo esto, ja.

Alberto Montt (dosis diarias)

Lo encontré en un sitio web local que reviso de manera muy escasa y siempre me pareció que era mucha calidad para el sitio en cuestión. Sospeché, gugleé, encontré: Alberto Montt tiene su ciberpágina de dosis diarias (su lema: mire sin compromiso y, si le gusta, vuelva) y está buenérrima.
Esta viñeta es la última que se ha importado al sitio web local, que corresponde al 28 de julio en la página de Montt. Valga decir que tiene razón: en comparación, la tortura china es una estadía paga para un cachondo en un resort cinco estrellas con deseosas muchachas pulposas alrededor.
Dios no juega a los dados, dijo un judío célebre. Pero a unas apuestas con don Sata on friday night no se le arruga el Barbas (aunque se chinguen la Riviera Maya).
Sin contar con la desagradable presencia de un tal Judas (aunque algunos sostienen que no es tan malo como lo pintan, eh).

30 de julio de 2009

Aguilar, Zerega et al. + bonus track


Ayer, la página editorial de diario El Telégrafo se dedicó en exclusiva a analizar de manera crítica a los medios de comunicación (en particular, a los medios públicos). Contribuyeron a este análisis crítico Wladimir Sierra, José Hernández, Javier Ponce, Roberto Aguilar y Tina Zerega. El resultado fue notable, pero en particular me animo a destacar los siguientes dos artículos:

1) El último hueso, de Roberto Aguilar. Aguilar es una de las pocas buenas plumas que yo he leído en un medio de comunicación local. Inteligente y agudo, con una capacidad de análisis en plena posesión de los matices de las palabras que escogía, con las que solía realizar asociaciones delirantes y desarrollar un poco común sentido del humor, Aguilar escribió de manera regular en diario El Universo (de donde se conoce que salió porque el diario le censuró la publicación de este artículo en el que hacía referencia a los hermanos Isaías –lo cuelgo en su versión de RedVoltaire, que es una ciberpágina piola que podría interesarles) y después escribió en diario El Comercio (del que no conozco con precisión las razones por las que no continuó allí). Aguilar apareció ayer en la página editorial de El Telégrafo con este artículo, durísimo e hipercrítico, sobre los medios públicos. Ojalá que no escampe.

2) A la altura, de Tina Zerega. Si están interesados en una lección abreviada de cómo se hace buen periodismo lean y relean este artículo de Tina Zerega. Impecable.

Bonus track: Ayer diario El Comercio publicó esta columna de Claudia López, la periodista de quien Rubén Darío Buitrón había hablado en su columna de El Comercio y en su bitácora, sobre la que comenté hace un par de días. Ganancia, mucha.

29 de julio de 2009

Voleando sobre Colombia


Tengo la impresión de que es difícil encontrar en la prensa local análisis sensatos sobre el conflicto colombiano y sus consecuencias para nuestro país. No sabría precisar si esta deficiencia se debe al interés de convertir la información que provenga de Colombia en casus belli contra el Gobierno ecuatoriano (una práctica que suele ejecutarse al amparo de la teoría de la sospecha y de la práctica de la injuria, que son las maneras usuales que tienen muchos de quienes hacen opinión pública en este país para presentar sus opiniones -porque ya saben, siempre es más fácil lanzar sospechas que razonar ideas y si se acompaña a esas sospechas de injurias todo es mucho mejor todavía, porque sabida es la ventaja que Alessandro Manzoni les atribuyó a las injurias por sobre los razonamientos, “la de ser admitidas sin pruebas por una multitud”) o por una combinación infeliz de ignorancia de los antecedentes y el contexto colombiano y de la pereza por averiguarlos, pero el hecho cierto es que la mayoría de análisis que yo recuerdo haber leído en la prensa local son de notoria superficialidad. Por citar un ejemplo entre tantos, cuando sucedió lo de Angostura no recuerdo que nadie en este país haya siquiera esbozado un análisis como el que realizó Rodrigo Uprimny sobre los riesgos de la defensa preventiva, la “jurídicamente reprobable y políticamente perturbadora” doctrina que Colombia (tan funcional siempre a los intereses de Estados Unidos y tan avezada discípula de su desprecio por el derecho internacional en tiempos recientes) aplicó contra Ecuador. Yo recuerdo haber hecho un intento de plantear la existencia de reglas del juego que deberían incorporarse a la discusión, pero una golondrina no hizo verano.
Porque existe este sombrío antecedente es porque me parecen todavía más valiosas las columnas recientes de Rubén Darío Buitrón y de Xavier Zavala Egas sobre el conflicto colombiano. Sus columnas son abrebocas para la discusión, puntos de partida para el debate: la de Rubén Darío Buitrón, que se publicó en diario El Comercio el sábado 25 (pero que cuelgo desde su blog para que quienes no lo conocen lo conozcan: ahí todo es ganancia) sobre el periodismo crítico a partir del trabajo de Claudia López y la de Xavier Zavala Egas (una de las pocas plumas que vale siempre leer) que se publicó ayer en diario Expreso sobre algunas consecuencias de la política de Uribe en su país. Ambos con un genuino interés por debatir en serio los antecedentes y el contexto del conflicto colombiano; un interés que, insisto, por mala fe o por ignorancia, se manifiesta escaso en la prensa local.
P.S.- Si les interesa un abrebocas de largo aliento para empezar a comprender el conflicto en Colombia, les ofrezco este artículo de Daniel Pécaut. Para empezar a volear el tema, no tiene pérdida.

28 de julio de 2009

Addenda a "Pasen y lean, la tendenciosidad"


No había leído este editorial de El Universo hasta el día de hoy en que Héctor Chiriboga lo cita para su columna de diario El Telégrafo. El editorial (recuérdese, la opinión institucional del diario) es muy lamentable en su contenido (la crítica que realiza Héctor Chiriboga es muy acertada y no sería difícil añadirle matices y profundizarla -lo difícil sería refutarla) pero no tanto como la mucha vergüenza ajena que debería provocarnos lo que este editorial nos refleja (a contramano del discurso de prensa “crítica e independiente”, blablá) que es la evidente obsecuencia del medio de comunicación al gobierno muncipal local, un complemento de “análisis” perfecto para la redacción tendenciosa de noticias que criticamos aquí. Si les quedara un poco de sangre en la cara a los responsables de esta miseria, deberían disculparse y hacerse cargo de enmendar estas malas mañas de querernos vender lo que no son, de querer entucarnos la mediocridad y la hipocresía como supuesto periodismo serio. Pero pedirles eso, al día de hoy, es pedirles demasiado: después de todo, no puede darse la dignidad que no se tiene.

Felicitaciones a diario Expreso



Muy merecidas, no sólo porque se preocupa de realizar investigaciones serias (algo tan inusual en una sociedad en la que los medios de comunicación usualmente operan en piloto automático y lanzan cualquiera, si total, algo quedará –además de hacer defensa de esas prácticas y de no hacerse cargo de sus consecuencias) como lo prueba el caso de Fabricio Correa, como tampoco no solamente (aunque también las tiene muy merecidas) por propiciar un diálogo entre comerciantes informales y autoridades municipales, sino porque hasta donde yo sé (lo sé porque como hace todo el mundo sensato menor de 70 años yo reviso los diarios en Internet) el diario Expreso es el único medio de comunicación social masiva (please, que alguien me corrija, ojalá) que tiene colgada en su ciberpágina su Código de Buenas Prácticas de Redacción. ¡Clap, clap! A los otros: no es difícil, se llama honestidad.

Premios 20Blogs


El amigo Eric Bruzzone (que vive en China y me ha extendido una invitación para visitarlo y aprovechar la ocasión para una suerte de tour asiático que estaría de pelos) me escribió para avisarme de este concurso y me incentivó a participar. Puse en práctica su incentivo (como pienso poner en práctica su invitación) e inscribí esta bitácora en las categorías actualidad, latinoamericano, personal (no recordaba haberlo inscrito en tantas, ja) e imagino que todas suman, pero si me preguntan, supongo que esta bitácora es más personal que otra cosa, así que sugiero que elijan esa categoría. Si les apetece, pasen y voten, acá.

Mi agradecimiento no será en efectivo sino en afectivo, mera gratitud. Salú.

P.S.- No hagan caso del letrero, no esperen y voten deuan.

27 de julio de 2009

Ruiz Navas vs. Leonardo Boff (Ruiz Navas es Samoa Americana)


Concedo de antemano la injusticia que podría suponer (que en este caso concreto supone) la comparación entre las ideas que suele postular este párroco pujilense que oficia en la ciudad de los reales tamarindos y la trayectoria intelectual del teólogo catarinense Leonardo Boff. El primero publica una columna semanal en diario El Universo que tiende a defender la ortodoxia de la Iglesia mientras que Boff… bueno, él no necesita mi presentación. Pero en lo que importa, el Padre Ruiz Navas publica hoy en su columna de diario El Universo su opinión sobre la última encíclica de Benedicto XVI titulada Caritas in veritate: si comparamos esa columna con la que escribió sobre esa misma encíclica Leonardo Boff (acá; sus columnas semanales, acá), Ruiz Navas (por arte de birlibirloque o milagro de la Virgencita, usted decida) se convierte de inmediato en Samoa Americana y Leonardo Boff en Australia y éste es el resultado: paliza conceptual.
P.S.- La encíclica, acá.

Pasillos dementes


Podría decirse de la música nacional que es música nació-mal: incluso hay quien afirma, como José de la Cuadra en un viejo artículo (de octubre de 1937) que “sobre lo que masco duda, es sobre el genio músico de mi pueblo […] aún no se hace su música ni su danza”. Pero, al fin y al cabo, le hagamos o no caso a don José de la Cuadra, nunca será tan malo el “nacimiento” de la música nacional como su anémico y diminuto desarrollo, carente del apoyo de una industria cultural fuerte que contribuya a difundir nuestra música, a crearla y re-crearla. Lo que suele denominarse “música nacional” es la música de raigambre popular, la que no suele tener amplia difusión en los medios de comunicación masiva de alcance nacional (lo que no quiere decir que no tenga difusión por canales alternativos a esos medios de difusión, por supuesto). Uno podría afirmar que existe un hiato gigante entre la difusión de la música (en general, de las manifestaciones artísticas y culturales) de raigambre popular y la difusión de la música que consumen y producen los estratos medios/altos de nuestra sociedad, la que suele reflejar influencia del extranjero, en particular pero no únicamente, estadounidense. Así, el caso de Delfín Quishpe y sus Torres Gemelas podría servirnos de claro ejemplo para trazar una frontera que determina (permítaseme decirlo con palabras extraídas de una canción de Soda Stereo) que “lo que para arriba es excéntrico, para abajo es ridiculez” (mirado el “para abajo” desde arriba, por supuesto). Este hiato que Quishpe nos ilustra es una evidencia de la profunda fractura social de este país.

Dichos estos antecedentes, ese hiato no es irresoluble. No hablemos de políticas culturales que el Estado puede y debe implementar para tender a resolverlo (aunque mucho puede decirse en ese sentido): hablemos, mejor, de las iniciativas particulares que existen para hacerlo. Hablemos, entonces, de Mamá soy demente, grupo que el viernes 17 ofreció un concierto en el bar Diva Nicotina en Guayaquil para presentar su último trabajo, Pasillos Dementes II, en el que fusionan los tradicionales pasillos con la música rock, los charangos con los samplers, la percusión con lo electrónico. El resultado es una renovación del Romance de mi destino (mejor todavía: alteración, mestizaje) y la propuesta, según quienes conforman Mama soy demente (Nadie, Jolgorio Vocal y El Niño) es “experimentar con los pasillos y otros géneros locales […] para fomentar el interés en los jóvenes por la música nacional”.

La música nacional no tiene por qué mantenerse idéntica a sí misma y encerrada en estrechos márgenes, ni por qué mirársela “desde arriba” con desdén. La iniciativa que propone Mamá soy demente (no son los primeros ni los únicos, valga decirlo) crea nuevas maneras para expresar la música nacional: la re-crea para darle vitalidad, para acercárnosla a quienes los escuchamos y para ponernos a pensar en lo que ese producto cultural (el pasillo, en este caso) tiene para ofrecernos y enriquecernos, para crear y re-crear la realidad. Porque, en definitiva: ¿para qué se tiene entonces el alma en los labios, como no sea para morderla?

22 de julio de 2009

Abstinence is over (if you want it -but be responsible)


Uno de los titulares de la edición del día de hoy de Democracy Now es el siguiente:

“Estudio: Embarazos adolescentes y ETS aumentaron durante el gobierno de Bush

Nuevas cifras indican que los embarazos adolescentes y ciertas enfermedades de trasmisión sexual (ETS) aumentaron notoriamente durante el gobierno del ex Presidente George W. Bush. Según los Centros para el Control de Enfermedades, los embarazos adolescentes han aumentado en la mitad del territorio de Estados Unidos desde el año 2005, revirtiendo así una larga tendencia a la disminución. El número de adolescentes de sexo femenino con sífilis también aumentó aproximadamente en un 50%. Los casos de gonorrea que han disminuido durante dos décadas ahora van en aumento. Y el número de adolescentes de sexo masculino que contrajeron SIDA ahora prácticamente se duplicó. El gobierno de Bush implementó una política evangélica con respecto a la educación sexual que rechazaba la anticoncepción y promovía la abstinencia. El mayor número de embarazos y enfermedades de trasmisión sexual se registró en los estados sureños, donde la política de la abstinencia ha sido más generalizada”.

Lo que podría traducirse, en pocas palabras, en lo siguiente:

1) Promueve abstinencia y tendrás más enfermedades de transmisión sexual y más embarazos adolescentes (más algunos abstinentes)
2) Enseña educación sexual y tendrás menos enfermedades de transmisión sexual y menos embarazos adolescentes (más muchas personas responsables)


El informe en su idioma original, acá.

Mazúrquica modérnica

Me han preguntádico varias persónicas

si peligrósicas para las másicas

son las canciónicas agitadóricas.

¡ay que pregúntica más infantílica!

Sólo un piñúflico la formulárica,

p'a mis adéntricos yo comentárica.


Le he contestádico yo al preguntónico:

"Cuando la guática pide comídica,

pone al cristiánico firme y guerrérico

por sus poróticos y sus cebóllicas.

No hay regimiéntico que los deténguica

si tienen hámbrica los populáricos".


Preguntadónicos partidirísticos

disimuládicos y muy malúdicos

son peligrósicos más que los vérsicos,

más que las huélguicas y los desfílicos.

Bajito cuérdica firman papélicos,

lavan sus mánicos como Piláticos.


Caballeríticos almidonádicos,

almibarádicos, miniminimini...

le echan carbónico al inocéntico

arrellenádicos en los sillónicos.

Cuentan los muérticos de los encuéntricos

como frivólicos y bataclánicos.


Varias matáncicas tiene la histórica

en sus pagínicas bien imprentádicas.

Para montárlicas no hicieron fáltica

las refalósicas revoluciónicas.

El juraméntico jamás cumplídico

es el causántico del desconténtico.


Ni los obréricos

ni los paquíticos

tienen la cúlpita, señor fiscálico.


Lo que yo cántico es una respuéstica

a una pregúntica de unos graciósicos,

y más no cántico porque no quiérico;

tengo flojérica en los zapáticos,

en los cabéllicos, en la camísica,

en los riñónicos y en el bolsíllico.


Acá, a Violeta Parra la canta el primo de todos, el maestro Serrat:

A los payasitos locales

Para aminorar el mal sabor del artículo de EAG (v. entrada anterior) les cuelgo este artículo de opinión del amigo Xavier Zavala Egas (acá) dedicado, de mi parte, a los payasitos locales. ¡Ah, y una viñeta de El Roto, salud y república!

Is that it?


Me impresionó este artículo de opinión de Ernesto Albán Gómez que se publicó en la edición de diario Hoy del 19 de julio. Me impresionó porque es un ejemplo de lo que yo entiendo que no debe hacerse en un artículo de opinión.

Breve resumen
El artículo empieza con una especulación que, curiosamente, le da título al mismo. EAG menciona el dato cierto de que los asambleístas del Gobierno son 59. A partir de este dato, refiere que se “ha proclamado a los cuatro vientos” que los asambleístas serán 70, tal vez 80, y que “alguno más optimista ha hablado de 88”. Con esos números, EAG concluye que “[e]s decir que nada menos que 29 asambleístas se unirían al bloque gubernamental”. A partir de este concluyente dato, EAG nos invita a reflexionar.

Para esta reflexión EAG nos explica que “es normal” que un partido mayoritario establezca alianzas (EAG cita al actual Gobierno alemán como ejemplo). EAG precisa, entonces, que esas alianzas suelen hacerse entre partidos “con afinidades ideológicas” salvo en los casos en que se lo hace “entre partidos con importantes diferencias” para “garantizar una cierta gobernabilidad”.

Hecho este antecedente general, EAG nos refiere antecedentes históricos del caso ecuatoriano, de actos previos al actual Gobierno. EAG nos refiere la usual opacidad de los procedimientos en el Legislativo, las prácticas de los “camisetazos” y de las llamadas “mayorías móviles”.

Hecho el antecedente general y este último antecedente histórico local, EAG arriba al núcleo de su artículo y concluye que “aunque los voceros oficiales se rasguen las vestiduras, las informaciones que se han hecho públicas nos hacen pensar que estamos asistiendo, una vez más, a la reedición del pasado”.

Crítica
El artículo de EAG empieza mal, con una especulación para la que no presenta ninguna prueba. No ofrece ningún nombre, ningún dato específico: menos todavía, una explicación de quién es la certera fuente que le permita titular su artículo “De 59 a 88”. Pero esto no es tan relevante.

Luego EAG nos refiere, en esencia, que la práctica de alianzas entre un partido mayoritario y otros partidos es una práctica normal. Pero prepara el camino para su conclusión cuando nos refiere que aquellos que es práctica normal en otros países (recuérdese que EAG citó el ejemplo de Alemania) en Ecuador nos debería provocar suspicacias. ¿Por qué debería provocárnoslas? Pues porque la experiencia de los Congresos anteriores (opacidad, “camisetazos”, “mayorías móviles”, etc.) nos ha “escamado” y nos obliga a estas suspicacias.

Dichos estos antecedentes, ¿cuáles son las premisas que soportan la conclusión de este artículo? (recuérdese, el que este Gobierno, según EAG, reedita las prácticas del pasado). En definitiva, EAG nos ofrece dos: el que “las informaciones que se han hecho públicas” y el que en la negociación política “los desinteresados no existen”. ¿Y eso es todo para soportar la grave conclusión de que este Gobierno reedita los camisetazos y demás? Sí, eso es todo, that’s it. Pero, EAG: nos escamoteaste todo lo sustancioso para sustentar tu conclusión. Por ejemplo: ¿Cuáles son esas informaciones que se han hecho públicas? ¿Nos informan de los mismos hechos de antaño? ¿Son relevantes esas informaciones para probar tu conclusión? Más todavía, decir que en la negociación política “los desinteresados no existen” es no decir mucho, o casi nada. Porque si nos tomamos en serio esa afirmación, toda alianza entre partidos, para que no levante suspicacias, debería hacerse por actores políticos desinteresados. Y, EAG: ¿Es esto posible, o incluso deseable? ¿Así es como sucede en Alemania? (país que utilizaste como ejemplo) ¿O lo deseable sería que esos intereses sean transparentes y se correspondan con el ideario del partido en cuestión? Seis preguntas, a razón de tres por premisa: tu conclusión no concluye nada, siembra de preguntas, jardines de dudas.

Corolario
En resumidas cuentas: el artículo de EAG empieza con una especulación que no se sostiene en ningún dato cierto, nos ofrece unos párrafos que terminan por no resultar relevantes para probar su conclusión, la que pretende sustentarse en dos premisas que no tienen fundamento en ningún dato cierto y que, en consecuencia, no prueban nada de nada. Pero lo más grave de este artículo no es solamente el hecho de haberse publicado en estos términos (al final, una tarde de apuro la tiene cualquiera y no tengo parámetros para juzgar si este tipo de ligerezas son práctica usual de EAG) sino que es un síntoma de un periodismo de opinión que en este país no es extraño que abuse de adjetivos (no es éste el caso) y de especulaciones (sí que lo es) para levantar sospechas y apresurar conclusiones que no se infieren de sus premisas, ni sean éstas veraces, como en este caso.

P.S.-
Foto cortesía de Cynthia Lasso.