Esta foto provocó críticas en Estados Unidos, un país en el que convive una acentuada tradición liberal (aunque valga precisarlo, principalmente de índole económica) con un profundo puritanismo de cuño religioso (que no es extraño que sea hipócrita). La foto parece mostrarnos al Presidente Barack Obama en el acto de mirar el enorme culo de esa mujer. Pero como suele suceder, la foto es engañosa (no es extraño que una foto, de las que se suele decirse que dicen más que mil palabras, diga más de mil palabras mentirosas): el Presidente Obama (v. acá) se volteó, pero no para mirarle con descaro el culo a esta mujer, sino para ayudar a la mujer que venía detrás de él. Acaso hubo una pasadita de mirada, un ligero glance que justo lo captó la cámara y que provocó esta falsa impresión de Obama mirando esas caderas de manera morbosa.
Ahora, hay que admitirlo: esas nalgas son admirables y merecen ocasionar un debate menos político que el que yo propongo (ya escucho abucheos) a continuación. Pero sucede que en el ámbito político es interesante constatar como difieren las posturas en un caso de mirada morbosa según el país en que se emitan los juicios de valor. Para no salirnos todavía de los países desarrollados (porque América latina puede provocar un anecdotario sustancioso, piénsese en clave local en Bucaram y Rosalía) convengamos que lo que en Francia o en Italia no se lo toma mal, o de plano, se lo acepta de manera generalizada, e incluso con agrado (piénsese en esta mano en el culo de Sarkozy o en las partuzas que sostiene Papi Berlusconi –así como en la alerta crítica que lanzó el semiólogo Umberto Eco, acá) en los Estados Unidos podría significar un grave problema (recuérdese a Clinton) al amparo de las críticas moralistas de los macarras de la moral, pobre gente (Obama salió bien librado porque no tenía culpa). En contraste y de regreso al mundo latino, yo creo que en general en nuestros países la reacción de un mandatario, y ni se diga de los ciudadanos de a pie que solemos andar de sarta de morbosos viandantes, sería más o menos (acaso un poco menos) como la siguiente:
Bue, tampoco me podrán negar que ese caderamen vale cada segundo de potencial problema, ¿no?
Berlusconi dijo que no hay nada en su vida por lo que deba pedir disculpas y no veo a nadie golpeandose el peceho.
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