Leí a Emilio Palacio ese domingo y pensé “¡bah!”. Pero unos pocos días después, en la introducción del libro Movimientos de resistencia frente a la globalización capitalista, de Carlos Taibo, me encontré con este fragmento: “Recordemos, en fin, que el libro que el lector tiene entre sus manos apenas se deja llevar por el designio de impartir consejos a nadie, y menos aún por el de hacerlo con las generaciones más jóvenes: si, por un lado, los integrantes de estas últimas saben, con certeza, lo que les conviene, por el otro no hay motivo para que quienes tenemos más edad nos enorgullezcamos de nada”. Ese fragmento me hizo inmediato clic con la lectura que había motivado mi “¡bah!” del domingo aquel.
El artículo de Palacio se explica por sí solo: según su binario mundo mental, estamos ante un “terrible dilema”: o la dictadura en cierne de Correa, o “acabar en manos aún peores” con “unos cuantos generales, empresarios, dirigentes políticos y periodistas que se reúnen en secreto para decidir entre cuatro paredes que hacen con el Ecuador”. Uno supone que lo de periodistas lo dice porque lo sabe. Pero con Palacio uno no puede estarse muy seguro porque luego se refiere al que era “terrible dilema” como “esta paradoja” (si se tiene que explicarle al editor de opinión de un diario de circulación nacional que “dilema” no es sinónimo de “paradoja”, ahí sí tenemos un “terrible” problema). Recuerdo que en una comunicación epistolar que sostuvimos el año pasado, Palacio me escribió que yo postulaba discutir el árbol, “perd[iendo] de vista el bosque”. Supongo que a este escenario binario es a lo que él se refiere por “bosque”. Pues no parece muy frondoso. Mucho peor todavía, ni siquiera resulta interesante para la discusión.
Ahora, Palacio “complejiza” (es un decir) en su artículo la cuestión: convierte a esta original díada en un compuesto de tres elementos al agregarle a los jóvenes como los llamados a resolver este boscoso dilema. Palacio sostiene que “el verdadero origen de esta crisis espantosa” no está en “Correa, ni Febres-Cordero, ni los militares, ni la prensa corrupta” sino en que “nuestra juventud todavía no se anima a dar el paso de formar nuevos partidos”. Según Palacio, falta gente joven “que enfrente al caudillismo con soluciones reales y el miedo a construir nuevas figuras que no sean cantantes, cocineros o bataclanas”. Y termina (¿cómo no?, está servido) con una pregunta de corte paternalista: “Queridos jóvenes […] ¿los tendremos que esperar todavía mucho más?”
Tengo la impresión de que el artículo de Palacio es un síntoma de muchas cosas:
1) De una comprensión burda del escenario político.
2) De una incapacidad para asumir las responsabilidades por el “origen de esta crisis espantosa” mediante el fácil endoso de esa responsabilidad a los jóvenes.
3) De una comprensión burda de la respuesta que puede ofrecerse a la “crisis espantosa” mediante el fácil endoso de esa responsabilidad a los jóvenes.
Así, planteadas las cosas, éstas hacen mucho ruido. En principio, ¿esas son todas las posibilidades del escenario político? O, para seguir con la metáfora boscosa que él mismo propuso, ¿no hay cómo discutir el sembrar árboles que hagan crecer, en diversidad y en profundidad, ese bosque? Luego, sobre el segundo punto, ¿es que los otros actores políticos no tienen que hacerse cargo de sus actos? ¿Es que no hay nada que reprocharles a esos actores políticos porque, en última instancia, “la culpa es de los jóvenes”? ¿Es que (hablemos en el ámbito propio de Palacio y digámoslo con sus propios términos) la prensa corrupta no tiene nada que criticarse a sí misma en su relación con esta crisis espantosa? Todo esto suena muy mal. Suena a que la que él llama “prensa corrupta” (sus razones tendrá: creo que podríamos coincidir en esta) puede seguir comportándose de manera irresponsable (¿autorregularse? don´t even think about it), si total la culpa es de los jóvenes y si ellos no hacen nada al respecto, pues que suceda cualquiera de las opciones que el escenario político (de acuerdo con el binario mundo mental de Palacio) ofrece, esto es, o dictadura de Correa, o dictadura de otros (periodistas incluidos).
Finalmente, sobre el último punto: según Palacio los que deben “formar nuevos partidos” y ofrecer “soluciones reales” son los jóvenes. Decir esto, por supuesto, no es decir nada (supongo que decir nada es funcional al apocalipsis que se promete en su texto). En principio, ¿cuál debe ser el contenido de esos partidos? ¿Qué programa político deberían defender? ¿En qué consisten esas soluciones reales que los jóvenes deben llevar a término? Nada nos dice Palacio con su retórica vacía en pro de los jóvenes (funcional a la irresponsabilidad de otros actores políticos, incluido él mismo) salvo que él los quiere y que tiene puestas sus esperanzas en ellos. Supongo que podrá esperarlos sentado, mientras su hígado le hace el dictado.
En realidad, es difícil hablar de “los jóvenes”, término resbaladizo. O mejor dicho, es fácil hablar de los jóvenes cuando no dices en realidad nada acerca de ellos (como el caso de Palacio lo prueba) pero si nos ponemos a pensar en serio el tema, no es sencillo su abordaje. Creo, como lo sugiere Carlos Taibo, que los jóvenes saben lo que les conviene (aunque propondría muchos matices a esta rotunda afirmación) y lo que les conviene no es necesariamente político (una aproximación interesante a este tema de boca de Dany Cohn-Bendit, acá). Pero creo que lo que menos necesitan es recibir lecciones de política de quienes no tienen ningún motivo para enorgullecerse en ese campo (a juzgar por el resultado de sus acciones políticas, por ejemplo) y que lo único que suelen probarnos es su incapacidad para hacer lecturas críticas de la realidad en la que participan, de lo que precisamente este artículo de Palacio es un claro ejemplo.
Xavier,ya basta de mazoquismo"leyendo lo que publica el señor Palacios".
ResponderEliminar(Pido disculpas por el comentario),se me chispoteo!
Su argumentos y apelaciones hacia los jovenes son recontra pobres,"no tienen ni pies ni cabeza"
De que esta hablando?
Lo gracioso es que hiciste lo mismo... no dijiste nada.
ResponderEliminarLinda foto de Emilio Palacio con peluca.
ResponderEliminarEl Universo hace rato que dejo de hacer lecturas críticas de la realidad. No es la primera vez que EP se dirige a la juvented incluso ordenandole (creo que tu criticaste tambien un articulo de EP en el que ordenaba a la juventud que se ponga de pie) que se rebele contra la tirania de la dictadura de Correa. Pero esa obsesion con Correa ya raya en lo ridiculo. Pareciera a veces que los jefes de redaccion se reunen cada principio de mes a planificar cuales van a ser los cuatro temas (uno por semana) para desestabilizar al gobierno este mes. Mes pasado: Fabricio Correa, diario de Raul Reyes, pacto de PAIS con el PRE y ahora.. guerra con Colombia! Es indignante que sutilmente den a entender que nos estamos yendo a la guerra (publicando noticias sobre rearme en la region, citando a Correa en sus discursos - fuera de contexto-, y por ultimo, publicando cientos de cartas de lectores indignados con la "guerra que se viene por culpa del presidente que tenemos"). Tendenciosamente ponen ese tema en los hogares de millones de ecuatorianos, cuando la realidad es totalmente diferente: Uribe se disculpo publicamente con el Ecuador y ambos paises han dicho que estan abiertos a un dialogo. El Universo no solo que no ve la realidad sino que la trata de adaptar a sus necesidades (a priori, como sea deshacerse de este gobierno - sus razones tendran-). Y en ese proceso sufrimos millones de lectores que cada dia nos preguntamos con mas fuerza: Porque estoy leyendo esta HUEVADA?
ResponderEliminarCB, te sugiero que se lo preguntes tú mismo a epalacio@eluniverso.com Saludos.
ResponderEliminarF., lo gracioso es que acabas de probarlo. Gracias por tu sesudo análisis, fab. Notable.
A., ja.
FP, estoy de acuerdo en que se le nota tendenciosidad a El Universo, la que parece improbable que sea espontánea. Saludos.
Excelente entrada Xavier. Hubo un foro de la libertad de expresión en el auditorio de la Casa Grande, donde estuvo Emilio. Me parece "terrible" que estos paladines de la libertad de expresión denuncien que el gobierno (que al parecer, según ellos, si la cosa sigue así faltaría poco para que Correa se declare dictador) quiere atentar contra esta libertad en su medio, y en todos los medios del país. Pero según los datos de CIESPAL un 44% de periodistas se autocensuran por presión de los "cabezas" de los medios. En síntesis, si hay un "atentado" a la libertad de expresión, la mayor intensidad se da en el mismo medio, no por parte del gobierno. ¿Entonces? Y Emilio conoce esto (asumo, ya que dijo que lee constantemente tu blog). Y ahora, de paso, vienen a decirnos a los jóvenes lo que nos conviene, ja!
ResponderEliminarAh! Emilio y sus gatuperios...
ResponderEliminarEl tipo es un cubiletero
Gracias, AT.
ResponderEliminarF., ja.