19 de agosto de 2009

Otra de familia, en plan tan random como político


Mi relación con la familia Icaza es lateral: no me cuento en la nómina de los cerca de 4.000 descendientes de Martín de Icaza y Caparroso. Mi relación más cercana y fluida con un miembro de esa familia fue con Isidro Icaza Plaza, quien casó con mi tía Mariquita en los tempranos años cuarenta y mantuvo ese contrato especial hasta que su muerte lo separó en febrero de 2005: una relación casi cotidiana en la medida en que vivían en el departamento de arriba de mi edificio. Pero lo que me interesa destacar en esta entrada es el vínculo de la familia Icaza con el poder político, el que se destaca en esta ciberpágina de otro tío político mío, Eduardo Estrada Guzmán. En la dicha ciberpágina, Eduardo Estrada cita en extenso el trabajo de un estudioso marxista, Osvaldo Albornoz, quien realiza una enumeración de las personas de la familia Icaza y de personas vinculadas a ésta que han ejercido el poder político. El tío Eduardo (se me hace absurdo llamarlo “Eduardo Estrada”) formula unas observaciones y correcciones al trabajo de Albornoz: su ciberpágina no tiene pérdida para hacer notar cómo el poder político se ha vinculado en este país, de manera habitual, a unas pocas familias (en su trabajo, Albornoz menciona el caso de otros clanes, como los Noboa, los Chiriboga, los Larrea y los Gómez de la Torre). La historia no está exenta de ironía, como lo señala mi tío Eduardo, cuando la lista de personas de la familia Icaza en el poder político termina por incluir a Rafael Correa "hijo de Rafael Correa Icaza, tataranieto del ministro Octavio Gerardo Icaza García y sobrino chozno de los tan mencionados ministros Icaza Paredes. Como Rafael Correa Delgado está aplicando una política socialista indefinida y experimental, Albornoz habría estado encantado con este desenlace de la relación de los Icaza con el poder público".

La vida (familiar) te da sorpresas / sorpresas te da la vida (familiar), ay Dios. (Para ponerme a tono con mi viaje a Panamá de este fin de semana).

4 comentarios:

  1. Todo país, toda sociedad se divide a groso modo en dos grupos, una mayoría, generalmente desprovista de lo material, y una minoría cuya educación privilegiada le ha permitido posicionarse mejor en la vida, y hasta en ocasiones, posarse por encima de esa mayoría desaventajada. La clase media es solo una ilusión; es un grupo de personas que, cual equilibristas, procuran mantenerse sobre la cuerda para no caer en el mundo de las mayorías, mientras aspiran con llegar al otro lado de la cuerda, donde están las minorías.

    ¿Quiénes son los que usualmente gobiernan los pueblos? Algún tipo de élite; por lo general perteneciente a esos grupos minoritarios. Si no lo son, entonces son personas de las mayorías que buscan ser minorías por el afán de estar mejor. ¿Cómo se sostienen las diferentes élites? Por vínculos sanguíneos, comerciales, de pactos o de intereses compartidos.

    Pregunto al señor Flores:

    En un país de 13 millones de personas, (con números inferiores a 13M en épocas mas tempranas) con un 75% de esta personas conformando esa mayoría desaventajada, ¿Qué esperaba que sucediera en el Ecuador?

    Es natural y obvio que el poder, administrado y ostentado por esa minoría privilegiada se lo procure, por esa misma gente, mantenerlo dentro de su círculo. Nada nuevo. Nada que el socialismo pueda cambiar, pues ese es un membrete que se usa para catapultar a un grupo de "disidentes" de las mayorías pueblerinas que quieren asirse al poder que controlan las minorías.

    En otras palabras: los que gobiernan aabsorben a quienes aspiran a gobernar. Una vez en el poder, los que ascendieron se rehúsan a bajar y prefieren sumarse a la minoría.

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  2. Los apellidos Albornoz y Noboa me suenan mucho :P

    Saludos Xavier.
    Buen blog

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  3. A., ¿es tan difícil que firmes lo que dices? Pero veamos. Estoy en franco desacuerdo con que “todo país, toda sociedad” se divida en “mayoría, generalmente desprovista de lo material” y una minoría de “educación privilegiada” y que la “clase media es solo una ilusión”. Esta es una generalización que no se sostiene. Estoy de acuerdo con que a los gobernantes puede entendérselos como una especie de elite (lo que podría considerárselo una consecuencia necesaria, para los países democráticos, de la democracia representativa) y que en países como los latinoamericanos, esas elites se sostienen “por vínculos sanguíneos, comerciales, de pactos o de intereses compartidos”. Ese análisis descriptivo se relaciona con la descripción que se ensaya en la entrada. Se le puede agregar el que un país como Ecuador mantenga todavía comportamientos propios de su matriz colonial.
    Sobre tu pregunta: pues no esperaba nada distinto a lo que se ha descrito en la entrada (valga decir que la entrada es meramente descriptiva) lo cual no quiere decir que esté de acuerdo con ese estado de cosas. Ahora, que es “obvio” que el poder se quiera mantener en una elite, pues sí, A., es obvio. De allí a que no se pueda hacer nada para generar un cambio, no en el sentido ilusorio de cambiar una elite por otra, sino en el sentido de ciudadanizar el ejercicio del poder, mediante la consciencia y la exigibilidad de los derechos que todo ciudadano tiene, pues no observo que ofrezcas ninguna razón (salvo una suerte de determinismo elitista) para sustentar tu hipótesis. Finalmente, no sé que entiendas por socialismo, pero no es necesario ser socialista para sostener esa ciudadanización del poder: basta y sobra con tomarse en serio el concepto de democracia.
    Saludos.
    K, I will.
    KI, son sonoros, ja. Gracias. Saludos.

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