Rumbea + Marx + Cevallos (cóctel para pensar)

30 de noviembre de 2009


El tantas veces citado artículo de Jaime Rumbea + el procedimiento discursivo del abogado Groucho Marx + el comentario de Ricardo Cevallos en El Telégrafo de hoy = elementos para una discusión de los sucesos políticos del Ecuador desde la crítica a las falacias que constituyen el grueso de la opinión de la oposición y desde la crítica razonada a los aciertos y los desaciertos del Gobierno central (para cuya necesaria crítica, además, corresponde una recopilación acuciosa de datos duros y de serios contrastes –así como hacerse cargo de la cultura política de esta provincia sin país al cual referirse, tan imaginario este último como el nombre del que se apropiaron los constituyentes de 1830 para fundarlo)

10 años atrás...

...en Seattle

¿Nos representan?


Esa es la pregunta que se formula, afilado again, Héctor Chiriboga en su columna firma ancla de diario El Telégrafo. Y no, los medios de comunicación de la llamada prensa “libre e independiente” (¿será comicidad involuntaria o simple cinismo?) no nos representan (1). Uno podría discutir numerosos ejemplos de esa falta de representación (Héctor ensaya uno en su artículo) pero lo que me interesa, en esta entrada, es referirme a esa falta de representación de manera conceptual. El problema de representación de la llamada prensa “libre e independiente” se debe a que esa auto-denominación es excesiva (como si esos medios pudieran ser libres e independientes de las presiones comerciales y de los intereses –políticos y económicos- a los que la propia corporación mediática está vinculada –acá, un informe para volear sobre el tema) como excesivo resulta que esos medios sostengan que defienden la libertad de expresión de los ciudadanos. La razón para considerarlo excesivo es evidente: esos medios identifican su derecho a expresar su “representación de hechos, colectivos, individuos” (como lo afirma Héctor) como el derecho a la libertad de expresión de todos los ciudadanos (el guatdefacómetro está alto). Si fueran honestos, esos medios dirían que defienden su libertad de prensa, en específico, su voluntad de crear una “representación de hechos, colectivos, individuos” funcional a la oposición que realizan al Gobierno de turno. Eso nada más. Pero esa honestidad es mucho pedirles (2): lo suyo es vendernos el discursito tramposo de la libertad de expresión (concepto que, claramente, no entienden).

P.S.- Gustavo Abad también escribe sobre el proyecto de ley de comunicación y lo hace bien, acá (mucho Gustavo Abad en su bitácora de Internet, por acá).

(1) Valga precisar que, por su propia naturaleza de rentabilidad económica, los medios de comunicación privados no tienen interés de representar los intereses de muchos colectivos o individuos de la sociedad y privilegian, en cambio, las voces de otros colectivos o individuos (con los que usualmente tienen vínculos económicos o políticos) en sus agendas informativas. Es obvio, además, que un escenario del 100% de representación de las voces de una sociedad en los medios de comunicación es imposible, lo que no impide pensar en diseños institucionales que se encaminen a satisfacer ese ideal de representación (ideal que no se agota en la representación, sino que supone, además, el debate público, robusto y crítico) para lo cual los medios de comunicación públicos y comunitarios son herramientas útiles.
(2) No hay nada que reprochar en que un medio de comunicación asuma una postura X: lo reprochable es que la pretenda vender como lo que no es, como en este caso.

¡Ganó el Pepe!


Un personaje admirable, quien me interesó mucho mientras estuve en Montevideo (justo antes de las elecciones de la primera vuelta) y me ha interesado mucho después y que ahora es el Presidente de Uruguay. Una nota de su victoria, su página de Internet, una pequeña nota biográfica y un abrazo simbólico para este triunfo oriental y esperanzador.

El éxito de Liga

29 de noviembre de 2009


Sé distinguir entre mi condición de hincha y el análisis que puede y debe hacerse del exitoso proceso que la LDU (Q) nos ofrece. Como hincha, las victorias de LDU (Q) me provocan cabreo; no me gusta que otro equipo de mi país gane torneos, y menos que gane el torneo que mi equipo, estando cerca, nunca ganó: los hinchas pensamos que nuestro equipo es nuestra patria en permanente guerra con el concierto de las deportivas naciones (caben algunos matices a esta rotunda afirmación, pero en general es así). Miro los partidos en torneos internacionales y le voy siempre al equipo rival de LDU (Q): sin embargo, su porfía en demostrar que el trabajo serio y planificado rinde resultados exitosos insiste en provocarme el cabreo que les cuento.

No así, mi faceta analítica, en la que sí sé formular, en sosiego, algunas observaciones sobre ese proceso de resultados exitosos. La primera, la de que los resultados exitosos colocan la vara más alta para juzgar la gloria deportiva (los vicecampeonatos son, finalmente, lo poco que siempre debieron ser). La segunda, que Liga (Q) es una cuña regional que se inserta en la costa (doy fe, al menos, en GYE): el día del 5-1 a Fluminense, yo no daba crédito de cuantos estudiantes en la UEES gritaban como propios los goles de LDU (Q) (pero es que es lógico: el éxito genera adeptos). Este hecho, hasta hace poco impensable (y lo impensable hoy se observa en camisetas, en banderines colgados o stickers pegados en los coches, en las noticias del feisbuc) ya no resulta tan extraño: el que costeños hinchen a un equipo serrano (no era el caso de los serranos con un equipo costeño: el caso de BSC lo prueba). Yo todavía tengo fresco el recuerdo de un compañero de escuela que en quinto grado nos confesó que era hincha del Deportivo Quito: lo menos que recibió fue una andanada de cocachos, por pendejo. La tercera, los triunfos de Liga (Q), a contramano de lo quisiéramos los hinchas de otros equipos, provocan, de manera difusa en otras personas (en particular en algunas que no sienten mayor interés por el fútbol) un orgullo de país (porque, después de todo, ¿a quién chucha le interesa la marcha, pero quién no se siente orgulloso de los triunfos de Jefferson Pérez?). La cuarta, y acaso la más importante, los triunfos de LDU (Q) prueban que un proceso serio, responsable, mayormente despojado de aristas políticas, sujeto a planificación y cumplimiento de objetivos (proceso que debería estudiarse en detalle) rinde resultados exitosos. Las ventajas de la planificación sirven para ejemplo del país (a contramano de la espontánea y puñetera idea de la “mano invisible del mercado”) y despojarse de la política en la dirección de los equipos sirve como ejemplo para los equipos locales, en particular, para el BSC, equipo que es un ejemplo de manipulación política desde hace mucho tiempo, lo que (entre otras cosas) ha sido la permanente fuente de su corrupción y de su fracaso -al día, véase, la santísima trinidad de la politización: Nebot, el Padre, presidente vitalicio, Maruri, el Hijo (el delfín del delfín), presidente del club, en su fallido propósito de ser lo que el amigo del Padre, Mauricio Macri, fue en Boca Jrs., y Pocho Harb, presidente de la comisión de fútbol, el Espíritu Santo (o algún adefesio similar). Así no se va a ninguna parte.

LDU (Q) le ganará esta final a Fluminense (¿saben cuándo Fluminense le remonta cuatro goles a este equipo?: jamás) pero, por fortuna, en el campeonato local tenemos al Deportivo Quito (A.K.A. Deportivo Taxi, una suerte de racing local) que los tiene a los ligados de hijos. Y ya queda para la broma: ¡abuante el Deportivo Taxi!

Foto: Diálogo deportivo random con monigote en forma de cebolla. That's style!

Alma verde

26 de noviembre de 2009


Escribo alma verde y pienso en Almafuerte, el de No te des por vencido, ni aún vencido Uno podría pensar en una conexión entre ese poema y la lucha salmón de quienes postulamos una manera (esencialmente) no consumista y (principalmente) solidaria de convivencia social. Ecuatorianos de alma verde es la nota central del suplemento Siete días este domingo 22 en la que aparecimos algunas personas y en la que, en particular, aparecí yo con unas palabras sobre la ciudad y la bicicleta (la portada del suplemento es una foto de la parte de atrás de mi bicicleta con su letrero insignia “Un auto menos”) y que si tendría que condensar esas palabras en una sola, escojo la palabra Ubuntu, la que en lengua xhosa significa “Uno es uno cuando está entre los otros”.

Charly cantó en Ser Girn y "es chulla"

23 de noviembre de 2009


La nota que publicó El Universo de hoy sobre el concierto de Charly García este sábado 21 en Quito nos informa de cosas inauditas, como por ejemplo, que un miembro del grupo de Charly tiene el imposible nombre de Too Silva Pea, que Charly cantó en un grupo cuyo nombre desafiaba la fonética llamado Ser Girn y que Charly cantó la frase un amor real es como vivir en aeropuerto, sin el plural (bueno, esto último puede ser un efecto secundario del té de boldo, aunque la impericia en la redacción de la nota es una razón mucho más probable).

Otra nota, difundida en varios medios (por ejemplo en diario Extra) informa que Charly estuvo el domingo en el partido que el Deportivo Taxi le ganó al Macará 2-0 con goles de los argentinos Niell y Borguello (de quien El Universo dice en la nota al pie de su texto principal sobre el partido entre Deportivo Quito y Macará que este jugador tiene 11 goles, pero en la tabla de goleadores lo coloca con 10 –WTF?) y que Charly “es chulla” porque "se declaró" hincha del Deportaxi. (Este Deportaxi, pienso, podría considerarse como una suerte de Racing local, ¿eh?). Por cierto, Charly es hincha de River, en Lima se declaró fan bígamo de Alianza y Cristal, y en este enlace (esto último es random pero se los cuelgo porque me caen bien y soy buen tipo) está mucha música de García ordenada en podcasts temáticos, un lujo para el alma. Salú.

No al crucifijo en las escuelas públicas


En la noticia Crucifijos en las escuelas que publicó Diagonal se lee, sobre la reciente sentencia de la Corte Europea de Derechos Humanos, lo siguiente:

“La presencia del crucifijo (...) puede ser alentadora para alumnos religiosos, pero también puede ser perturbadora para los alumnos que practican otras religiones o son ateos, sobre todo si pertenecen a minorías religiosas", dijo el tribunal en su sentencia escrita. Considera que el objetivo de la educación pública es "fomentar el pensamiento crítico" y que el Estado no debe imponer creencias en establecimientos donde los individuos dependen de su autoridad. Su presencia en la escuela mal puede servir al pluralismo educativo, además de vulnerar el principio de neutralidad confesional del Estado y de no respetar las convicciones religiosas y filosóficas de familias y alumnado”. La nota de prensa de la sentencia de la Corte Europea, acá.

Ante el argumento que suelen postular representantes de la iglesia católica de que la presencia de crucifijos en las escuelas está amparada en la “libertad religiosa”, el redactor de la nota de Diagonal postula en contra que quienes eso sostienen parecen “confundir la libertad religiosa con la imposición de una determinada religión y la neutralidad del Estado con la eliminación de lo religioso en el ámbito público”. Clarito. En realidad, no debería resultar tan difícil de comprenderlo para cualquiera salvo que se lo impida el fanatismo (porque, valga precisarlo, el problema de quienes no somos creyentes de una X religión no es nunca Dios sino los fanáticos que dicen hablar en su nombre).

N.B. (1).- Diagonal es prensa piola. Recomendado.
N.B. (2).- En la imagen, un mundo virtual quiere aprender el know how de otro mundo virtual. Que no prospere.

50 años después...

22 de noviembre de 2009

Este viernes invité a mi abuela al concierto de Raphael, su artista favorito. Yo no guardaba mucha expectativa del espectáculo y lo recordaba a Raphael como uno de los cantantes que mi mamá escuchaba en la casetera del carro cuando yo era pibito. Me sorprendí de mí mismo de saberme tantas de sus canciones, de que el espectáculo de este artista me haya gustado tanto; me congratulé de haberla llevado a mi abuela, de verla tan dichosa.

La canción que le da título al disco, 50 años después, la compuso Joaquín Sabina, tiene joya de letra (que ese tiramisú cítrico y patético sea sólo un bajón en su carrera) y la interpretación que le hace Raphael es excelente y con bombín. Digno de escabio.

50 años después

Sabina: Recuerdo los carteles del niño de Linares/ arrasando en el Talk of the Town / yo andaba sin papeles/ pasando por los bares mi bombín de ubetense underground.
Raphael: 50 años después yo sigo siendo aquel/ le dijo al doctor Jekill, Mr. Hyde / tan joven y tan viejo / buscando en el espejo mi look de Peter Pan y Dorian Gray/
Los dos: Y aquí estamos los dos/ tan diferentes / tan imposibles / tan contracorrientes / celebrando la vida al alimón/ 50 abriles en el escenario/ por mucho que se empeñe el calendario /nadie nos va a quitar esta canción.
Sabina: Estabas tan arriba que mi alma a la deriva se preguntaba siempre ¿y cómo es él? / por fin hoy mano a mano/ ejerzo de paisano/ brindándole un burel a Raphael
Raphael: Qué gusto hacer amigos/ ustedes son testigos/ del mundo que me pongo por montera / mi corazón no miente /bendita sea la gente/ que hace de nuestro otoño primavera/
Sabina: Quemando nuestra nave/ nadie nos dio la llave/ que abre la puerta falsa de la gloria
Raphael: Ni roto ni muñeco/ más húmedo que seco/ lo nuestro es un mañana con memoria

Anhelo compartido

21 de noviembre de 2009

Escribe Bioy en De jardines ajenos: “Escribe el 5 de septiembre de 1804, en su Journaux Intimes, Benjamin Constant: ‘arreglar mis asuntos, dinero, una amante, un viaje’. Yo he deseado lo mismo tantas veces”.

Yo he deseado lo mismo tantas veces.

Fybeca / Chiriboga


Diario El Universo, en su recién estrenada sección de comedia El Poder Ciudadano, se vanagloria de su tratamiento de la información en el caso Fybeca; Héctor Chiriboga, afiladito en su columna de hoy en diario El Telégrafo, les demuestra que su gloria es vana chapuza. Héctor la tiene clarísima y la emboca de volea: mucho Chiriboga, por acá.

Breve apología de las drogas


Podría ofrecer 101 razones, desde la coherencia de una postura liberal (la que por acá no asoma nunca porque nuestros libertarios de morondanga –convénzanse, no son libertarios, son pinches neoliberales- se conforman con que a la libertad la represente la desregularización para afanar más y mejor) hasta la ineficacia probada de su represión (de manera reciente, en El Comercio, Adriana Rossi, clarísima) pero me basta y me sobra para hacer su breve apología con saber que el rock que escucho a diario le debe tantísimo a esas sustancias que alteran la conciencia (porque lo específico de tener una, es querer alterarla). Por eso, esta nota que cuelgo me preocupa tanto. Dos personas a las que mucho admiro (la envidia sólo le corresponde a Aute), Joaquín Sabina y Charly García, están muy mal: han dejado las drogas. Sabina reflexiona un poco sobre el tema (lo que puede explicar este tiramisú cítrico, autocomplaciente y berreta, de reciente producción –sencillamente imprensentable) y Charly, uno quiere pensar que se parodia a sí mismo, cuando afirma “no me puedo borrar la sonrisa” (ahora sus excesos no son con la cocaína, sino con el té de boldo –nos siguen pegando abajo, jueputa). Quiero pensarlo así, porque si no resulta demasiado triste para soportarlo. Tengo terapia este jueves.
N.B. (1).- La frase de Bielsa sobre el dulce de leche es para enmarcarla.
N.B. (2).- La democratización del rock es una mierda.

Dos razones para andar liviano

20 de noviembre de 2009

“Es posible que mañana muera, y en la tierra no quedará nadie que me haya comprendido por completo. Unos me considerarán peor y otros mejor de lo que soy. Algunos dirán que era una buena persona; otros, que era un canalla. Pero las dos opiniones serán igualmente equivocadas”.
(Mijail Iurevitch Lérmontov, Un héroe de nuestro tiempo –epígrafe de Abbadón, el exterminador, de Ernesto Sábato)

“Borges, comentando los ataques de Carlyle a Lamb y los sonetos vindicativos de Swimburne (donde éste llama a Carlyle: ‘esa víbora muerta’): todas estas polémicas literarias son como efusiones de sangre en el teatro: después nadie muere. En una misma posteridad –por ejemplo, la conciencia de una misma persona-, en una misma admiración y en un mismo afecto, conviven Lamb, Carlyle y Swinburne”.
(Adolfo Bioy Casares, De jardines ajenos)

5 x 2: homosexuales y marihuana

10 de noviembre de 2009

1) Cinco críticas contra la crítica al matrimonio homosexual, con la habitual lucidez de RG, acá.
2) Cinco puntas tiene el negocio verde, explicadas para dummies las razones (económicas) de su ilicitud, acá.

Dos para pensar por fuera de los usuales prejuicios papanatas. Que les sea de provechito.

Las columnas de Barraza, siempre...

6 de noviembre de 2009

… resulta placentero leerlas y aprender. En la columna Cuando era linda la vida, el maestro Jorge Barraza nos recuerda ese lado B del fútbol al que he aludido en la entrada anterior, “gracias a aquellos futbolistas”. Yo me sumo al agradecimiento.

Anecdotario del fútbol ecuatoriano (propuesta)

3 de noviembre de 2009


Sobran las razones para que el fútbol nos apasione. Yo le sumo a las que presumo las razones usuales, un gusto literario por el fútbol. Me encantan su épica y su lírica, sus pequeñas anécdotas, su lado humano (en los tiempos que corren, casi diríase su lado B). Los ensayos que más he disfrutado leer son de fútbol (escritos por Villoro, Marías, Galeano). Doquiera que viaje, siempre trato de conseguirme libros sobre fútbol: por ejemplo, en el aeropuerto de Santiago (en conjunto con un libro muy interesante y muy bien escrito, Siútico. Arribismo, abajismo y vida social en Chile, de Óscar Contardo –una crítica, acá, y dos breve entrevista en prensa y en TV, acá y acá) me agencié el libro Anecdotario del fútbol chileno, de autoría de Juan Cristóbal Guarello y de Luis Urrutia O’Nell (Chomsky), un libro delicioso. (Una crítica y una entrevista a los autores, acá y acá.)
Su contratapa explica por qué:

“Iván Zamorano era sonámbulo y celebraba en pijama; Honorino Landa fue sorprendido hablando pestes de la monarquía británica en pleno Picadilly Circus; a Pelé lo “casó” el argentino Cachulo González, disfrazado de cura, en una casa de niñas que quedaba en Agustinas; Carlos Caszely hizo un gol tan extraordinario que lo festejó un gol tan extraordinario que lo festejó yéndose por el túnel y no volvió más a la cancha; a Florcita Motuda, ataviado como el mítico buzón Preguntón, Leonel Herrera lo levantó de una patada en un amistoso; René Houseman convirtió uno de los tantos más espectaculares de su carrera completamente borracho… ¿Y el Levanta Tres? ¿Alguien escuchó hablar alguna vez del Levanta Tres?

Guarello y Chomsky compilan en este Anecdotario del fútbol chileno la historia íntima del balompié local. Se trata de una mezcla inédita de farándula, secretos de camarín, arreglines, gestas inolvidables, episodios humorísticos y revelaciones de las grandes figuras. Los futbolistas más talentosos, más sanguinarios, más graciosos, más ignorantes y más controvertidos que han pisado las canchas nacionales desfilan en un espectáculo que promete sorprender incluso al más enterado lector futbolero”.

Me pregunto, ¿cuán difícil sería hacer un Anecdotario del fútbol ecuatoriano? No debería ser difícil. Las anécdotas están y puede recopilárselas a partir de historias orales y documentadas. Sería cuestión de hacer las entrevistas y de recurrir a las fuentes (libros, revistas y vídeos); sería cuestión de construir las historias a partir de esos elementos, con pasión y con humor. Pienso que periodistas talentosos y serios (lo que en términos del periodismo deportivo local quiere decir excepcionales) como Diego Arcos, Andrés Gushmer o Carlos Víctor Morales podrían hacerlo. El libro de Guarello y Chomsky no sé que tan fácil sea conseguirlo por acá; pero mientras se cocina este anecdotario local, les dejo un par de buenas bitácoras sobre anécdotas del fútbol, En una baldosa y El Bestiario del Balón.

Fútbol ciudadano

2 de noviembre de 2009


Las relaciones entre fútbol y política pueden provocan muchas reflexiones. Puede reflexionarse, por ejemplo, sobre el aprovechamiento que los políticos hacen de los equipos, como por ejemplo el aprovechamiento que el PSC (con breve rapto bucaramato) ha hecho del BSC y sus lamentables consecuencias. O puede reflexionarse el aprovechamiento que un equipo de fútbol puede hacer de esa plataforma para impulsar reformas políticas, como el caso de la democracia corinthiana. O puede reflexionarse, como en esta entrevista a Juan Vicente Lezcano, sobre el aspecto comunitario del fútbol. O puede (esta veta de reflexión me parece sumamente interesante y enriquecedora) reflexionarse sobre el aspecto ciudadano del fútbol, como lo ha hecho la gringa Brenda Elsey en esta nota que publicó The Clinic (recomendada la nota, recomendado The Clinic). El fútbol da.

Tarjeta, tarados y prensa

Bertrand Russell ejemplificó la vaguedad del lenguaje en la siguiente frase: “Yo soy firme. Tú eres obstinado. Él es un cabeza dura”. La frase es útil para ilustrar el sesgo de algunos en el uso del lenguaje. Yo la utilizaré para argumentar ese sesgo en los medios de comunicación social locales, los que suelen autodenominarse “libres e independientes”.

Así, podría el término “cabeza dura” en conjunto con otras lindezas (del tipo “insultador”, “tirano de cuarta”, “dictador” o “autoritario”) muy al uso de vehementes opinadores de turno endilgársele a Correa; por supuesto, Correa no es inocente y muchas veces se merece, sobradamente o en alguna medida, la crítica que esos vehementes opinadores le formulan. Valga precisar que esa crítica al discurso de Correa suele no analizar el contenido de lo que Correa sostiene y se detiene en el análisis de las formas de su discurso, el que expuesto en los términos que Correa lo hace se lo considera injustificable y lo convierte en “justo” acreedor de los adjetivos que inician este párrafo. (Una aproximación a esta idea de “crítica” de algunos opinadores la avanzó Jaime Rumbea en este artículo que publicó en diario El Universo).

En la otra orilla, el término “firme” de esa ecuación russelliana le corresponde al Alcalde Nebot, quien funge de supuesto rival de Correa. Nebot sí tiene licencia para insultar: a las redacciones de los medios de comunicación social sus insultos no las inmuta (si los llegan a consignar, se lo hace sin énfasis alguno); a esos mismos vehementes opinadores, tan preocupados por las formas del discurso de Correa, esos insultos no afectan de ninguna manera sus habituales loas acríticas a la gestión del Alcalde.

Veamos un ejemplo reciente. La Alcaldía de Guayaquil lanza la tarjeta llamada “La Guayaquileña”. Uno puede, de manera legítima, discrepar con el lanzamiento de la tarjeta, por diferentes razones. Pero el ejercicio de ese legítimo derecho a discrepar, por ejemplo, porque alguna persona considere que se puede utilizar la tarjeta con fines políticos, le costará a esa persona que el Alcalde Nebot lo trate de “tarado”. Así lo consignó el diario Extra, que acaso por tratarse de “prensa popular”, se atrevió a publicarlo entero, bajo el titular ¡No son para fines políticos!:
“… solo un tarado puede pensar eso, el plan lo anuncié hace mucho tiempo. A quien se refiere es uno de los tantos insultos que Guayaquil no aguanta más. Si están trastornados que vayan al siquiatra y si son ignorantes que aprendan”.
El resto de la prensa “libre e independiente” no consignó el insulto que el Alcalde Nebot le endosa a todo aquel que no piensa como él. El diario Expreso, lado A de Granasa S.A. o el Dr. Jekyll de este sangriento Mr. Hyde, omite toda referencia. Diario El Universo, que sabe quiénes son sus amigos (sino obsérvese este editorial en apoyo a los comités del Municipio local, -precisamente publicado ese mismo día- y la crítica del amigo Ángel Largo Méndez en su bitácora, o recuérdese el tratamiento de las protestas de estudiantes contra el Gobierno central y de los comerciantes informales contra el Gobierno seccional, acá) escoge sus palabras e inicia desde la referencia a que el plan ya había sido anunciado hace mucho tiempo, frase que está justo después de que Nebot llama “tarado” a todo aquel que piense distinto en la materia. Diario Hoy sólo lo publicó en su edición digital, con el rótulo “solo para Guayaquil” y no hizo ninguna referencia al asunto.

La prensa “libre e independiente” ejerce esa supuesta “libertad” e “independencia” en defensa de sus propios intereses. Lo que no defiende con ese uso mañoso de la libertad es la libertad de expresión con la que tanto le encanta llenarse la boca. Le gusta maximizar algunas cosas ad náuseam, así como omitir de manera absoluta otras cosas (piénsese en la nula investigación sobre temas que deberían llamarnos la atención como los casos Neira y Orellana, por ejemplo). Su idea de libertad de expresión es solamente la libertad de prensa y ésta, como dijo Jauretche, “no es más que una máscara de la libertad de empresa”. En beneficio de Nebot, en este caso.

Charly

1 de noviembre de 2009

Buenos Aires, viernes 23 de octubre de 2009. Cumpleaños 58 de Carlos Alberto García Moreno (llámalo Charly). Cancha de Vélez, lluvia nocturna y persistente. 34.ooo personas esperamos la salida de Charly, su regreso a los escenarios, el concierto que él nos prometió que sería un orgasmo. Nadie puede negar que esa noche todos estábamos mojados.

Salió a escena un Charly al que un amigo definió como pasteurizado, rechoncho y clean, de voz tenue y en pleno control de sí mismo. Un Charly menos rock star, pero mucho más metido en su rock. Un Charly que repasó con nosotros sus grandes éxitos, lo que significa pasarle revista a la biografía de (de)generaciones, la nuestra incluida (porque Charly es “héroe transgeneracional que tiene manos de marfil y teclados de Taiwan”, como reportó Ernesto Martelli para la revista Rolling Stone), la de todos quienes crecimos escuchándolo y somos tanto parte de su religión como su música es parte del soundtrack de nuestra vida.

Salió Charly ese viernes de lluvia y se reencontró con su público. Atrás, en campo, rodeado de amigos, de gente, saltando y cantando, estaba yo. En algún punto entre Melmac y el piso plástico puesto para no destrozar la grama, elevado pero en Tierra, estaba yo. Mojado, pero contento. Ateo que rezó por vos, Charly, más si salió contigo a juntar plegarias el inmenso Flaco Luis Alberto Spinetta. Escuché con sentida devoción a este tipo de 58 años cumplidos, menos de 3 años menor que mi viejo (quien estaba conmigo en el concierto, ¿no les digo que Charly es transgeneracional?) y quien de niño soñaba con “dinosaurios, planetas, mitos griegos”: todas esas cosas que, de alguna manera, Charly ha llegado a ser a lo largo de su vida (“porque ya hice todo lo que se puede hacer. Ya está”) para convertirse en el inconsciente colectivo de millones.

Volvió el más grande, decían los carteles, pero todo regreso es difícil: a Charly le costó muchas muelas y largas terapias regresar. Se le nota, mucho se le nota. Pero lo contrario de difícil es mirarlo desde afuera y descalificarlo: llamarlo loco, drogadicto, acabado, etc. A esos que lo descalifican, como decía el poeta Oliverio Girondo, hay que compadecerlos. No solo porque la suya es una actitud canalla y miserable, sino porque esos pobres no entienden que “el más cuerdo es el más delirante”, porque no entienden que para este John Lennon del subdesarrollo “la locura es poder vCursivaer más allá” y traducirnos esa locura en canciones. Aguante, Charly. Say no more.

Así, de vez en cuando escuchas aquella voz y es la voz de Charly García. Charly ha vuelto porque, como escribe Marcelo Figueras en Página/12, "no deja de recordarnos que los hambrientos, los locos, los prisioneros y los idos, todavía están acá" y porque "es necesario cantar de nuevo una vez más". Charly está en pie para hacerlo, pasteurizado y clean. Hasta la próxima tempestad, nos dijo en Vélez. Ojalá que arrecia esa tempestad este 26 venidero que Charly cantará en Guayaquil. Yo allí estaré. SNM.