Giorgie gaga

11 de febrero de 2010

El último párrafo de este artículo de Jorge Vivanco es de una memez bochornosa: afirma que “prueba” la existencia de lavado “que da un contento” en el país porque él mira y observa y “basta tener ojos para ver”. ¿Esa es toda la prueba? ¿Con esas simples premisas se soporta una opinión tan grave? Pffff, esta es una torpeza que no puede permitírsela nadie que se tome en serio el escribir una columna de opinión y menos un periodista que se supone que tiene una importante trayectoria como Jorge Vivanco. Lo mismo podría Vivanco, con premisa tan simple como tonta, “probarnos” la contaminación ambiental, la influencia nefasta de Dolph Lundgren en los usuarios de buses interprovinciales o el mal bajo de las chicas que transitan la calle Boyacá esquina con Urdaneta. Está en cualquiera, es Mr. Gaga (¿será que es el abuelito de Lady gaga, así como cuentan que Alfonso Espinoza es el verdadero papá de Mamá Ocllo? Anda tú a saber…)


P.S.- Una fotografía de su posible nieta, de quien se sospecha que tiene mini-pichula.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No estamos en un tribunal, en donde sin evidencias tangibles, no se puede sostener la acusación.

Hay que tener el pensamiento en extremo concreto para no entender lo que dice Vivanco, y darle la interpretación que aquí se le dan a sus palabras.

En Ecuador existen un montón de nuevos riquillos. Se pavonean y se exhiben con sus bienes y lujos. Vale, creo yo, la pena preguntarse, ¿de dónde sale tanta plata? Si, es cierto, inicialmente son conjeturas, pero si alguien de verdad se propone investigar de dónde viene el dinero, seguro que muchos de esos nuevos riquillos no tienen como justificarlo. Y en mejores casos, utilizan empresas de blanqueo de dólares.

¿No me digas que nunca se te ocurrió eso?

Si luce como pato, y suena como pato, y caca como pato, y nada como pato... debe ser un pato!

Por otro lado, partiendo de la misma lógica con la que criticas a Vivanco, podríamos criticar a la bufonesca comisión de la verdad y sus "averiguaciones" y "conclusiones" sobre los supuestos actos de abuso y violación de los derechos humanos.

En el contexto de ello, ¿con qué premisas y sustentos puedes tu, y los otros comisionados de la verdad, implicar a LFC como autor, o cómplice u origen de los tales abusos a los derechos humanos?

¿Tienes una prueba contundente, un video, un documento que demuestre que LFC mandó a torturar, o simplemente se basan en lo que ven y oyen de los supuestos agraviados?

Créeme nunca me simpatizó el tal ingeniero. Pero, que el ejemplo valga, para demostrar que se peca de lo mismo que se critica.

Xavier dijo...

Ups, a., estás en el horno si equiparas un trabajo de equipo, de varios meses y 2.400 páginas como resultado del mismo con un individuo que escribe a vuelapluma un párrafo burdo. No es difícil entender la diferencia. (Por cierto, la analogía con el pato es algo tan endeble, que no merece comentario.) Saludos.

Anónimo dijo...

¿Lata=calidad? ¿bulto=buen trabajo?

El punto es que se pueden o no, escribir enciclopedias enteras sobre el tema LFC-DDHH, y sin embargo, ninguno de esos tomos poseerá pruebas tangibles y contundentes que sirvan para afirmaciones categóricas y emisión de juicios inalterables. Cabe mencionar que el sesgo ideológico de quienes participan en dicha comisión, le resta el poco valor objetivo que le pueden quedar a la conclusiones emanadas de sus "estudios e investigaciones", y por ende, le resta peso a tanta palabrería que pueda estar plasmada en esas 2.400 hojas (¿dónde quedó aquello de "contrastado", "verificado", "comfirmado" etc., etc., etc? pff!)

Las 2.400 páginas posiblemente solo sirvan para: 1) justificar el salario de los comisionados, 2) su razón de existir, 3) para hacer bulto y tratar de apantallar a incautos, 4) para manipulaciones de tipo ideológico y usos propagandísticos, y 5) para dejar más dudas que certezas.

Insisto, el punto aquí, radica en que, tanto Vivanco, como los de la comisión aquella, basan sus conclusiones en una suerte de conjeturas, apreciaciones subjetivas, hechos circunstanciales y realidades incompletamente explicadas. Y precisamente por esa falta de explicaciones completas a una serie de hechos fehacientes, es que se acude a las conjeturas, hechos circunstanciales, testimonios de un solo lado y elucubraciones.

Vos, como abogado, sabes que ante un tribunal, esas 2.400 hojas, se desplomarían por si solas, y no servirían como sustento para condenar a nadie.

La analogía del pato, pudo haberte servido a tí también, como un razonamiento lógico y válido, utilizable para darle un poco mas de peso a las acusaciones que se sostienen en contra de LFC. Lo podías haber utilizado para golpear mis argumentos en contra de la comisión de la verdad. Lamentablemente, yo lo utilicé primero, para darle mas peso a las conjeturas de Vivanco, y eso es lo que no te gustó. No es, por lo tanto, tan endeble, como tu lo quieres hacer parecer.

Abrazos.

Xavier dijo...

A.:
1) Hablas como si hubieras leído el informe de la Comisión de la Verdad y tienes pruebas de lo que afirmas. Como comprenderás, el informe no se ha publicado, con lo cual todo lo que sostienes sobre ese trabajo son meras conjeturas, palabras totalmente insustanciales, muy parecidas al párrafo de Vivanco que critico. (Por cierto, el que hace la comparación con el trabajo con la Comisión de la Verdad eres tú, a ti te corresponde entonces probar la veracidad de tus dichos y la solidez de tu argumento. Que el santo Pato Mesías te ayude).
2) Lo del pato que no es el Mesías, pues, vaya que sí es endeble. Para que se sostenga semejante “analogía” tendrías que probar la pertinencia de la misma. Que Vivanco no prueba nada con la sola mención de que le basta ver y mirar es bastante evidente; que tú no lo pruebas con la sola mención de una analogía que tiene mucho más de ejemplo zoológico que de argumento lógico, es también bastante evidente. Porque para que tenga sentido la mentada analogía le hace falta todo lo que cuenta en un argumento: la afirmación de hechos veraces y la inferencia lógica válida.
Abrazos.