Como muchos en el mundo, conocí el programa de John
Oliver por su memorable diatriba contra la FIFA. Ese trabajo se difundió el 8
de junio del 2014, a escasos días (cuatro, para ser preciso) del inicio del
mundial de Brasil, durante la emisión del sexto episodio de la primera
temporada de su programa Last week tonight with
John Oliver, transmitido por HBO.
Poco tiempo después, en clases de mi maestría,
estudiamos las restricciones a la venta y posesión de armas implementada en
Australia durante el gobierno del primer ministro John Howard (quien gobernó
Australia desde 1996 durante 11 años, por cuatro períodos consecutivos) por contraste
a la imposibilidad del presidente Barack Obama para aplicar similares
restricciones en los Estados Unidos de América. (La comparación entre lo
sucedido en los Estados Unidos de América y en Australia motivó este artículo de mi autoría). En clases, analizamos la pieza periodística que
John Oliver realizó sobre este tema (titulada ‘Australia’s gun control’s aftermath’ [Repercusiones del control de
armas en Australia]) cuando se desempeñaba como reportero del programa The daily show, conducido por Jon
Stewart. Es un trabajo de investigación extraordinario, incisivo y gracioso, que
obtuvo incluso un premio Emmy. Se presentó en tres partes (las tres se las encuentra en el enlace anterior) y es altamente recomendable.
El año pasado, John Oliver se independizó de The daily show, e inició su propio programa Last week tonight with John Oliver en abril. La primera temporada tuvo 24 episodios; la segunda, en cuyo primer y hasta ahora único episodio ha sido figura estelar el presidente Correa, tiene planeados 35. En los 25 episodios que hasta ahora se han difundido, el programa de John Oliver se ha ocupado, por diversas razones, de la situación de muchos países del mundo mundial, entre otros, Australia (por Tony Abbott), Argentina (por el tuit de Cristina Fernández), Brasil (por las elecciones), Hungría (por el impuesto al Internet),
India (por las elecciones), Nueva Zelanda (por el referéndum sobre el cambio de su bandera), Singapur (por los problemas con las apuestas),
Suecia (por la caza de un submarino ruso), Tailandia (por la hipersensibilidad de su monarquía), Uganda (por las leyes represivas de la homosexualidad)…
Son países de todos los continentes habitados, a los que de manera reciente se
sumó Ecuador, gracias a la so-called
taint-sensibility del presidente Rafael Correa. Por cierto, Correa es una
más de las altas autoridades políticas que han merecido la atención del
programa de Oliver. Se une a un selecto grupo conformado por el presidente indio
Narendra Modi, la canciller alemana Angela Merkel, el primer ministro
australiano Tony Abbott, el presidente francés François Hollande, el presidente
turco Recep Tayyip Erdogan, la reina Beatriz de Holanda, el presidente
zimbabuense Robert Mugabe, el emir Sabah Al-Sabah de Kuwait, el príncipe Enrique
de Dinamarca, el presidente ruso Vladimir Putin, el sultán Hassanal Bolkiah de
Brunéi… Entre otros tantos que no son políticos, desde Jérôme Valcke, secretario general de la FIFA (en el segmento Fuck that guy) hasta la filósofa de los ‘selfish assholes’ Ayn Rand (en el segmento How is she still a thing?).
A manera de muestra de la calidad del trabajo de
John Oliver, pongo a consideración mi top 5 de su programa:
5) Su retrato de Tony “dumb, dumb” Abbott. Hilarante. Juzguen por ustedes mismos el
personaje que Abbott es:
4) Su burla a la reina de Reino Unido, etc., cuando visitó el set de Game of Thrones. La llamó “una reina con poderes falsos, visitando un reino falso, el que probablemente tiene un mayor impacto en la vida de su país que el que ella misma tiene”. Parece, después de todo, que Oliver y Correa
comparten un común desprecio por las monarquías:
3) Su ataque a la desigualdad de ingresos en los
Estados Unidos de América y al optimismo que se dispara al pie:
2) Su crítica del sistema penitenciario de los
Estados Unidos de América. El humor y la investigación profunda, unidos de
manera inteligente para formular un contundente alegato en contra de un sistema
injusto. Extraordinario (feat. a sort of
Sesame Street puppets):
1) Su diatriba contra esa organización mafiosa
llamada FIFA. El video que me introdujo a Last
week with tonight with John Oliver y el (hasta ahora) más visto de todo su trabajo, con
cerca de 10 millones de visitas en YouTube:
P.S.- Por cierto que en comparación con el trato que le ha dispensado a otros líderes, Oliver lo trató bastante bien a Correa: le da
incluso un estatus de posible líder mundial. Por contraste y como se puede
apreciar en el video, al primer ministro australiano Tony Abbott lo retrata
como un perfecto idiota (aunque, a decir verdad, Abbott tampoco es que se
ayuda).
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