El elefante en la habitación

28 de abril de 2016


Hubo únicamente dos estructuras de cemento que colapsaron en Guayaquil durante el terremoto del 16 de abril de 2016. La primera, esta vivienda particular situada en la esquina noroeste de Ayacucho y García Moreno.

Fuente: Metro Ecuador.

Fuente: Revista Vistazo.
 
Varias veces pasé frente a esa propiedad y me detuve a pensar en su fragilidad. Su diseño parecía y resultó totalmente irresponsable. Es la única de las viviendas particulares que colapsaron durante el terremoto que es de construcción reciente: no es ni de “materiales mixtos”, ni tiene tampoco “entre 30 y 60 años de construcción”, como las otras 19 viviendas siniestradas. Es la única vivienda cuya construcción se autorizó durante la administración de Jaime Nebot (1).

La otra estructura de cemento que colapsó fue el paso a desnivel que conectaba la calle Luis Cordero Crespo con la avenida De las Américas.

 
En resumidas cuentas:

A causa de un terremoto de magnitud 7.8 en la escala de Ritcher cuyo epicentro se situó a más de 150 kilómetros de Guayaquil, colapsaron 19 construcciones de materiales mixtos de entre 30 y 60 años de antigüedad y 2 construcciones de cemento: una de propiedad privada, visiblemente mal hecha, cuya construcción fue aprobada por la actual administración municipal, y otra de propiedad pública, visiblemente mal mantenida y cuyo mantenimiento era responsabilidad de la Alcaldía de Guayaquil. Este paso a desnivel es, con mucho, la construcción más grande que colapsó en Guayaquil a consecuencia del terremoto del 16 de abril. Su desplome ocasionó dos muertos, circunstancias de las que poco o nada ha informado o comentado el periodismo local (2).
  
¿Qué controles aplica la Alcaldía para el cuidado de la vialidad urbana? ¿Qué sucedió en el caso concreto de este paso a desnivel colapsado? ¿Qué controles aplica la Alcaldía para la construcción de viviendas particulares? ¿Qué sucedió en el caso concreto de la vivienda de Ayacucho y García Moreno? ¿Son esos controles eficaces? Y más importante todavía: ¿Está Guayaquil preparada para un terremoto como el que tuvo epicentro en Pedernales? ¿O nos veremos obligados, en caso de fuerte terremoto, a repetir las escenas de muerte y de horror en Manabí, pero ahora en carne propia? (3). 

La responsabilidad de la Alcaldía de Guayaquil de la que nadie habla. Cortesía de Banksy.
 
El periodismo en Guayaquil no sirve ni para responder siquiera estas preguntas básicas sobre la ciudad que habita. Es una lágrima.

(1) Según los propios habitantes del edificio, éste estaba "mal hecho, porque temblaba al pasar un auto, temblaba pero que usted no tiene idea, las paredes eran cuarteadas, la casa era cuarteada", v. ‘Vivienda se desplomó en pleno centro de Guayaquil’, RTS, 17 de abril de 2016 (m. 4:05-4:15).
(2) Es impresionante: ninguna estructura de cemento alrededor del paso a desnivel sufrió daños graves en kilómetros a la redonda, únicamente el paso a desnivel se desplomó. A un periodismo alerta y responsable esta “singularidad” lo pondría a investigar la causa de esta catástrofe costosa: el desplome de una estructura de millones de dólares, que ocasionó dos muertos y que causará molestas en el tráfico de la ciudad en los meses por venir. Pero de ese periodismo no hay en Guayaquil.
(3) Según esta noticia de diario Expreso, mejor que Dios (es un decir) nos pille confesados: “si el epicentro del temblor hubiese sido en Guayaquil, esta pudo haber sufrido igual o peor daño que el que hoy lamentan Portoviejo, Pedernales [sic] Muisne y otros cantones manabitas y esmeraldeños ¿por qué?, debido a que las construcciones antitécnicas también abundan en esta ciudad”, v.  Jorge Alvarado, ‘Construcción sin ingeniería se impone al uso de normas y nuevas técnicas de edificación’, Diario Expreso, 22 de abril de 2016. Pero como ya fue dicho, diario Expreso anda “caliente, caliente”, pero la pifia al final, v. ‘Mejor no hablar de ciertas cosas, diario Expreso’, Xavier Flores Aguirre, 26 de abril de 2016.

1 comentarios:

negriux dijo...

Excelente artículo, has dicho lo que muchos "investigadores periodísticos" tapan o solapan.