A veces pienso que en una
cuenta larga (longue dureé, que
dirían los de uno de los países finalistas de la Eurocopa [1]) sería beneficioso que el próximo gobierno sea de derechas. Las
ideas de emprendimiento y de libertades, usualmente suenan mucho mejor en la
retórica electoral que lo que termina por cristalizarse en las políticas
públicas que las pondrían en práctica, atravesadas (nuestra derecha ha sido
tradicionalmente traviesa –la izquierda, también) por intereses de todo tipo y por
corruptelas mayores o menores. Habría que subestimar demasiado a los votantes
(o suponerlos que viven primitivamente, como ‘Percebes o lechugas o taburetes’ al
decir de Javier Marías [2]) para
suponer que no serían capaces de poner en perspectiva la historia política
reciente.
Más allá del péndulo
político, creo que el contraste produciría una ciudadanía más crítica, que
tanta falta hace.
Y por supuesto, está la
opción de que la derecha en el poder esté a la altura de su discurso en las
elecciones (3)
(1) Daniel
Little, ‘Longue dureé’, understandingsociety.com
[blog], 9 de mayo de 2009.
(2) “Es
un primitivo en todos los sentidos de la palabra: acepta estar en el mundo que
le ha tocado en suerte como un animal –tipo gallina-, y pasar por la tierra como
un leño, sin intentar comprender nada de nada. Come, juega y folla si puede,
más o menos es todo”, en: Javier Marías, ‘Percebes o lechugas o taburetes’, Diario
El país (España), 27 de marzo de 2015.
(3) ‘Esto no es bambi’, YouTube, 12 de abril de 2009 [Última visita, 8 de julio de 2016].
al mismo tiempo sería nefasto
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