Moby atribuye la elección
de Trump a “estúpidos, racistas y misóginos” (1). En este juicio, Moby razonó como suele hacerlo la grey
conservadora, de acuerdo con este estudio de George Lakoff. Moby simplemente
atribuyó una causalidad directa para la elección de Trump a tres supuestos
atributos de sus votantes. El razonamiento es pasmosamente simple: “estúpidos,
racistas y misóginos”, ergo, votantes
de Trump. Muchos “estúpidos, racistas y misóginos”, ergo, Trump ganó.
Moby is a Dick. An angry one. Fuente. |
Con este proceso de
razonamiento por causalidad directa de Moby, suelen razonar la política los
votantes de Donald Trump. Esta es una descripción de las políticas que ha
anunciado Trump y como le resuenan a sus votantes:
“Inmigrantes
vienen desde México –construir un muro para detenerlos. Para todos aquellos
inmigrantes que entraron ilegalmente, simplemente depórtenlos –incluso si hay
11 millones de ellos trabajando en nuestra economía y viviendo en nuestro país.
La cura para la violencia de las armas es tener un arma lista para disparar de
manera directa al agresor. Para detener que trabajos se vayan a Asia donde los
costos son más bajos y bienes más baratos inundan nuestro mercado, la solución
es directa: colocar un alto arancel en esos bienes para que resulten más caros
que los productos hechos aquí.. Para ahorrarse dinero del pago a las
farmacéuticas, que el mayor comprador –el gobierno- tome las ofertas a los
precios más bajos. Si Isis está haciendo dinero del petróleo iraquí, enviemos
tropas estadounidenses para tomar el control del petróleo. Amenacemos a los líderes de Isis a través del
asesinato de los miembros de su familia (aún si esto es un crimen de guerra).
Para obtener información de sospechosos de terrorismo, usemos el submarino, o
incluso peores métodos de tortura. Si unos pocos terroristas podrían llegar con
los refugiados musulmanes, simplemente evitamos que lleguen musulmanes al país” (2).
Un liberal consistente
buscaría otras razones. Con ellas rebatiría los razonamientos de causalidad directa
de las políticas conservadoras, así como también buscaría una explicación más
compleja para la elección de Trump. Un ejemplo de esto último es este artículo
de Vicenç Navarro, en el que replantea las razones del triunfo de Trump en
términos que el bisnieto de Melville parecería incapaz de concebir:
“Presentar
lo ocurrido, como he leído en más de un reportaje, como una traición de las
mujeres trabajadoras a la causa feminista, es no entender nada de lo que pasa
en EE.UU. Es urgente que las izquierdas, incluyendo los movimientos
progresistas en defensa de las minorías y también los movimientos feministas,
recuperen el concepto de clase en sus proyectos, pues la mayoría de la
población en EE.UU y en cualquier país de capitalismo desarrollado. Olvidarse de
la clase trabajadora ha sido lo que ha llevado al tsunami que estamos viendo a
los dos lados del Atlántico Norte. Así de claro” (3).
Moby, sin embargo, se
consideraría un liberal. En rigor, es un representante de cierto “solipsismo
liberal”, que principalmente se forma su criterio mirándose el ombligo. Y que
resulta entonces tan afín a la descalificación de los otros que no coinciden
con sus puntos de vista (4), como lo
podrían ser sus “rivales” conservadores, así como afín a hablar pendejadas sin
sustento, respaldados en ocasiones de un supuesto “buenismo” o simplemente al
pedo, como hizo en esta Moby.
(1) “Nadie
le ha votado [a Trump] por su inteligencia. Así que el único motivo por el que
alguien ha podido hacerlo es porque es racista, misógino y no pueden votar por
una mujer como presidenta, o porque realmente son estúpidos. No existe otro
motivo por el que alguien votaría a este hombre”, v. ‘Moby: “No puedo creer que en EU haya tal cantidad de estúpidos, racistas y misóginos”’, Sin embargo, 14
de noviembre de 2016.
(2) ‘Why Trump?’, George Lakoff, 2 de marzo de 2016.
(3) Vicenç
Navarro, ‘Es sorprendente que se considere sorprendente la victoria de Trump’,
Diario Público, 11 de noviembre de 2016.
(4) Es
fácil notar que Moby discrimina a los que él considera que son discriminadores.
No way to go, man.
ResponderEliminarBien dicho, Xavier! Sin embargo, discrepo contigo en que la respuesta a este fenómeno tan complejo pueda contestarse solo con ideología o lógica.
La pregunta “Por qué votaron por Trump?” es una proposión empírica, y como toda pregunta que trata de inferir las causas fenómeno, no tiene una sóla respuesta, sino muchas respuestas, especialmente en un país on 50 Estados y 319 millones de personas.
En ciertas ciudades es probable que el voto por Trump sea una consecuencia de la decepción en el sistema económico. En otras es posible que sea un efecto del racismo, sexismo o homofobia. Y en la mayoría seguramente es una combinación complicada de éstas y muchas otras variables mas.
La verdad es que nadie sabe todavía por qué 60 millones de personas votaron por Trump, y si acaso que es posible agregar 120 millones de votos y aislar un causa principal, recién lo sabremos cuando los estudios que están preparandose ahora sean publicados. Hasta mientas todo es especulación.
Por otro lado, el artílo de Navarro es fascinante, sin embargo una cosa que no me gustó es la presentación desordenada de proposiciones conceptuales, normativas y empiricas en un artículo que es más político que profesional. Una cosa es cómo conceptualizamos el legado de Obama, otra muy diferente por qué 60 millones de personas votaron por Trump, y otra totalmente distinta es qué debemos hacer al respecto. Lamentablemente ninguna de sus tres respuestas está persuasivamente argumentada para un lector relativamente objectivo que todavía no sabe bien qué es lo que ocurrió. Si todas sus premisas son las que está escritas –que puede ser que no lo sean- su pequeño artículo está repleto de non sequitur (s).
Lo que sí está extraordinariamente claro –como siempre- es tu mortal critica al tal “Moby Dick”. La lógica y agudeza conceptual de este hombre se quedó en la adolescencia.
Gracias por postear cosas tan interesantes y sigue escribiendo!
Tu amigo, Mauri.