En cualquier ciudad del
mundo, un hecho de esta naturaleza sería investigado a profundidad por su
periodismo: ¿Cómo se aprobó la operación, por qué falló, quién estuvo a cargo?
¿Qué garantías se adoptarán para que no se repita un hecho así? ¿Es aceptable dar
como excusa “siempre hay algo que falla, algo fortuito y sucedió lo que pasó”? (1)
En Guayaquil, eso no va a
suceder. ¿La razón? En general, por la mediocridad de nuestro periodismo. Pero
en este caso particular, porque involucra de manera directa a la iglesia
católica y al Municipio de Guayaquil (por los permisos dados para la operación).
Pues si algo sabe bien nuestro
periodismo, es respetar a sus autoridades locales. Ejercen sobre los
periodistas guayaquileños un encanto tal, que los enmudecen.
(1) 'Cruz de Catedral de Guayaquil se cayó cuando la retiraban para restauración', Diario El universo, 8 de enero de 2017. Me encanta la redacción "se cayó", es tan "no es culpa de nadie". Es un anuncio de por dónde irán sus publicaciones.
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