Desmentir al Alcalde

5 de junio de 2017


Ayer el diario Expreso publicó un interesante artículo de autoría de Blanca Moncada sobre la contaminación ambiental que permite la Alcaldía de Guayaquil dentro de su jurisdicción, en el que constan las siguientes declaraciones del alcalde Jaime Nebot:

“Tenemos un problema serio en lo que respecta a los vertidos, especialmente con ciertos industriales pequeños en el sector de la Tarqui popular. Se ha sancionado y se sigue sancionando a mucha gente. Se ha obligado a muchísimos de ellos a hacer planes de mitigación, que se han cumplido en inmensa mayoría; pero ese es un tema pendiente” (1).

Al Alcalde Nebot le preguntaron por las 475 empresas que operan en la ribera de los esteros y contaminan con sus vertidos (de un total de 640 empresas: es decir, casi el 75%). ¿Y cómo se la saca de esta muestra de notoria incompetencia? Pues con una afirmación rotunda: “Se ha sancionado y se sigue sancionando a mucha gente”. Y si son reincidentes, Nebot embiste de nuevo: “Los volvemos a sancionar y los seguimos sancionando” (2).

En estas afirmaciones de la máxima autoridad de la ciudad debe abrevar el periodismo de investigación (3). En este caso, para comprobar si hubo mentira en los dichos de Jaime Nebot hay una forma simple, aunque trabajosa: consiste en publicar la lista de las 475 empresas que no han cumplido con los permisos ambientales y/o los planes de mitigación, con un detalle de las veces que la Alcaldía de Guayaquil las ha sancionado, las veces que dichas empresas han reincidido y las veces que la Alcaldía de Guayaquil las ha vuelto a sancionar (4).

A nadie debería sorprender que el resultado de esa investigación desmienta la retórica punitiva del Alcalde de Guayaquil. Que esto sea así no tendría nada extraño: el modus operandi de la Alcaldía de Guayaquil es la connivencia con el empresariado (especialmente con el gran empresariado) en desmedro del ciudadano. En este caso, este modus operandi consiste en que 475 empresas (en su propio beneficio económico) pueden contaminar un bien público como los brazos de mar que atraviesan la ciudad. Y la Alcaldía, mirar a otra parte.

La ocasión para desmentir al Alcalde de Guayaquil está entonces servida. Es una oportunidad para construir conciencia de que en los problemas de contaminación de los esteros de Guayaquil, tiene una enorme responsabilidad la notoria aunque solapada incompetencia de esta alcaldía socialcristiana.

(1) Blanca Moncada, ‘475 empresas, en el Estero y sin licencia ambiental’, Diario Expreso, 4 de junio de 2017.  
(2) Ibíd.
(3) No hay goce cívico mayor que pillar a una autoridad pública en una mentira. O dicho desde la perspectiva del oficio de periodista: la tarea de un periodismo honesto y comprometido con los ciudadanos es eliminar el mayor número de mentiras que se hayan admitido en la esfera pública. A Nebot se le han permitido demasiadas. Por demasiado tiempo.
(4) En adición, la investigación podría comprobar qué tanto se ajusta el perfil de los infractores al de “ciertos industriales pequeños de la Tarqui popular”. Probablemente, el perfil de los infractores sea mucho más complejo (sería otra mentirijilla de nuestro alcalde).

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Xavier.

Quisiera saber como sería posible entablar una demanda al municipio por la contaminación del estero ? Es imposible? Que se necesita? O que manera legal se puede elaborar para que esto pare de raíz?
Yo ya estoy cansado de tanta indiferencia de la gente, quisiera saber tu opinion.

Saludos.