9 de junio de 2017

El vasquito Cea


Hubo un tiempo en que se estilaban los amuletos en el arco.

Evidencia gráfica de un arquero y su amuleto: el portero de las Indias Orientales Neerlandesas (desde 1945, Indonesia) con su muñequito. Mundial de 1938.

Sucedió lo que tenía que suceder y un día la globa mandó a volar uno de esos. Le cupo ese alto honor al vasquito Cea:

“En la semifinal de París, 1924, Uruguay jugó contra Holanda. Y los holandeses madrugaron, sacaron ventaja colocándose 1 a 0 y dale que dale, el ataque celeste no podía quebrar la resistencia de los súbditos de la entonces reina Guillermina. El arquero se llamaba Van der Moulen. Y como era el tiempo cuando se usaban las mascotas, había colgado un conejo de trapo en la red. Era su amuleto. En la hora desesperada, el vasquito Cea se fue abriendo camino a pata y pulmón y cuando estuvo en posición de tiro, empalmó a toda capellada la globa a la que le dio con la pata y con el alma. La redonda pasó la línea fatal y pegó en el conejo que fue a parar a los yuyos. Se había quebrado el embrujo. Cea había empatado. Fue un 6 de junio. Uruguay ganó y pasó a la final. Fue campeón olímpico” (1).

Esa final se jugó un día como hoy, 9 de junio. Ese día, en 1924, Uruguay venció a Suiza por marcador de 3 a 0 y obtuvo su primer campeonato mundial. Venció Uruguay también en el campeonato olímpico siguiente, celebrado en Ámsterdam en 1928, así como en el campeonato mundial de fútbol de 1930 (el primero con tal denominación), celebrado íntegramente en el estadio Centenario de Montevideo. Y como lo anota Diego Lucero, “José Pedro Cea fue un gran jugador. El único jugador del mundo que triunfante en tres títulos de carácter mundial, no faltó a un solo partido. Cinco en París, Cinco en Ámsterdam, cinco en Montevideo…” (2).

Porque Uruguay ha sido cuatro veces campeón del mundo, y en tres de esas ocasiones fue figura descollante el vasquito José Pedro Cea (1900-1970), aquel que le tumbó el conejito de trapo a Van der Moulen para abrir el camino al primero de los campeonatos mundiales de la escuadra yourugua.

(1) Lucero, Diego, ‘Siento ruido de pelota… Crónicas de medio siglo’, Editorial Freeland, Buenos Aires, 1975, pp. 106-107, artículo ‘Pedro Cea, un crack de la era romántica’. El resaltado no es del original.
(2) Ibíd., p. 107.

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