De “Fascismo municipal” a su financista. El itinerario de un periodista.
Un periodista pudo
cambiar, pero lo que se ha mantenido inalterable es el abuso contra los más
pobres en Guayaquil. Como en el caso de estos 19 detenidos por la Fuerza Pública
local aludidos en el artículo de Jijón, en ningún otro de los que se han
reportado en decenas de años de abusos, jamás (o muy rara vez) se sabe de los
nombres de los detenidos ni de las circunstancias de su detención, sus detalles
particulares, nada. Desaparecen, casi literal.
(El periodismo de Guayaquil
no solo es tan turro como para invisibilizar estos temas, sino que en un alarde
de cinismo, diario El universo ha osado declararse defensor de “los derechos humanos”.)
La violencia contra los más
pobres está invisibilizada en Guayaquil. Es como si este maltrato hacia
ellos no existiera, o se lo tuvieran merecido. Una de las consecuencias de ser
una ciudad aporofóbica.
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