El último traspaso de
poder entre los militares en el Ecuador se celebró en un casino de madrugada. Qué lugar más
conveniente para escribir un pedazo de nuestra historia Patria, jalonada de hechos que parecen conformar el relato de un dipsómano
delirante (desde Abdón Calderón en adelante, somos como un continuo delírium tremens). El hecho es que
diario El Comercio recogió el traspaso
del poder de “Bombita” a los triunviros en su edición del domingo 11 de enero de
1976, a un precio de s/. 2,40 y en los siguientes términos:
Fuente:
‘Centuria. Las noticias de los 100 años’,
El Comercio, 2006, p. 269.
Es interesante destacar
que, como buenos ecuatorianos, empezó este nuevo episodio con una especialidad
de la Casa Ecuatoriana: una promesa temporal,
que terminó en fracaso. Los milicos dijeron, en un primer comunicado madrugador dirigido al país, que
entregarían el poder a fines de 1977.
Fuente:
Ibíd.
Pero el año 1978 se
celebró el referéndum sobre la Constitución que regularía el retorno a la
democracia y el poder finalmente se lo entregó a la sociedad civil casi dos
años después de lo ofrecido por los militares esa madrugada de enero de 1976, recién
el 10 de agosto de 1979. Volvimos a la democracia, eso sí, con el Presidente
más joven que ha tenido la Patria en sus casi 190 años de vida republicana (o de
estas habladas de borrachos que han sido la Patria en los 188 años y pico que al
día de hoy tiene): Jaime Roldós, quien tenía 38 años cuando llegó a la
Presidencia de la República. Dentro de poco lo sacará a Roldós de este récord
un aún más joven Otto Sonnenholzner, hoy vicepresidente, quien cuenta apenas con
36 años.
Es decir, él será el
primero de los Presidentes que aún no había nacido cuando se celebró la
borrachera en el Casino de Oficiales que parió el retorno de la Patria Ecuatoriana
a la democracia.
No sé qué chuchas signifique esto, pero es al menos un “Fun Fact”.
No sé qué chuchas signifique esto, pero es al menos un “Fun Fact”.
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