Chuchaqui (?) y Estado

22 de septiembre de 2019


El 22 de septiembre de 1830, el Presidente del Congreso Constituyente del Ecuador recibió una noticia enviada por el Presidente electo, general Juan José Flores, relativa a su pronto arribo a Riobamba. Se dispuso entonces, en la misma sesión del Congreso Constituyente en la que se conoció de este aviso, que se conforme una comisión compuesta por Ignacio Torres, León de Febres-Cordero, Francisco de Marcos y Manuel Ignacio Valdivieso, a fin de que lo conduzcan al general Flores a tomar posesión de su cargo esa misma noche.

El registro de la sesión del “22 de septiembre por la noche” es el siguiente:

“En conformidad de lo dispuesto en la sesión ordinaria de este día, se dirigió una comisión del Congreso, compuesta de los Señores Cordero, Marcos, Torres y Valdivieso, á conducir á S. E. el Presidente electo del Estado, para que tomase posesión de su destino, previo el juramento constitucional: presentado que fue, pronunció el Señor Presidente del Congreso un discurso alusivo al caso, y haciendo poner la mano derecha sobre los Santos Evangelios, le recibió el juramento en estos términos: ‘¿Juráis guardar la Constitución política del Estado que ha sancionado el Congreso Constituyente, y llenar los deberes de vuestro destino?’ A lo que contestó: ‘Sí juro’: y después de dirigir un discurso al Congreso, protestando que la Constitución sería la única norma de su conducta política, se retiró acompañado de los mismos comisionados, oyéndose en la barra un aplauso general, y un armonioso concierto de música. Con lo cual se levantó la sesión por haber sido convocada para este solo efecto.”*

A mí no me engañan: se fueron todos a chupar y festejar el hecho.

Y probablemente con chuchaqui, el ya posesionado primer Presidente de los ecuatorianos, Juan José Flores (natural de Puerto Cabello, Venezuela) puso al día siguiente el Ejecútese a la primera Constitución del Ecuador, y tuvimos Estado. 

* Salazar Arboleda, Francisco, 'Actas del primer Congreso Constituyente del Ecuador (año de 1830)', Impreseñal, Quito, 1998, p. 125-126.

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