Publicado en diario Expreso el viernes 19 de julio de 2024.
La ciudad de Guayaquil fue la primera capital de provincia y cabeza de una Gobernación, de entre las tres ciudades de igual naturaleza cuyos territorios conformaron en 1830 el Estado del Ecuador, que declaró su independencia del Reino de España. Lo hizo de una manera inequívoca (en el acta del cabildo abierto aquel día se escribió que ese era el día “primero de su independencia”) y ocurrió el 9 de octubre de 1820.
Con el tiempo, la provincia de Guayaquil tuvo una bandera, un gobierno de representantes populares, su Constitución con división de poderes. Tras el 9 de octubre, varios pueblos de sus alrededores siguieron su ejemplo y se declararon independientes: Samborondón, Daule, Baba, Jipijapa, etc.
Lo específico de Guayaquil fue que desde aquel 9 de octubre de 1820 jamás dejó de ser una ciudad independiente, hasta su ocupación militar encabezada por Simón Bolívar en 1822, quien decidió el 13 de julio de ese año que debía cesar el experimento republicano de nuestra ciudad.
Otra capital de provincia y cabeza de una Gobernación, Cuenca, se independizó el 3 de noviembre de 1820. Su independencia, empero, fue breve pues tras la batalla de Verdeloma, el 20 de diciembre de 1820, Cuenca volvió al Reino. Pasó todo el año 1821, hasta que el 21 de febrero de 1822 las fuerzas independentistas entraron en Cuenca desde el Sur, lo que provocó la huida de las fuerzas realistas. Cuenca recuperó su independencia y luego decidió su anexión a Colombia.
La tercera ciudad capital de provincia y cabeza de una Gobernación era Quito. Su situación era diferente, pues el episodio autonomista de los años 1809-1812 la había dejado a Quito exhausta y desprovista de su élite política, asesinada en la masacre del 2 de agosto de 1810 y en la represión realista de los años subsiguientes, clausurada con los últimos fusilamientos tras la batalla de Ibarra del 1 de diciembre de 1812.
Un cronista de Quito, Luciano Andrade Marín, describió la angustiosa situación de la ciudad tras su episodio autonomista. Según él, los quiteños “quedaron postrados, desangrados y sometidos al más riguroso dominio español; sin maneras ya de sacudirse de él por sí mismos, sino esperando en la ayuda de alguien que los rescatara”.
Y llegaron en su rescate. Las fuerzas independentistas que entraron en Cuenca en febrero, llegaron en mayo a las faldas del volcán Pichincha y el 24 trabaron una batalla para tomar el bastión realista situado a los pies del volcán. Triunfaron los independentistas, con el general Sucre a la cabeza, y Quito pasó a pertenecer a Colombia de inmediato (al día siguiente del triunfo en Pichincha el tricolor colombiano flameaba en el Panecillo).
A diferencia del período 1809-1812, cuando Quito constituyó una Junta de Gobierno y se declaró una Capitanía General del Reino de España (el 9 de octubre de 1810) y, con ello, experimentó un gobierno autónomo por un tiempo, durante el período 1820-1822 Quito no conoció el goce de un gobierno autónomo: pasó del sometimiento a una monarquía europea (el Reino de España) al sometimiento a una república sudamericana (la República de Colombia).
Historia de tres ciudades: una que fue independiente, otra que lo fue a ratos y la restante que no lo fue.
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