Hace algunos meses, mi colega columnista Gabriela Calderón publicó un editorial titulado “En defensa de los desempleados y subempleados”. El enlace al artículo, acá. A mí, en general, el artículo me causó mucho ruido, pero en particular el ruido me lo provocó la idea de libertad individual que Gabriela expuso. Al respecto, le remití a ella un correo electrónico; fue el siguiente:
Gabriela:
No concuerdo con tu último artículo por varias razones. En realidad, la mayoría de mis razones podrían resumirse en que tu "defensa de los desempleados y subempleados" es, en verdad, una defensa (sea dicho con algunos matices que siempre es saludable introducir en las discusiones críticas) del egoísmo empresarial disfrazado de determinismo económico. (En realidad resumir solo en este corolario mis críticas no solo es obviar algunos necesarios matices sino omitir otras críticas pertinentes a tu artículo, pero las dejaré para que eventualmente se desarrollen y discutan en el curso del intercambio -siempre que éste suceda- epistolar.) Lo que más me preocupa de tu artículo es que terminas tu presunta "defensa..." con una referencia a la libertad individual: "si yo quiero trabajar por menos de 200 dólares al mes, y alguien me quiere contratar por ese precio, ¿por qué me lo debería prohibir alguien? Peor aún cuando prohibírmelo muy probablemente resulte en que me quede sin pan ni pedazo". No creo que esa situación de precariedad para decidir merezca el nombre de "libertad". Escoger entre dos situaciones indeseables como ganar, digamos, 100 dólares o nada (porque ganar 100 dólares para mantener una familia de cuatro personas -dos adultos y dos niños- por debajo de la línea de miseria -menos de un dólar diario por persona- merece una mejor respuesta, creo yo, que "pero podría no ganar nada"). Este tipo de argumento, que en lo particular, me parece tan crudo como repugnante, es el mismo que justifica las maquilas en Filipinas, Tailandia y China (supongo que conocerás de la situación social de las personas que allí trabajan, que no la maquilla las cifras macroeconómicas de esos países y menos las pingües ganancias de las transnacionales que se aprovechan de la debilidad institucional de esos países -no podrían hacerlo en los suyos propios- y que, en el necesario contraste, te hace conocer el profundo egoísmo del capitalismo rampante que esas transnacionales practican). Pero para volver al punto inicial, no puedo concebir que tengas en tan poca estima el concepto de libertad para que se lo atribuyas a una situación en la que precisamente lo más evidente es la carencia de la misma y lo que impera es el sometimiento de las personas a reglas crueles del capitalismo de mercado que, precisamente por ser como son, deben atemperarse de una manera inteligente (fruto de una concertación, en la medida de lo posible, de las partes involucradas) por el Estado.
Recibe mis mejores saludos,
Xavier
Por cierto, Gabriela Calderón nunca acusó recibo. Ummm, mal, eh.
Gabriela:
No concuerdo con tu último artículo por varias razones. En realidad, la mayoría de mis razones podrían resumirse en que tu "defensa de los desempleados y subempleados" es, en verdad, una defensa (sea dicho con algunos matices que siempre es saludable introducir en las discusiones críticas) del egoísmo empresarial disfrazado de determinismo económico. (En realidad resumir solo en este corolario mis críticas no solo es obviar algunos necesarios matices sino omitir otras críticas pertinentes a tu artículo, pero las dejaré para que eventualmente se desarrollen y discutan en el curso del intercambio -siempre que éste suceda- epistolar.) Lo que más me preocupa de tu artículo es que terminas tu presunta "defensa..." con una referencia a la libertad individual: "si yo quiero trabajar por menos de 200 dólares al mes, y alguien me quiere contratar por ese precio, ¿por qué me lo debería prohibir alguien? Peor aún cuando prohibírmelo muy probablemente resulte en que me quede sin pan ni pedazo". No creo que esa situación de precariedad para decidir merezca el nombre de "libertad". Escoger entre dos situaciones indeseables como ganar, digamos, 100 dólares o nada (porque ganar 100 dólares para mantener una familia de cuatro personas -dos adultos y dos niños- por debajo de la línea de miseria -menos de un dólar diario por persona- merece una mejor respuesta, creo yo, que "pero podría no ganar nada"). Este tipo de argumento, que en lo particular, me parece tan crudo como repugnante, es el mismo que justifica las maquilas en Filipinas, Tailandia y China (supongo que conocerás de la situación social de las personas que allí trabajan, que no la maquilla las cifras macroeconómicas de esos países y menos las pingües ganancias de las transnacionales que se aprovechan de la debilidad institucional de esos países -no podrían hacerlo en los suyos propios- y que, en el necesario contraste, te hace conocer el profundo egoísmo del capitalismo rampante que esas transnacionales practican). Pero para volver al punto inicial, no puedo concebir que tengas en tan poca estima el concepto de libertad para que se lo atribuyas a una situación en la que precisamente lo más evidente es la carencia de la misma y lo que impera es el sometimiento de las personas a reglas crueles del capitalismo de mercado que, precisamente por ser como son, deben atemperarse de una manera inteligente (fruto de una concertación, en la medida de lo posible, de las partes involucradas) por el Estado.
Recibe mis mejores saludos,
Xavier
Por cierto, Gabriela Calderón nunca acusó recibo. Ummm, mal, eh.
En alguna ocasión le escribí un correo a Gabriela Calderón, aclarándole algunos conceptos y categorías del derecho internacional, a propósito de un editorial sobre el conflicto entre Ecuador y Colombia. Tampoco contestó. Al parecer a esta fulana no le interesa mucho interactuar con sus lectores, o por lo menos no con aquellos que disienten de su opinión.
ResponderEliminarUn abrazo,
El Morador del Sector
No entiendo como alguien tan pequeña como ella pueda estar tan llena de odio... es inconcebible las barbaridades tan lejanas de la realidad nacional que ella escribe en su columna... es una verdadera lástima, es obvio que hablar o discutir con ella sería lo mismo que discutir contra una muralla reaccionaria.. Sigue asi Xavier,
ResponderEliminarun abrazo..
MP
A ver si me explico. Yo creo que la gabi está siendo malentendida. Su defensa de la libertad va en serio. El problema es que estamos tergiversando el ejemplo que ella tan inteligentemente ha puesto. La libertad que ella defiende es la del explotador, que es el que importa, no la del explotado. y ahí lleva razón. ¿A cuenta de qué el estado me dice que no debo aprovecharme de los miles de pobres infelices de este cagado país que están dispuestos a darme el culo por 170 putos dólares? A ver, ¿cómo así el estado se mete con mi libertad de explotar? Y me disculpa, compañero, pero ésa no es una libertad cualquiera. ¿Para qué la queremos si no es para hacer lo que nos sale de ya sabe ud. dónde, caiga quien caiga, carajo? Así que se equivoca, Xavier, la de ella no la suya, es una defensa seria de la libertad.
ResponderEliminardios, patria y libertad,
v.
quizá no acusó recibo porque se sintió acusada... o acosada...
ResponderEliminarexcelente tu carta; calderón siempre siempre me deja con preguntas después de que la leo, pero no en el buen sentido sino en el más malo (y desolador), por ejemplo: "¿por qué alguien piensa que este tipo de opiniones merecen ser remuneradas económicamente?"
Xavier,
ResponderEliminarFelicitaciones no solo por esta entrada en tu blog, sino tambien por todos los articulos impecables que escribes en el Universo. Ya te habia dicho por email anteriormente que yo siempre los leo.
Es no menos que justo que alguien con acceso de prensa critique a Gabriela Calderon, como se debe, con argumentos, con fuerza pero con respeto. Concuerdo totalmente contigo pues se me ha revolvido el estomago las pocas veces que he leido los articulos de esta seniorita.
Felicitaciones tambien por ser una de las personas encargadas de redactar la nueva constitucion. No podia haber caido en mejores manos.
Sigue con tu impecable y brillante trabajo.
Saludos.
Edgar
PS. Tu juventud hace que el tutearte sea natural para mi. Espero que no te incomode.
A continuación adjunto el comentario que le realicé a la señorita Calderón a propósito del artículo mencionado.
ResponderEliminarTampoco acusó recibo.
...Ahora bien, comienzo con la parte más engorrosa de mi pretensioso comentario, la crítica. Escribes que el mejor mecanismo para regular el sector laboral es el mercado; sin embargo, el mercado, por su lógica, no garantiza el pleno empleo; si comenzamos sosteniendo que, los seres humanos, necesitan de bienes básicos para subsistir, y, en los hechos, el mecanismo imperante de la modernidad para distribuir todo tipo de bienes es el mercado, al cual sólo se accede con dinero, que, a su vez, es adquirido, legalmente, mediante el empleo, entonces aquellos desempleados nunca podrán acceder a dichos bienes, luego no podrán sobrevivir (mortalidad infantil, desnutrición, muerte por enfermedades sociales, muerte materna posparto, etc.).
Si a esto le sumamos que, la racionalidad intrínseca del mercado, lo impulsa a hacerse cada día más eficiente, buscando desarrollar nuevas tecnologías para reducir costos y aumentar la producción, la misma ley de la oferta y la demanda obligará a los empresarios a reemplazar a los trabajadores por máquinas más productivas y menos costosas (las actividades que antes realizaban un ejército de archivadoras, ahora las realiza un simple ordenador).
En consecuencia, el único mecanismo justo –si entendemos que todos los miembros de una comunidad política tienen derecho a vivir-, para regular el sector laboral, será aquel que garantice el pleno empleo. En la era moderna (siglo XX), las fuerzas políticas de occidente, desarrollaron el sistema conocido como Estado de Bienestar, que garantizó el pleno empleo, con gente con dinero en los bolsillos se buscó aumentar la demanda, para superar la deflación producida en la gran depresión; como te comenté anteriormente, fueron alrededor de 25 años, en que la economía mundial sólo conoció prosperidad...
TODOS LOS QUE HAN ESCRITO ACÁ VALEN TRES ATADOS DE GABARDINA. NO LE ATINAN A NINGÚN CONCEPTO MEDIANAMENTE NORMAL DE ECONOMÍA.
ResponderEliminarFUERA BUENA COSA SI LEYERAN ALGÚN LIBRITO DE ESOS QUE SE VENDEN EN LA CIENTÍFICA, PORQUE LO QUE DICE LA SRTA. GABRIELA ES TAN BÁSICO QUE DEBIERAN ENTENDERLO ASÍ DE FÁCIL. OBVIO, QUE XAVIER FLORES NO PASA DE SER UN PSEUDOFILOSOFILLO ENGREÍDO Y ARROGANTE, PUES CUANDO TENÍA SU PATÉTICO PROGRAMA NUNCA RESPONDÍA DIRECTAMENTE LAS PREGUNTAS.
BIEN POR XAVIER, ÉSTE ES SU BLOG... Y PUEDES ESCRIBES LAS BARRABASADAS QUE QUIERAS, PERO NO TE METAS CON LA ECONOMÍA QUE ES UN TEMA QUE NO CONOCES. SI QUIERES ME RESPONDES ACÁ Y YO MISMO TE EXPLICO CADA TEMA QUE LA CALDERÓN NO TE PUEDE EXPLICAR EN DETALLE PORQUE LA COLUMNA ES CORTA.
POBRE GABRIELA, QUE ESCRIBE LA VERDAD DE LA LÓGICA ECONÓMICA Y SE HA ENCONTRADO CONTIGO, UN PENDEJO POPULISTA MÁS QUE SE LA PASA REBUSNANDO LO QUE LA GENTE QUIERE ESCUCHAR... ASÍ NUNCA VAMOS A PROGRESAR COMO PAÍS, PUES, BABOSÍN. TIENES UNA COLUMNA, APROVÉCHALA Y EXPLÍCALE AL PUEBLO TEMAS IMPORTANTES Y DEJA DE LLAMAR LA ATENCIÓN CON TUS PELEÍTAS Y PATALETAS CON GENTE IMPORTANTE (NEBOT, FEBRES-CORDERO-G. CALDERÓN), ELLOS NI SE MOLESTAN EN PARARTE BALÓN.
AMIGO 007
PUBLÍCALO, NO SÓLO LO HAGAS CON LOS QUE SON FAVORABLES A TÍ... ESO ES JUSTICIA (a VER SI HACES LO QUE PREDICAS)
ResponderEliminarAMIGO 007
Bueno, el "amigo 007" está como que enojado. Pero, en verdad bien en el fondo, fondo, fondo, parece que tiene algo de certero. La economía fue conocida como la "Ciencia sombría" durante mucho tiempo y no fue porque era buena cosa escuchar sus recomendaciones. Malo el uso de malas palabras, pero, te hará bien, Xavier, tener alguien que piense diferente.
ResponderEliminarEl escrito de Xavier era respecto al concepto de libertad (inexistente en cualquier país donde el sueldo sea menor al costo de vida) de Gabriela Calderon....
ResponderEliminarPero "anonimo" lo que hace (además de los insultos)es pedirle a Xavier que no hable de economía porque no posee un título en esta materia.
Mi objetivo no es defender al dueño de este blog, sino mostrar como por un lado nos quejamos de las actitudes que tuvo el delegado del gobierno hacia los comentarios de Mariaca en su programa, o de las prohibiciones de poner al aire ciertos programas de CN3, mientras por otra parte, para algunos ciudadanos, con pensamientos parecidos a "anonimo", les resulta incomprensible las críticas hacia la junta de beneficiencia, el alcade Nebot o que abogados hablen de economía y situaciones que suceden en la realidad.
En este caso: ¿cuál es la diferencia entre el pensamiento de anónimo y las acciones del gobierno? Personalmente, parece que ninguna.
Gracias a todos por sus comentarios. Morador, conozco de otros casos como el tuyo (supongo que a algunos les resulta difícil pensar fuera del libreto). MP, gracias por aportar, aunque hubiera preferido un tono menos rudo. cdifficile, si lo tuyo es una ironía, es muy agria; si lo tuyo pretende ser un argumento, es vergonzoso. Denise, nos debemos unos vinos, fija tú la fecha. edgar f., muchas gracias, ningún problema con tutearme, faltaba más. luissanchezb, como a Morador y como a mí, también sin respuesta: es curioso, porque tú sí atacas (con argumentos) la materia de conocimiento de G. Calderón. Es, cuando menos, sospechoso que no te responda. anónimo (amigo 007): es una lástima que pretendas persuadir mediante el torpe recurso de los insultos (torpe porque son, además, penosos lugares comunes). Si te molestaras en pensar un argumento un poquito, te respondería en detalle. Pero en esta tontería que escribes, por supuesto, no pierdo yo mi tiempo. Mejórate para la próxima. anónimo: tener alguien que piense diferente es siempre saludable... siempre que ese alguien lo argumente. Como dice Savater, "piense usted lo que quiera... pero piénselo". raúl farías: gracias, coincido plenamente con el núcleo de tu crítica. Sigamos.
ResponderEliminarRaúl y Xavier. Está divertida la discusión. El concepto de libertad de Raúl (El ingreso del individuo debe ser al menos el del costo de la vida) es dudoso. Sé que en el mundo socialista es la materia prima de muchas políticas económicas recomendadas. Quisiera éste significar que si no tengo un ingreso parecido no soy libre.
ResponderEliminarPartiendo de él pudieramos utilizar un concepto de igualdad rawsiana, es decir garantizarle a la gente un consumo mínimo, más ésto debiera hacerse a través de un subsidio sólo para la gente pobre. O, para los desempleados, durante un tiempo determinado.
Pero, sigo considerando que la libertad es otra cosa, más que esto. (Bueno, pero me tengo que ir).
Con respecto a la igualdad rawlsiana, no es verdad que esta se limite a garantizar un consumo mínimo, de lo que se trata es de que las únicas desigualdades permitidas -en una sociedad justa- serán aquellas en las que se beneficie a los peor situados, esto se lo conoce como el maximin, criterio racional de elección bajo circunstancias de incertidumbre.
ResponderEliminarSaludos.
No es cierto que la igualdad rawlsiana consista en la garantía del consumo mínimo. El principio de diferencia de "Teoría de la Justicia" señala que -en una sociedad justa- las desigualdades sociales y económicas únicamente se justifican sin con ello se mejora a los peor situados (menos aventajados); esto es lo que se conoce como el maximin, criterio de selección en circunstancias de incertidumbre.
ResponderEliminarSaludos.