1 de diciembre de 2015

"Míreme pues, mí-re-me"


Después de treinta minutos de debate entre Febres y Borja, lo de “míreme pues, mí-re-me” es simplemente la cereza del pastel: en esta entrevista previa a la elección presidencial de 1984, Febres lo sacó a pasear a Borja. La frase que mejor resumió este debate fue la dicha por Febres-Cordero: “Mientras Ud. no sabe cómo hacerlo, yo sí sé cómo hacerlo”. Y esa fue la idea que quedó de este debate del 29 de abril de 1984: un tipo soberbio pero eficaz frente a otro, tal vez bienintencionado, pero inútil.

Eso, a decir verdad, porque Borja no se ayudó. Su lenguaje corporal lo hacía aparecer como un leguleyo sin conexión con la realidad. Borja jamás entendió cómo contrarrestar el dominio escénico de Febres-Cordero (quien se fumó un tabaco despreciativo cuando Borja hablaba). Porque mientras Borja fue a exponer un alegato de ideas, Febres fue a aprovechar las espectaculares posibilidades de la televisión. Él estaba curtido en ello, pues en su rol de miembro de la Cámara Nacional de Representantes (1979-1984) supo sacar provecho de la tele en sendos enjuiciamientos políticos a los ministros Feraud (por el famoso caso de las “muñecas de trapo”), Dávalos y Ortega. Y era justo de estos enjuiciamientos que Febres le hablaba a Borja, cuando mencionó estas palabras (según se dice, con error) que han quedado para la memoria colectiva: “míreme a los ojos”.

 
Pues sucede como con el famoso “play it again, Sam”, que es la línea que se recuerda de la película Casablanca cuando jamás el personaje de Humphrey Bogart la dijo (el personaje de Bogart, Rick Blaine, apenas dijo: “Play it”). Así, Febres jamás dijo “míreme a los ojos” sino “míreme pues, mí-re-me”, como consta en el título de esta entrada y puede apreciarse en el minuto 28:40 del vídeo. 

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