En lo que se refiere a dirigencia
política, Guayaquil es una ciudad inmóvil (1).
La situación ha sido invariable: hoy, como hace exactos diez años, Guayaquil
tiene como su alcalde a Jaime Nebot, quien acompaña a Cynthia Viteri como
candidata a la Presidencia de la República por el Partido Social Cristiano
(PSC) como lo registra esta imagen:
El alcalde y la candidata
hicieron “el primer recorrido oficial en el bus articulado de la
Metrovía”. El alcalde ofreció quince años atrás, el 25 de julio de 2001, implementar “soluciones inmediatas y
mediatas en materia de transporte público” y se suponía que la Metrovía era una
de esas soluciones (2). Diez años después
de implementada, la Metrovía es un sistema que fracasa: sus tres primeras
troncales debió completarlas el año 2008 (según dijo el alcalde el día de su
inauguración) pero recién las completó el año 2013. Hoy en día, ni siquiera
“hay fecha para el inicio de la obra” de la cuarta troncal (Batallón del
Suburbio-Centro) porque “no está en la agenda cercana del Municipio” (3). A este paso, terminar las siete
troncales que preveía el sistema Metrovía para el año 2020, tal como estaba
planificado, será la historia de un fracaso anunciado.
El director de Obras
Públicas del Municipio, Jorge Berrezueta, ha indicado a la prensa que “este año
no se hará la [cuarta] troncal y en el 2017 es incierto”. Y explica el porqué:
“Todo
depende de las asignaciones, un préstamo de la CAF… todavía no me han dicho,
mientras no haya financiamiento no puedo decir esto se va a hacer” (4).
Porque ni hablar de
autogestión: la Metrovía tiene cada vez menos usuarios (5).
Así, en lo que se refiere
a su movilidad, paradójicamente, Guayaquil es una ciudad (casi) inmóvil. Avanza
lenta, de tumbo en tumbo, rumbo al fracaso.
(1) ‘Ciudad
inmóvil’ es también como la denomina a Cartagena de Indias el escritor
colombiano Efraím Medina Reyes en su novela ‘Érase una vez el amor pero tuve
que matarlo’.
(2) ‘Promesas incumplidas (15 años después)’, Xavier Flores Aguirre, 25 de julio de 2016.
(3) ‘Puente, estero y troncal de Metrovía, entre lo pendiente para el suburbio’, Diario El
universo, 7 de febrero de 2016.
(4) Ibíd.
En cada una de sus cadenas radiales, el alcalde destaca que Guayaquil es una
ciudad en la que no existen retrasos en la entrega de obras y que cuenta con
financiamiento internacional para ejecutarlas. Nunca, ninguno de los que lo
entrevistan al alcalde es capaz de advertirle que eso es mentira y que, por
ejemplo, la entrega de las troncales de la Metrovía (una de sus obras estrella,
supuestamente) se la ha hecho con retraso y que se vislumbra imposible cumplir
con la entrega de las siete troncales del sistema Metrovía en el tiempo
presupuestado (año 2020). Además, como lo advierte uno de los funcionarios
municipales (J. Berrezueta), es incierto si se va a contar con financiamiento
internacional para continuar con esta obra. Es decir, todo lo contrario de lo
que afirma de manera recurrente el alcalde, sin que nunca nadie se anime a contrariarlo.
Porque si la prensa dócil de Guayaquil se animaría a contrariarlo, se ganaría
de seguro su buen chirlazo.
(5) ‘18,7 millones de usuarios dejaron de utilizar la Metrovía en 2015’, Diario El universo, 12 de febrero de 2016.
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