29 de enero de 2017

El periodismo alfombra de Guayaquil

El discurso de Vieja Guardia del alcalde Jaime Nebot en sus entrevistas de los miércoles, frente a un periodismo independiente e incisivo, tendría muchos problemas. La primera entrevista que el alcalde ofreció este año 2017 permite ilustrar esta idea.

Al alcalde Nebot lo entrevistaron unos periodistas de radio Morena (nunca se identificaron y no haría mucha diferencia un nombre u otro: son esencialmente fungibles) el miércoles 4 de enero, a través de una llamada a algún teléfono fuera del país.

 
La entrevista

La primera entrevista del año para Nebot marca el tono del resto de las entrevistas por venir, pues continúa el patrón de todas las entrevistas de los años anteriores: los periodistas están allí, esencialmente, para decorar la opinión de la autoridad, nunca para cuestionarla.

En esta entrevista concreta, al alcalde Jaime Nebot le hicieron un total de 7 preguntas o comentarios. Primero, le piden el balance del 2016, “un año difícil, pero lleno de muchas satisfacciones, señor alcalde” (0:28-0:41), a partir de lo cual Nebot alaba su gestión; segundo, le piden una proyección del año 2017 “para los guayaquileños y también para el Ecuador y los ecuatorianos” (4:29-4:57), a partir de lo cual Nebot alaba su gestión (“estamos trabajando absolutamente en todo”); tercero, le preguntan por la llamada “Ley de Plusvalía” (12:39-13:31) que aprobó la Asamblea Nacional, a partir lo cual Nebot critica la ley. En estas tres preguntas, ya se ha ido la mitad de la entrevista.

Cuarto, le mencionan a los ancianos que hacen fila para pagar los impuestos prediales (15:26-15:46), a lo que Nebot responde que “es una especie de tradición, que yo aprecio porque es como un reconocimiento de que los tributos van a pagarlos con alegría”. Quinto, le preguntan por la campaña electoral (16:43-17:27), a lo que Nebot responde con una “exhortación a los ecuatorianos” y se explaya hablando de la propuesta de su “hombre” por casi diez minutos. Sexto, le preguntan por cómo será la relación entre el gobierno nacional y la alcaldía de Guayaquil si Cynthia Viteri llega a la Presidencia de la República (26:42-27:01), a lo que Nebot responde que “Guayaquil podría progresar muchísimo más”; séptimo, en sintonía con lo anterior, se le pregunta si “es acaso la hora de marcar la historia, de escoger un gobierno con rostro distinto” (27:34-27:51), a lo que Nebot responde que “el ser humano no es una mercancía” y que el presidente no debe ser sectario.

Eso fue todo. Cuando el alcalde Jaime Nebot terminaba de hablar de un tema, evidenciado por una pausa en su habla, era el momento para que los comparsas le hagan una nueva pregunta. Nunca se le hizo una re-pregunta, ni se le pidió que aclare o que rinda cuentas de algo.

Conclusión

Así, como en esta entrevista, actúa el periodismo guayaquileño cuando de entrevistar a su máxima autoridad se trata: esta vergüenza no es la excepción, es la regla: no es un accidente, es un habitus (1). Nuestro periodismo está sometido y condicionado por el poder local.

(1) Sobre el concepto de habitus, v. Karen Silva Torres, ‘Comunicación y política: Los medios y la construcción del capital política de los líderes del Partido Social Cristiano en Guayaquil’, Tesis de Maestría en Antropología Visual y Documental Antropológico, Abril de 2013, pp. 32-37.

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