En su libro Nothing is sacred [2002], Robert J.
Barro comentó la dolarización ecuatoriana de una manera que describió bien al
país que la adoptó en enero del 2000 y cómo esta noticia fue recibida por sus
pares economistas (1):
1)
“Desde un punto de vista científico, el desarrollo reciente más relevante ha
sido la dolarización del Ecuador el año 2000, un país que ha sido un desastre
político y económico por un buen tiempo” (p. 123).
Comentario: Este primer comentario establece el tono del artículo: este asunto es
de interés para los economistas porque Ecuador es un desastre.
2)
“Mahuad propuso la dolarización en Ecuador en enero del 2000, no como parte de
un paquete económico coherente, sino porque entró en la desesperación de hacer
algo dramático cuando su aprobación cayó por debajo del 10 por ciento” (p.
124).
Comentario: En otras palabras: el presidente ecuatoriano actúo sin planificación,
a las apuradas, sin criterios técnicos de soporte, a ver qué chucha mismo. La
ecuatorianidad al palo.
3)
“Hoy tenemos un debate sobre si grandes reformas económicas, como la dolarización,
puede ser exitosas sin precondiciones, especialmente en prácticas bancarias y
fiscales […] Por consiguiente, Ecuador es interesante porque ninguna de estas
precondiciones existía” (p. 124).
Comentario: Robert Barro llega a afirmar que la razón por la que Ecuador se
dolarizó fue, precisamente, “por la ausencia de precondiciones”. O dicho de
otra manera, Ecuador, para los economistas, es un país fracasado que adoptó una
medida desesperada, un freak que
merece estudio.
4)
“Un atractivo de la dolarización es que las políticas monetaria y cambiaria no
dependen más de la inteligencia y la disciplina de las autoridades locales” (p.
125).
Comentario: O dicho de una manera más honesta: un atractivo de la dolarización es
la privación a las estúpidas e ineficaces autoridades locales de la posibilidad
de desarrollar esas políticas.
5) “En
cualquier caso, muchos economistas, incluido yo, estaremos mirando con atención
los resultados de este gran experimento”.
Comentario: Tipo, “Hi, freaks! we’ll be watching you”.
(1) 'Dollarization and the grand Ecuadorian experiment', en: Barro, Robert J., ‘Nothing is sacred. Economic ideas for the new millenium’, MIT
press, Cambridge, 2003, pp. 122-125.
¿Fue la dolarización un movimiento correcto? Creo que sí, pero como en todo se nos olvida el cómo y el porqué se llegó a ese punto en el que adoptamos el todopoderoso dólar.
ResponderEliminarSin olvidar la gente que cambió sus malogrados sucres a tasas de cambio menos dañinas por tener "informantes" mientras al resto se le pulverizó los ahorros.
En fin, lo que me preocupa es que ahora cualquier movida que sea contraria al gobierno de turno, puede ser desactivado con el discurso "pone en peligro a la dolarización".
Me pregunto qué pasará cuando se acabe el petróleo y se nos dificulte obtener las preciadas notas de banco (?) estadounidenses?
¿O será que comprarán las maquinillas* y el papel moneda para darle alegremente al Ctrl + P?
* Con certeza los amigos del poder de turno, se sacarán los ojos para obtener los jugosos contratos de provisión de tales maquinillas y sus insumos, eso sí, pagaderos en dólares contantes y sonantes.