La frase que grafica el
desempeño de la selección nacional de fútbol:
“Carrera
de caballo, parada de burro” (1).
Las cuatro primeras fechas
de las eliminatorias para el Mundial de Rusia fueron gloria de titanes: doce puntos
de doce. Éramos la selección envidia de la Sudamérica futbolera. Se armaron
tertulias televisivas para analizar si Ecuador, tras cuatro partidos jugados
entre el 8 de octubre y el 17 de noviembre de 2015, ya estaba en el Mundial;
muchos se decidieron por la afirmativa. Con esa velocidad y esa potencia,
Ecuador parecía imparable. Si así llovía, ojalá que no escampara nunca.
Pero escampó. Desde la
fecha siguiente hasta la catorce que se ha jugado hoy, la Tricolor solo ha
obtenido dos triunfos, frente a Chile y Venezuela (a la que le hemos
ganado de ida y vuelta). En diez partidos, la Tricolor ha obtenido 8 puntos...
¡de 30 en disputa! Del 100% de efectividad en las cuatro primeras fechas, hemos
descendido a un magro 26.66% en las diez siguientes (hemos perdido 6 de los
últimos 9 partidos).
En mi opinión, si Brasil y
Colombia te pintan la cara en Quito, son ellos los que tienen que ir al
Mundial, no Ecuador (2). Argentina,
que esta fecha catorce perdió en Bolivia y tiene 22 puntos (dos por encima nuestro),
se ha convertido en nuestro rival directo. Podría suceder (tres fechas
mediante) que Argentina tenga que venir a disputar la clasificación contra
Ecuador, en la fecha 18 (3).
No parece que la selección
del Ecuador tenga los arrestos suficientes para recomponerse de su descalabro
de los últimos diez partidos. Empezó como un caballo pura sangre, ahora está
como un borrico arisco. De esos que no tienen capacidad de épica, ni pasaje a
Rusia. Ojalá me equivoque.
(1)
La asociación de un burro con el Ecuador es vieja, v. “El burro por dentro”
[1941], de Ludwig Bemelmans.
(2) Brasil
ya está en el mundial. Y Colombia ya mero.
(3)
Si la Argentina de Messi le pinta la cara a la Tricolor en Quito en la última
fecha, esta sería una manera horripilante de apearse del sueño de llegar al
Mundial de Rusia. Sería (lo es ya) momento para preguntarse cuál es la
ventaja que reporta el jugar en Quito, con tantos jugadores de nuestra
selección que ya no juegan de manera regular en la altura. En esta eliminatoria,
en nuestro “bastión” de Quito se han ganado 4 partidos, empatado 1 (contra Paraguay)
y perdido 2 (contra Brasil y Colombia). Unas cifras mediocres, y aún nos falta
Argentina.
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