30 de abril de 2017

La habilidad de Nebot


Estas elecciones de febrero y abril del año 2017 han evidenciado la habilidad del alcalde de Guayaquil Jaime Nebot para convertir sus fracasos en victoria. O puesto de otra manera, su habilidad para administrar de una manera eficaz su principal poder: el dominio político excluyente de la ciudad más poblada del Ecuador (uno de cada seis ecuatorianos viven en Guayaquil).

En estas elecciones, el PSC de Nebot perdió en todo lo que se propuso: el conglomerado La Unidad que formó y que iba a ser como La Concertación chilena (?) fracasó de forma miserable, su candidata quedó a gran distancia (más de 14 puntos) de alcanzar la segunda vuelta, el PSC obtuvo menos de la mitad de asambleístas que obtuvo CREO, la marcha que afirmó que haría “el 8 de marzo, a las 15h00” la canceló, el candidato de su preferencia en la segunda vuelta perdió…

Sin embargo, Jaime Nebot aparece indemne de todas estas derrotas: pierde Viteri, pierde Lasso, pierde cualquiera, menos él. En cualquiera de los dos resultados posibles de la elección del 2 de abril, salía bien parado. El broche de oro de su estrategia fue el discurso del miércoles 26 de abril, transmitido vía Facebook. Este discurso admite dos lecturas.

Primera lectura: Atacar a Lasso

Fueron 8 minutos y medio de utilizar a Lasso como muñeco de trapo en el piso y entrarle a patadas. Nebot se dio gusto: citó a la Iglesia Católica, se burló del fracaso de su rival y lo trató de irresponsable y contradictorio.  

A uno le queda la impresión de que Nebot cumplió su objetivo (lograr que Lasso pierda) y que este último video es el equivalente a mear en su territorio y marcarle los límites a su rival directo.

Segunda lectura: Servir de cortina de humo

El mismo día de este discurso se inauguró el reemplazo del paso a desnivel de la avenida De las Américas con seis meses de retraso de la fecha anunciada por el Alcalde de Guayaquil (1). Nebot cuidó su retórica y en su enlace radial de ese miércoles por la mañana evitó conversar del tema.

Conclusión

El alcalde Jaime Nebot cumple tres objetivos con esta campaña electoral y su “broche de oro” (los dos primeros objetivos son principales, el tercero, tangencial):

1) El triunfo de Moreno (su escenario político más favorable).
2) La disminución de su rival político en Guayaquil, Guillermo Lasso.
3) La no discusión de un tema de interés público como el desplome del paso a desnivel y su tardío reemplazo.

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