Teñido su recuerdo de
leyenda, uno pensaría que el cura vasco Juan Manuel Bazurko anotó un número
mayor a dos goles. Pero en los ocho partidos que disputó con la camiseta oro y
grana, Bazurko anotó dos: uno, el célebre gol en el partido contra Estudiantes
de la Plata que “tuvo la virtud de consolidar la idolatría de Barcelona” (1). El otro, el segundo gol en un
Clásico del Astillero histórico: aquel en el que Barcelona eliminó a Emelec
para clasificar a la siguiente ronda de la Copa Libertadores de 1971.
Barcelona y Emelec
ocuparon los dos primeros puestos de su grupo en la primera ronda de la Copa
Libertadores de 1971 (su duodécima edición), por encima de los colombianos Deportivo
Cali y Junior. En esa época, un único equipo pasaba a la siguiente ronda. Los
clubes del Astillero terminaron empatados en puntos y en gol diferencia (6 + 2)
y el reglamento indicaba que tales situaciones debían dirimirse en
un partido de desempate. Ese partido se jugó el 31 de marzo de 1971, en el Modelo.
El ganador de ese partido pasaba
a integrar el grupo 2 con Unión Española y Estudiantes de la Plata, tricampeón
de la Copa Libertadores. Es decir, estuvo en manos de Emelec detener a
Barcelona en su camino a La Hazaña de la Plata. Pero ese día Barcelona le pasó
por encima a Emelec: le clavó tres, obras de Jet Álvarez, Bazurko y Washington Muñoz, y se fue a su cita con la
historia. Ese 31 de marzo, además, el padre
Bazurko anotó el primero de los dos goles que hizo con la camiseta de
Barcelona. Entró al cambio por Coronel, y “a partir de ahí”, recordaba,
“no volví a salir del campo” (2)
Nada mal el récord de 2
goles del padrecito: un gol es en un
clásico histórico (3) y el otro, es
el gol de la Hazaña de la Plata, que cimentó una pasión colectiva.
(1) Barraza,
Jorge, ‘Alfredito, Alfredito’, s/e,
2017, p. 36.
(2) Ibíd.,
p. 39.
(3) Una
eliminación directa entre Barcelona y Emelec en Copa Libertadores no volvió a
suceder hasta el año 1990, en unos cuartos de final que se definieron en el
Monumental, en los que Barcelona triunfó sobre Emelec con gol de Manuel
Uquillas. En 1971 y 1990 han sido los únicos enfrentamientos directos en los
que se ha jugado la clasificación a la siguiente ronda de los rivales de barrio
en la Copa Libertadores y los dos han sido saldados con triunfos amarillos.
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