28 de mayo de 2018

Vestidas y alborotadas


Sí, no es lo mismo que una victoria, pero mandar a callar a los emelecistas en su casa cuando iban a festejar un triunfo en el último minuto con fuegos artificales es una exquisitez. Ayer Barcelona, Culebra Castillo mediante, se vistió de aguafiestas en “Londres y General Gómez”. Y silenció a ese exultante ambiente de Coquetería Extrema que se vivía entonces en el Capwell.

Y que no digan que no tiene peso: siete fechas después, ya se verá cuánto pesa este punto que rescató Barcelona y estos dos que se le escaparon a Emelec.

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