Olvídense de John Jairo
Cifuente: el verdadero “Degollador” en este 2018 es el Pleno del Consejo
transitorio. Sus números imponen, ha descabezado a casi todo lo que se ha
propuesto. Entre marzo y septiembre, inició 31 evaluaciones y destituyó a 27
autoridades en nueve órganos del Estado ecuatoriano. Su efectividad es del 87%.
Impresionante.
Al Pleno se le escapó una
presa: el Fiscal Carlos Baca. Se lo anticipó la Asamblea Nacional. A dos presas no les
dio importancia, víctimas de poca monta: los dos representantes ciudadanos al
Directorio del Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, cuya
investigación no concluyó. Y dejó viva a una sola víctima: el Juez Arturo
Cabrera, del Tribunal Contencioso Electoral. De todos los que fueron juzgados
por el Pleno del Consejo transitorio, fue el único que pasó la evaluación. A
los otros 27 los eliminó. 27 de 28 es un 96.4% de efectividad en la destitución
de autoridades. Brutal.
En lo que nunca falló el
Pleno del Consejo transitorio es en las impugnaciones: todas las que recibió,
TODAS las bateó. No presentaron impugnaciones ni Patricio Rivera porque no se
lo permitieron, ni Ramiro Rivadeneira y Ana Marcela Paredes porque no les
interesó. (Es que el diseño era una burla: la misma autoridad que tomó la
decisión en primera instancia era la que resolvía la impugnación.) El saldo: 24
de 24 en las negativas de impugnaciones. Un 100% de efectividad. Nivel sádico.
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