Por las siguientes cuatro
razones:
I. Fue
un desastre en relaciones internacionales: Durán-Ballén tiró al traste los
diálogos con el Perú para un arbitraje papal llevados a cabo por el Presidente Borja
y “Twintza” fue comprada por 55.000 nuevos soles, según escritura pública
registrada en el Perú.
II. Fue
un desastre en su administración del Estado: surfeando la ola neoliberal, Durán-Ballén
y el Congreso Nacional desregularizaron el sistema bancario. La factura la
pagamos años después, con el feriado ídem. Mahuad fue un pobre ser que tenía
medio cerebro en el freezer y ni puta
idea de cómo resolver nada, pero fueron el Presidente Durán-Ballén y sus boys noventeros los auténticos
arquitectos de ese desastre institucional y económico de gravísimas
consecuencias sociales y políticas.
III.
Fue un desastre en responsabilidad del Estado por violación de derechos
humanos: el documental sobre la desaparición de los hermanos Restrepo, hecho por
su hermana María Fernanda Restrepo, lo pintó de cuerpo entero.
IIII.
Fue un desastre en el respeto a la libertad de expresión: el récord de la SIP en
los informes que mantiene publicados en su página web es elocuente. En el informe sobre Ecuador de 1995, por ejemplo, la SIP denunció que el 29 de agosto “varios cronistas
fueron agredidos por elementos de la guardia de Palacio, cuando intentaban
recoger información. Miembros de la escolta presidencial, en medio de insultos,
cercaron a los periodistas y los amenazaron con sus armas; varios fotógrafos y
camarógrafos fueron golpeados y se amenazó con encerrarlos en los calabozos del
Palacio”. Es una de las tantas y graves violaciones al derecho a la libertad de
expresión registradas por la SIP que involucran actos violentos, tales como
agresiones físicas y cierre de emisoras, o de corrupción grotesca, como la compra
de voluntades de periodistas.
En suma, un tipo desastroso
para el manejo de la cosa pública en nuestro país.
El habano representa la libertad de expresión durante su gobierno. |
¿Por qué la buena prensa de la que goza Durán-Ballén, entonces?
En principio, a este
veterano le convino la guerra con el Perú. Tuvo la ocasión de reciclar una
frase acuñada en la URSS (“Ni un paso atrás”*) y tenía un aspecto cándido, que es con el que la mayoría de la
gente lo asocia. Pero en lo de fondo, Durán-Ballén fue un Presidente conservador
de derechas y nuestros medios de comunicación de alcance nacional son
conservadores y de derechas… Entonces, cuando se refieren a él, suelen hacerlo
de manera neutra o elogiosa**.
* “Ni un paso atrás”, frase acuñada por Iósif Vissariónovich Dzhugashvili AKA
“Stalin”. Como se ha visto en la razón primera, esto fue más demagogia que una solución
efectiva a un problema constitutivo de nuestro país.
** Después
de todo, son agradecidos: entre Sixto en la Presidencia y el PSC con la mayoría
en el Congreso, se aprobó en 1995 la reforma a la Ley de Radiodifusión y
Televisión (a esta Ley la reemplazó la Ley Orgánica de Comunicación expedida el
año 2013) que favorecía el monopolio de los medios nacionales en los sectores
donde penetre su frecuencia: “Los permisos de funcionamiento” de las radios o de
las televisoras comunitarias “se concederán siempre que no interfieran con las
frecuencias asignadas a otras estaciones”. Así, de este plumazo, los medios de
comunicación de alcance nacional (Ecuavisa, Teleamazonas, y otros pocos pesos
pesados del medio audiovisual) tenían una condición dominante: si llegaban a alcanzar
un óptimo de alcance nacional en la penetración de sus frecuencias, su “competencia”
comunitaria debía reducirse a cero. Esa es la derecha en el poder, pensando
siempre en el Gran Capital.
Lamentablemente Durán Ballén tenía el entonación y el porte de los políticos de antaño, que podían hablar piedras, que el vulgo recibía como sermones.
ResponderEliminarCon el paso del tiempo uno escucha las palabras de los viejos políticos y se da cuenta que tan sólo vivían de su imagen docta. Por eso también ganó el loco que ama, y desde allí en adelante tenemos cada vez la misma demagogia pero con diferente tonada.