10 de marzo de 2019

Tráfico de influencias: Sofía Espín vs. Elizabeth Cabezas


Es notorio el contraste, el doble rasero: Por una parte, la asambleísta Sofía Espín fue a una cárcel a visitar a una detenida el 24 de septiembre de 2018 y por la imputación de que en esa visita intentó “influir” en la persona que visitó para que declare de una cierta manera en el juicio en el que la detenida estaba (y está todavía) involucrada, se la destituyó de su curul de asambleísta y se la acusó penalmente por “tráfico de influencias”. El argumento contra Espín fue un supuesto combate de la corrupción, pues su visita a la detenida (autorizada por las autoridades de la cárcel) fue un supuesto delito, acusación que realmente es un adefesio. Hoy Sofía Espín se encuentra fuera del país.

Por otra parte, Elizabeth Cabezas, la Presidenta de la Asamblea Nacional, fue captada en el momento en que llamaba a una autoridad de la Función Ejecutiva (la Ministra del Interior María Paula Romo) para que gestione los votos de la bancada socialcristiana, a fin de evitar una investigación de corrupción relativa al Presidente Lenin Moreno. Si los socialcristianos no eran llamados al orden por Romo, la cosa se pudría: “Nos joden”, decía Cabezas en el audio.

Es decir, en el caso de Cabezas, se para una votación sobre un tema de corrupción porque si no se “joden”, por lo que debió intervenir la Ministra Romo (una expromesa de cambio devenida en bulldog de la derecha reaccionaria) y evitar in extremis que todo se pudra.

Así, el “delito” por el que se acusó a Espín fue visitar a una detenida y que ella diga que le dijeron (algo totalmente subjetivo, es el jueguito del teléfono devenido en prueba judicial) que la quisieron convencer para que no declare en contra de Rafael Correa, pero no hubo ninguna consecuencia jurídica de este hecho (no produjo ningún efecto en la realidad, no cambió la opinión del juez, ni de la testigo, ni de nadie, fue palabrería pura). Lo hecho por Elizabeth Cabezas, en cambio, sí tuvo consecuencias e influyó en un resultado concreto: evitó una investigación de corrupción al Jefe de Estado y de Gobierno, el Señor Presidente Mojón en la Marea. Esta consecuencia sí debería investigarse a fondo, o es que estamos todos pintados.

Porque a una (a Espín) le caen con todo, mientras que a otra (Cabezas) la dejan pasar de alivio, pues hasta se ha dado el lujo de retrucar: ella dice que el audio no es el problema, que el problema es que lo hayan obtenido pues se vive un “Estado de espionaje(?). Nos toma el pelo, y la gente, tan campante.

Verdad es que los ecuatorianos, frente a las acciones de nuestra clase política, las más de las veces parecemos, y en algunas hacemos gala de ser, un pelotón de cojudos pintados en la pared.

4 comentarios:

  1. Mi respeto a este acertado artículo, engloba la realidad que se grabó en el salón, si la dejan pasar a esta longa como usted dice seriamos un pelotón de cojudos.........que esperan las autoridades de control que por oficio deben tomar cartas en el asunto. Vivimos en el país de Alicia (Cabezas). Gracias.

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  2. Concuerdo con cada palabra que ha escrito. Al respecto, en un comentario escribí: debe (Cabezas) creer que los ecuatorianos somos un conjunto de descerebrados, incapaces de entender nada de nada. ¿Acaso no se da cuenta que muchos escuchamos ese audio en tiempo real? Simplemente ella olvidó cerrar el micrófono y a eso le categotiza dentro de la nebulosa palabra: espionaje

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  3. Lo dicho por Xavier es la verdad : yo nos ha visto la cara de «cojudos», eso, ya NO podemos permitirlo, pero hay una desidia y un quemeimportismo que avergüenza, especialmente de la juventud que poco o nada le importa lo que sucede en el país !
    ¡¡ Despierta Ecuador !!

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  4. Estimado Xavier muy inteligente comentario, tenemos que reaccionar y que nos dejen de ver la cara de cojudos.

    Marcelo Patricio Silva Rosero

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