22 de abril de 2022

El final de la ilusión

 

Publicado en diario Expreso el 22 de abril de 2022.

 

El 20 de diciembre del año que se fundó el Estado del Ecuador (1830), su Presidente, el caribeño Juan José Flores, decretó la anexión del Departamento del Cauca al naciente Estado. Esta anexión de una amplia región al Norte del río Carchi tenía un fundamento histórico.

 

En el tiempo de los españoles, una parte del Departamento del Cauca había estado sometida a la jurisdicción de la Audiencia de Quito, que era un tribunal de justicia compuesto de cinco jueces (un Presidente y cuatro oidores), cuyas sentencias se las podía apelar a una Audiencia superior (la de Quito fue siempre una Audiencia subordinada). Con algunas partes del Cauca (en especial con Pasto y Popayán), la Quito española había labrado unos profundos vínculos en el curso de los siglos entre la conquista y la independencia.

 

En la jurisdicción de la Audiencia de Quito convivieron varias Gobernaciones: la de Quito y las de Cuenca, Guayaquil y Popayán. La Gobernación de Quito limitaba al Norte con la Gobernación de Popayán. El revolucionario 10 de agosto de 1809 fue un intento quiteño de extenderse al Norte: en el Acta que ese día se redactó se habló de una eventual unión de Quito con ‘Popayán, Pasto, Barbacoas y Panamá’.

 

Pero el 10 de agosto de 1809 no fue bien recibido por ninguno de los territorios vecinos a Quito, ni al Norte ni al Sur. En particular, la Gobernación de Popayán repelió a las tropas quiteñas en la batalla de Funes. Cuenca y Guayaquil enviaron tropas contra Quito. A esta ciudad le demoró 76 días claudicar su experimento de autonomía y expansión.

 

Cuando llegó la independencia en 1822 tras la batalla del Pichincha, se la quitó a Quito de España para transferirla a Colombia y convertirla en uno de los doce Departamentos colombianos (la provincia española de Quito se pasó a llamar ‘Departamento del Ecuador’). Este cambio no le sentó bien a Quito: en 1824, mientras era colombiana, se aprobó la Ley de División Territorial de la República de Colombia, que fijó los límites por el Norte del Departamento del Ecuador en el río Carchi.

 

Por ello, el decreto del 20 de diciembre de 1830 fue una reivindicación del viejo anhelo de Quito de que se la reconozca como la ciudad rectora de una parte del Departamento del Cauca, aquella sometida a su jurisdicción como Audiencia (o al menos los Pastos). Después de 1809, éste era el segundo intento de Quito, ahora como Estado ecuatoriano. El Congreso de 1831 lo apoyó al Presidente Flores y aprobó una ley de anexión del Departamento del Cauca. El ejército ecuatoriano había ocupado Popayán. Estábamos en guerra.

 

Pero ni Colombia (en ese entonces llamada Nueva Granada) era tan débil, ni el Ecuador era tan poderoso. La guerra se saldó a favor de la Nueva Granada, que impuso al Ecuador el Tratado de Pasto, firmado el 8 de diciembre de 1832, que fijó los límites del Estado del Ecuador al Norte en el río Carchi, que es donde los había fijado la ley colombiana de 1824 para el Departamento del Ecuador.

 

Así, también el segundo intento falló. Y tras el Tratado de Pasto se la orilló a Quito, de manera definitiva, a clausurar su ilusión de gobernar los territorios allende el río Carchi sobre los que había administrado justicia en nombre del rey de los españoles.

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