Publicado el 29 de
abril de 2022.
El guayaquileño José
Joaquín de Olmedo fue uno de los fundadores del Estado del Ecuador porque fue
uno de los representantes en la Convención Constituyente de agosto-septiembre
de 1830, reunida en Riobamba, que elaboró la primera Constitución del Estado.
Olmedo fue Vicepresidente de la Constituyente y fue parte de su comisión de
redacción, en conjunto con el quiteño Manuel Matheu y el guayaquileño Vicente
Ramón Roca. El 12 de septiembre de 1830, Olmedo fue elegido el primer
Vicepresidente del Estado del Ecuador. Renunció al año siguiente.
Esta Constitución de
1830 no resistió la inestabilidad política del primer Gobierno del Ecuador. Cuando
en septiembre de 1834 concluyó el período presidencial del general venezolano Juan
José Flores, el Ecuador era un país a punto de enfrentarse en la primera guerra
civil de su historia. Por una parte, la Jefatura Suprema de Vicente Rocafuerte,
proclamada en Guayaquil; por otra, la Jefatura Suprema de la Sierra, liderada
por el lojano José Félix Valdivieso. El exPresidente Flores se alió con
Rocafuerte.
Las tropas de estos
Jefes Supremos se enfrentaron el 19 de enero de 1835 en Miñarica, cerca de
Ambato. Triunfaron las tropas de Rocafuerte, comandadas por Flores. En seguida se
convocó a una Convención para que se reúna en Ambato y redacte una nueva
Constitución.
El guayaquileño José
Joaquín de Olmedo fue uno de los fundadores de la República del Ecuador porque
fue uno de los representantes en la Convención del año 1835 que elaboró la
primera Constitución que declaró que el Estado del Ecuador era una República. Olmedo
presidió esta Convención, que designó como el primer Presidente de la República
a su coterráneo Rocafuerte. Esta Constitución estuvo vigente por dos períodos de
gobierno consecutivos, hasta que en 1843 el Presidente Flores convocó a una
Convención en Quito, a la que pobló de adictos suyos que elaboraron una nueva
Constitución, que pasó a la historia como la ‘Carta de la Esclavitud’. Fue la
forma del Presidente Flores para perpetuarse en el poder.
En 1845, la revolución
marcista sacó a Flores del país. Un Gobierno Provisorio compuesto por Olmedo y otros
dos guayaquileños, Diego Noboa y Vicente Ramón Roca, convocó a una Convención
para que se reúna en Cuenca y redacte una nueva Constitución. Olmedo formó
parte de ella. Ya para esta época, tenía 65 años y había sido constituyente de
España, de Perú, del Ecuador. Ya está curtido y desengañado.
La Convención de Cuenca
debía elegir al Presidente de la República para el período 1845-1849. A Olmedo se
lo postuló para Presidente, pero él no quería ser candidato. Quienes lo
postulaban, sin embargo, decían que era necesario postularlo a él ‘por la
patria’. Y Olmedo se preguntaba con desdén, en carta dirigida a un pariente:
‘¿Qué significarán estos nombres, patria, libertad, derechos del pueblo,
convención, etc.?’. Olmedo se candidatizó y perdió. Lo venció Vicente Ramón
Roca.
Olmedo murió en febrero
de 1847. Esta última Constitución en la que él contribuyó, acabó tras un golpe
de Estado de Diego Noboa que, para afianzarse, promulgó una nueva Constitución
(quinta del Estado, cuarta de la República) en febrero de 1851. De seguro,
también hecha ‘por la patria’.
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