Me
entero que la iglesia católica ha llevado a cabo su acelerada movida demagógica
y ha elevado a la condición de santa a Agnes Gonxha Bojaxhiu (1910-1997), mejor
conocida por su alias de “Madre Teresa” (1).
En
estos días, la prensa española ha publicado algunas notas de información y
opinión en las que ha hecho referencia a las prácticas perversas e
inconsecuentes de la tal “Madre Teresa” (2).
En el diario Público, por ejemplo, se habla de cómo implantó una “cultura de
sufrimiento” en sus morideros de Calcuta (3);
pero la mejor definición, sin duda, la ha dado el diario de derechas El país,
uno de cuyos redactores (Juan G. Bedoya) la caracterizó como "no tanto una
amiga de los pobres, como una amiga de la pobreza" (4).
Lejos de ser una “santa”, esta “Madre Teresa” es, como lo dijo el gran Mauro Velásquez con relación a los malos árbitros, “una sujeta de cuidado” (5). De sumo cuidado.
(1) No
confundir con la “Gata Teresa”, de celebrada y merecida fama en las
guayaquileñas calles Cuenca y Babahoyo.
(2) De algunas
de ellas, me he ocupado antes: ‘Caridad’, Xavier Flores Aguirre, 10
de mayo de 2009; '... conmigo dejásteis de hacerlo', Xavier Flores Aguirre, 18 de mayo de 2009.
(3) ‘El lado oscuro de la
madre Teresa del que no responde el Vaticano’, Diario
Público, 4 de septiembre de 2016.
(4) Juan G.
Bedoya, 'Santos no siempre
ejemplares', Diario El país (España), 5 de septiembre de 2016. Una
prensa ecuatoriana que informe y opine sobre la perversidad de esta ahora santa
es imposible. La prensa del Ecuador, desde que se consolidó un oligopolio de
medios de comunicación escrita de difusión nacional, ha acentuado dos rasgos: a) la afirmación mentirosa de ser una
prensa libre e independiente, cuando tiene un sesgo político muy evidente (no
tanto por la información y opinión que transmiten, como por la que callan); b) un
conservadurismo rancio, que minimiza u oculta las críticas a las acciones de la
iglesia católica (lo que impide, por supuesto, las críticas a la “Madre
Teresa”).
(5) Afirmación
hecha por este recordado comentarista deportivo durante la transmisión
televisiva de un partido Barcelona vs. Espoli, en relación con un arbitraje
particularmente malo. Lo vimos por televisión con mi brother Curro, en los primeros años de este nuevo milenio.
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