5 de enero de 2017

Yes, the Potato can't do wrong (or not)

La infalibilidad del papa se consideró una “doctrina del diablo” por el papa Juan XXII (1316-1334) en la bula Qui quorundam del año 1324. Unos siglos después, el 18 de julio de 1870, la iglesia católica oficializó su total cambio de opinión sobre la infalibilidad papal en la constitución Pastor aeternus aprobada por el Concilio Vaticano I durante el papado de Pío Nono (1846-1878). En ese documento se señaló:

“El Romano Pontífice, cuando habla ex cathedra, esto es, cuando en el ejercicio de su oficio de pastor y maestro de todos los cristianos, en virtud de su suprema autoridad apostólica, define una doctrina de fe o costumbres como que debe ser sostenida por toda la Iglesia, posee, por la asistencia divina que le fue prometida en el bienaventurado Pedro, aquella infalibilidad de la que el divino Redentor quiso que gozara su Iglesia en la definición de la doctrina de fe y costumbres. Por esto, dichas definiciones del Romano Pontífice son en sí mismas, y no por el consentimiento de la Iglesia, irreformables” (1).

Los procedimientos para su adopción fueron humanos, demasiado humanos (2). También lo fueron los fines políticos perseguidos con su aprobación, los que finalmente no sirvieron de nada (3). Al día siguiente de su promulgación, “estalló la guerra franco-prusiana y las tropas francesas que defendían al papa tuvieron que retirarse de Roma. Al ser tomada la ciudad por los italianos, concluyó el concilio” (4). Los Estados Pontificios dejaron de existir.

Pío Nono, antes de convertirse en postre.

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De todas maneras, las contradicciones están en la base constitutiva de la iglesia católica. De hecho, son comunes en los Evangelios (5).

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Un firme defensor accidental de las contradicciones eclesiásticas es el poeta francés Charles Baudelaire, quien postuló como un olvido la no inclusión en el número “de los derechos del hombre que la sabiduría del siglo XIX repite tan a menudo y con tanta complacencia” del derecho “a contradecirse” (6).

(1) Constitución dogmática Pastor aeternus. Se la aprobó con 563 placet y dos non-placet (uno del obispo Aloisio Riccio de Cajazzo, Italia, y otro del obispo Edward Fitzgerald, de Little Rock, Estados Unidos). El resto de los congregados (de un total de casi setecientos obispos) se abstuvo, v. Vidal, César 2011, Pontífices. De las persecuciones a Benedicto XVI’, Ediciones Península, Barcelona, p. 182. La contradicción entre Juan XXII y Pío IX se salva, por supuesto, si aceptamos que el papa es el diablo. Uno sabidísimo, por viejísimo.
(2)Cómo llegó el Papa a ser infalible’, Celso Alcaina [blog], 15 de noviembre de 2015. Una de las fuentes principales de este artículo es August Hasler y una de sus principales críticas, resumida por él mismo en una entrevista concedida al diario español El país, es como sigue: “La ‘infalibilidad papal’ ejerce una influencia social muy importante, en cuanto que da paso a un autoritarismo que afecta a la comunidad humana. Este principio autoritario es el mismo que animó a regímenes como los de Franco, Mussolini y Hitler, por citar algunos”, v. Sierra, Julio, ‘Debe replantearse el dogma de la infalibilidad del Papa’ [entrevista a August Bernhard Hasler], Diario El país (España), 13 de abril de 1979.  
(3) ¿La explicación? El Espíritu Santo le habla al papa, por eso su opinión se torna infalible (Slicky Bird’s had pussy, so It knows). De hecho, según se dice fue el mismísimo Espíritu Santo el que le sugirió a Pío IX que convoque el Concilio Vaticano I. Es cualquiera.
(4) Vidal, César 2011, Pontífices. De las persecuciones a Benedicto XVI’, Ediciones Península, Barcelona, p. 182. La iglesia católica finalmente pactó con el gobierno fascista de Mussolini (Acuerdos de Letrán, 1929) y se quedó con 0.44 kilómetros cuadrados en la Ciudad Eterna. Una tranza más: hace un par de días permitió la apertura de un McDonald’s en sus dominios: ‘Pese a las protestas, abrió un McDonald’s cerca del Vaticano’, Diario La nación (Argentina), 3 de enero de 2017.
(5)Contradicciones en los evangelios’, Simon Keller [blog]. Un estudio extenso y documentado de este tema se encuentra en: Rodríguez, Pepe 1998, ‘Mentiras fundamentales de la Iglesia Católica’, Ediciones B, Barcelona [en especial, ‘De cómo los propios evangelistas dieron versiones paganas y contradictorias de la vida de Jesús y de cómo la iglesia católica acabó tergiversando a su antojo todos los datos que no convenían a sus intereses doctrinales’, pp. 125-259].
(6) Baudelaire, Charles, ‘Edgar A. Poe: Su vida y sus obras’. Paradoja: apoya a la iglesia uno de los “derechos del hombre” que el mismo Pío IX, como cabeza de la iglesia, contribuyó tanto a denunciar (en particular, en las 80 tesis de su Syllabus Errarum del año 1864).

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