Los apellidos de los
debutantes por Ecuador en los Juegos Olímpicos y en los Juegos Olímpicos de
Invierno comienzan con jota: Jurado debutó en los Juegos Olímpicos de París en
1924 y Jungbluth en los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang en 2018. Esta
es una coincidencia.
Y esta es otra: ambos debutantes
quedaron casi últimos. Jurado quedó sexto entre siete en salto alto (1) y Jungbluth terminó 112 entre 119 inscritos
en la competencia de esquí cross-country.
Y esto de no subir al podio es una tradición olímpica de la delegación
ecuatoriana, sólo rota por J. Pérez en dos oportunidades.
(1)
Jurado compitió también en los 100 metros planos (en su debut absoluto, el 6 de
julio de 1924) y quedó de último. También compitieron en estos Juegos Olímpicos
dos atletas serranos (Jarrín y Villacís) que no terminaron sus pruebas. El
resultado de salto alto de Jurado fue lo más granado de esta aventura parisina.
Sus participantes obtuvieron para ella 6.000 sucres dados por el Presidente de
la República de aquel entonces, José Luis Tamayo. Los serranos compraron en
París los zapatos equivocados y, por ello (al menos así lo reportó el cónsul
del Ecuador, Luis Barberis), no pudieron completar sus competencias, v.
‘Ecuador en París 1924’. Otro caso de mal uso de recursos públicos, inveterada
tradición nacional, antes y después de 1924.
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