La Junta Suprema de
Gobierno de Quito de 1809 se formó a imitación de las juntas que se formaron en
España para resistir al francés: “Puesto que Quito era uno de los reinos del
monarca tenía tanto derecho como Asturias para establecer una junta de gobierno”*. Por esto, la base de su autoridad era
sólida.
Un fragmento de su acta de constitución estableció la opción de
discutir la autoridad de la naciente Junta Suprema. Se admitió la posibilidad,
pero se advirtió de sus graves consecuencias:
“El que
disputarse la legitimidad de la Junta Suprema constituida por esta Acta tendrá toda libertad bajo la
salvaguardia de las leyes de presentar por escrito sus fundamentos y una vez
que se declaren fútiles, ratificada que sea la autoridad que le es conferida,
se le intimidará prestar obediencia, lo que no haciendo se le tendrá y tratará como Reo de Estado”**.
La redacción es de una
sabrosa burocracia y su mensaje es simple: una persona es libre para joderse la
vida, si así lo desea. Se joderá la vida si se mete con la Junta, pues la
consecuencia única de su acto será que se declararán sus fundamentos fútiles
y se ratificará la autoridad que quiso disputar. Perdido el proceso, se le
abrirán dos opciones: someterse a la autoridad de la Junta o rechazarla, y si
hace lo segundo, se lo “tratará como Reo de Estado”. Nada bueno se puede sacar
de iniciar este proceso, precursor de Kafka.
La Junta nunca tuvo (que
se sepa) ocasión de aplicar este bodrio procedimental. Duró muy poquito y
quienes le disputaron la legitimidad no fueron a iniciar procesos a pérdida,
sino a imponer su ley por la fuerza. Y vaya si lo hicieron: no había pasado un
año de constituida la Junta Suprema cuando a buena parte de sus integrantes y
al 1% del pueblo quiteño ya se los habían pasado por las armas.
El saldo fue: 0 “Reos de
Estado” de quienes osaran criticar a la Junta y alrededor de unos 300 muertos
de los que la apoyaron.
* Alegato
de Quiroga, cit. en: Rodríguez O., Jaime E., ‘Los orígenes de la Revolución de Quito en 1809’, p. 115. (El resaltado no es del original.)
** ‘Acta
de formación de la Junta Suprema de Quito’, 10 de agosto de 1809, en: 'Actas de formación de juntas y declaraciones de independencia (1809-1822). RealesAudiencias de Quito, Caracas y Santa Fé', Tomo I, pp. 127-131.
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