Cuando el Ingeniero
abandonó la Alcaldía de Guayaquil, se suspendieron los que se conocieron como
“los rugidos de los jueves”. El “último rugido”, hecho el jueves 3 de agosto del
año 2000, tuvo su porción de puteadas al periodismo de Quito muy al estilo del
Ingeniero.
Se marchó con unas puteadas, fiel a su estilo. |
“Me ha sido muy grato trabajar
con los periodistas” advirtió el Ingeniero la mañana de ese 3 de agosto, al
tiempo de admitir que sus ruedas de prensa han ocasionado molestias a algunos
periodistas de Quito, pues “he defendido a la región y a Guayaquil de intentos
centralistas encabezados por medios de comunicación escrita de Quito”. Y como
el Ingeniero iba de frente, singularizó y fustigó a sus percibidos “enemigos
gratuitos”: señaló a Javier Ponce y a Burbano de Lara, los calificó de
“centralistas intelectuales de cafetín de izquierda” y se distanció de ellos:
“No me he sujetado a una férula como ellos, vivir bajo el dogma del marxismo
tomando café en cafetines y escribiendo pendejadas”*.
En su despedida, Absolut Ingeniero.
*
Pensar que ahora Simona la Terrible (Simón Espinoza) reivindica a Nebot como el
“bien”, cuando en su última rueda de prensa el propio Ingeniero indicó que
Nebot era “de [su] escuela” (o dicho en guayaco:
criado Nebot al calor de las bolsas de LFC). Simona ya debe haberse olvidado
que Simón, en los ochentas, lo combatió a Febres-Cordero.
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