El candidato Guillermo Lasso está en un callejón sin salida. El callejón se llama ‘Derrota’.
En otro escrito argumenté que Lasso tenía el acumulado ideal para llegar en tercer puesto en estas elecciones: es un tipo no carismático (casi que anti-carismático), es banquero y, mucho peor, es un político vinculado al nefasto gobierno de Lenin Moreno, el Rey Midas de la Mierda (v. ‘Tres razones para que Lasso sea tercero’). Pero también advertí que Guillermo Lasso tenía un superpoder, que es el control de las instituciones electorales (asegurado en una tregua, v. ‘La tregua’). Y ha usado ese superpoder y le ha servido lo suficiente como para desplazarlo a Yaku Pérez a un tercer puesto (v. ‘Yaku Powerless, o el perro de las dos tortas’).
Ahora, en su tercera participación en la carrera a la Presidencia, Lasso llega por segunda vez a la segunda vuelta. Pero ha llegado en una situación incómoda: desgastado por la disputa con Yaku Powerless y estando casi 13 puntos debajo de su contendor (32.72% vs. 19.74%). Para entender el tamaño de esta incomodidad es clave recordar las remontadas en segunda vuelta, que han sido tres. En 1984, la remontada del ingeniero Febres-Cordero fue de apenas un punto y medio (28.74% vs. 27.20%). En 1996, la remontada del abogado Bucaram fue de menos de un punto (27.17% vs. 26.28%). En 2006, la remontada del economista Correa fue de casi cuatro puntos (26.83% vs. 22.84%). Todas tres por debajo de los cuatro puntos.
Para remontar esos casi 13 puntos se necesita, entonces, a un gran candidato. Y sólo tenemos a Lasso.
Y si esto estaba mal, ahora se pondrá peor. Entre los dos candidatos en la segunda vuelta, el único que puede ser asociado a las élites, por la inobjetable razón de que ser banquero es ser parte de ellas, es Guillermo Lasso. Y las élites han sido las grandes beneficiarias del odiado y vilipendiado gobierno del Mojón Moreno: se lo ha visto en sus políticas económicas, en su descuido por la atención a los pobres y, muy poderosamente, en la distribución de las vacunas en tiempos de pandemia. Uno puede entender que el ecuatoriano del común, jodido en estos tiempos, arrecho porque a él le han tocado las migajas o el desprecio, o aún peor, el ataúd en la calle, no favorezca a un candidato que es parte de esas élites que viven tan despreciadoramente distinto a él. Es un mal momento para ser parte del top.
El candidato Lasso tiene todo en contra pero, OJO al dato, esta es la primera vez que Lasso llega a la segunda vuelta con un control de las instituciones electorales. Es un escenario muy distinto, diametralmente opuesto al de su primera vez en la segunda vuelta, el año 2017*. Y ese control del conteo podría ser la escalera que lo saque del callejón.
* Por
contraste, el actual es muy parecido al escenario del año 1998 cuando ocurrió la
elección del nefasto presidente Jamil Mahuad (Jebús quiera hoy redimido por
el cannabis), que fue el último
candidato de derechas que llegó a la Presidencia con un programa y un partido (la
Democracia Popular) identificados con esa tendencia y en cuyo gobierno emergió
a la vida política el ahora candidato G. Lasso. En 1998 no hubo un candidato
del PSC en competencia, pues esa tienda política estaba aliada con el partido
de Mahuad (ídem con G. Lasso este 2021). En 1998, el órgano electoral de la
época, llamado Tribunal Supremo Electoral, estaba en manos de la tienda de
Mahuad (ídem de ídem con G. Lasso este 2021). En ese entonces, dicho Tribunal
estuvo presidido por un man de la DP,
Patricio Vivanco Riofrío. En una entrevista de su sobrino, el Vivanco de La Peste La Posta, con Marcelo
Dotti, se recordó este episodio. Una breve transcripción no tiene pérdida:
- Vivanco: ‘¿Y la DP manejaba los votos?’
- Dotti: ‘Mire, Álvaro Noboa perdió la Presidencia el ‘98 porque le robaron.’ (Las dos últimas palabras dichas con énfasis).
- Vivanco: ‘Hable serio, ahí el presidente del tribunal era medio primo de mi papá, Patricio Vivanco.’
- Dotti: ‘Mi buen amigo.’
- Vivanco: ‘Es una persona que yo considero y quiero.’
- Dotti: ‘Patricio Vivanco Riofrío. No se enoja, ¿no, usted?.
- Vivanco: ‘No, no, no.’
- Dotti: ‘Ya.’
- Vivanco: ‘Dice que Patricio le… que
Patricio hizo la huevadilla.’
- Dotti: ‘Patricio un hombre muy
inteligente.’ (Dicho sonreído).
- Vivanco: ‘Una cosa es ser inteligente…’
- Dotti: ‘Y era el hombre de Mahuad en el Tribunal Supremo Electoral.’ [1:14:09-1:14:38]
Decirle ‘inteligente’ fue la forma de Dotti para decir que Patricio fue un pillo buena gente (al menos desde el punto de vista de la DP). Como en 1998, el 2021 también tiene sus Patricios.
Vivoanco Ataimanco es muy difícil que rime, pero lo intentarán aunque el Laso sea muy débil y apueste o mejor dicho apeste. Felicitaciones Xavier siempre los descubres a estos pillos.
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