A estas alturas, resulta
claro que Alfredo Pinoargote no va a pedir disculpas por su papelón en la
entrevista con el consultor chileno Patricio Mery Bell realizada en Contacto
Directo el 22 de septiembre. A pesar de la protesta en redes sociales y de la
manifestación en frente de Ecuavisa en Quito por sus declaraciones que
parecieron condonar la violencia de Pinochet en aras de la estabilidad chilena,
Pinoargote se ha mantenido impasible (1)
.
En Guatemala, a mediados
de septiembre empezó a circular un audio de la política favorita del “tonto de
derechas”, Gloria Álvarez (2), en la
que ella le obsequiaba una hermosa puteada a un “cerote” (un tal Rigo Torón) por
atreverse a decir que un fulano esnifaba coca, en un “país de mierda” (3). Su cierre era épico: o este cerote
se metía en cintura, o “entonces sí que me vas a conocer, maldito” (4):
Con ojos llorosos, Álvarez se responsabilizó de sus dichos y pidió disculpas por el contenido de
ese audio, a través de un video difundido el 22 de septiembre, el mismo día del
papelón de Pinoargote en Contacto Directo. Álvarez pidió “de todo corazón que
me puedan perdonar”:
Uno puede distinguir entre
las ofensas de Gloria Álvarez (muy insultantes) y el comentario de Pinoargote,
que más que ofensivo resultó desafortunado. No cabría esperar de él unas
disculpas como las dadas por Álvarez, pues sería desproporcionado; pero cabría esperar
de él, al menos, una aclaración: que si alguien se ofendió por sus palabras,
esa no fue su intención; que la estabilidad en política es un atributo que
puede existir en democracias o en dictaduras; que la estabilidad no justifica,
de ninguna manera, el terrorismo de Estado. En realidad, era una oportunidad
para que, quien tal vez es el entrevistador político más importante del país,
reafirme su compromiso con los valores de la democracia. Pinoargote la desaprovechó.
Creo que la auténtica
diferencia entre Álvarez y Pinoargote es generacional. A la gente de la
generación de Gloria Álvarez no le pesa tanto pedir disculpas, porque creen que
la gente se las merece; mientras que a la gente de la generación de Pinoargote
le pesa pedir disculpas porque su
sentido del “honor” se lo impide. Pinoargote es un personaje público septuagenario (como
lo es Nebot y también Moncayo: séptimo piso rules!)
que no va a cambiar. Sus actitudes son las propias de la ‘Vieja Guardia’ (5) y son las únicas que conoce: hacer un periodismo
mediocre y nunca disculparse por ello.
(1)
‘Pinoargote, vencido’, Xavier Flores Aguirre, 23 de septiembre de 2016. Pinochet prueba la
existencia de los muertos malos: ‘Muerto malo’, Xavier Flores Aguirre, 16 de diciembre de 2006.
(2)
‘Tonto de derechas: tuya es la gloria’, Xavier Flores Aguirre, 17 de febrero de 2016.
(3) Si
Rigo no decía del novio de Andrea Cuevas que era un cocainónamo “no hubiera
pasado ni verga”, afirma la rubia. Qué nivel de debate, Guatemala.
(4) Es
gracioso el hecho que Álvarez haya llamado al diario Prensa Libre a pedir una
“fe de rata” (¡). Por supuesto, su puteada frente a la puteada que Doumet dirigió a
TV Cable ('¡es una barbarieeeeeeee!') es apenas una caricia verbal.
(5) ‘El liberalismo guayaco’, Xavier Flores Aguirre, 7 de octubre de 2011.
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