11 de enero de 2017

Retrato de Guayaquil


El rector de la Catedral, Rómulo Aguilar, admite que para la remoción de la cruz que cayó sobre un vehículo en el parqueadero de la Catedral no se pidió permiso al Municipio de Guayaquil:

“Ofrecieron la ayuda para trasladar las maquinarias, y solo teníamos que pagar la gasolina, pero el tiempo era limitado. Así que no se sacó ningún permiso con el Cabildo, es verdad” (1).

Esta es la primera parte del retrato: los ciudadanos en Guayaquil, si pueden, evaden el cumplimiento de las leyes. Ni los altos cargos de la iglesia católica están exentos de esta práctica. Si ven la oportunidad (“sólo teníamos que pagar la gasolina”), la aprovechan. En algunos casos, este tipo de conducta resulta tremendamente grave, como lo es para el caso de las construcciones en la ciudad (2). En este caso concreto, más allá del papelón de la cruz de la Catedral guardabajo, sólo hubo daños materiales.

El símbolo de la miseria administrativa de una ciudad tropical.
La segunda parte del retrato: el Municipio de Guayaquil es incompetente para cumplir con sus responsabilidades. Desde fines del año pasado se conocía que un helicóptero iba a remover objetos pesados de la cúpula de la Catedral (3). Desde entonces hubo sobrevuelos, cierres de calles, intentos fallidos (el intento en el que cayó la cruz fue el tercero).

Pero las autoridades del Municipio nunca comprendieron que era de su responsabilidad el control de este hecho, lo que realmente no resulta extraño para el Municipio de Guayaquil. Pienso en dos ejemplos: la irresponsabilidad en el control de las construcciones y en el control de la contaminación ambiental de los ríos y esteros (4).

Así, ya está completo el retrato de nuestra ciudad: una ciudadanía renuente a cumplir las normas y un Municipio incapaz de hacerlas cumplir.

(1)Iglesia: Esta tarea le correspondía al Municipio’, Diario Expreso, 11 de enero de 2017. En toda su honestidad, las palabras del curita debieron ser: "solo teníamos que pagar la gasolina, ¿qué chucha la Alcaldía!".
(2) Las consecuencias de la construcción desordenada de Guayaquil: “La estimación de víctimas se calculó por encima de los 22.000 muertos y los 90.000 heridos; se calcularon, además, los daños materiales por encima de los USD 1000 millones y la destrucción generalizada de la zona Centro” (una actualización de esa cifra la coloca en los USD 1500 millones), v. ‘¿Caso fortuito? El terremoto del16 de abril en Guayaquil y la responsabilidad civil’, Xavier Flores Aguirre, 18 de julio de 2016.
(3) Con helicóptero sacarán a estatua Cristo de la Catedral de Guayaquil’, Diario El universo, 30 de diciembre de 2016.
(4) Según el Presidente de la Cámara de Construcción de Guayaquil: “El Municipio, lamentablemente, no teniendo el personal suficiente, no realiza los controles de los procesos constructivos, más allá de al final de la obra establecer si los metros cuadrados que se reportaron son los correctos”, v. ‘¿Periodismo de investigación?’, Xavier Flores Aguirre, 21 de julio de 2016. Sobre la contaminación ambiental, v. '7 horas sin agua en Guayaquil, ¿por qué es culpable el operador?', Xavier Flores Aguirre, 12 de agosto de 2016.

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