Los otros días, Alfonso
“Pocho” Harb publicó un video que se volvió viral, en el que un policía pateaba
en el piso a un delincuente. Lo que hizo “Pocho” Harb fue proponer en Twitter
una especie de “test de Litmus” acerca de la posición de las personas
frente a la delincuencia. En esta versión del test, si una persona cuestionaba
la actuación del policía, era pro-delincuencial. Si estaba a favor de lo que
hizo el chapa, estaba bien, pues entendía que patear en el piso a otro es
“humano, demasiado humano” (?).
El detalle es que este
test de Litmus propuesto por el “Pocho” Harb atacaba directamente a las autoridades de gobierno encargadas de
la seguridad en el país, pues ellas son las obligadas de hacer respetar la ley
y, por supuesto, patear a un detenido es una infracción al procedimiento (por
“muy humano” que parezca), por lo que la acción del policía ameritaba una
sanción. Pero este desgobierno ya está tan demacrado y en el piso como para
que, además, los trolls de la derecha
lo empiecen a etiquetar de pro-delincuencial. (Otrosí: era un flanco fácil para que crezca el discurso penal
populista del PSC).
Frente a este desafío no
tan inocente de “Pocho”, ¿qué es lo que hizo la Romo, ese cromo del progresismo
vuelto mierda por este devastador desgobierno? Pues cuenta la leyenda que
ponerse la capa de “Pochorromo”, un anti-héroe mitad Romo, mitad “Pocho”, de
talante represivo y anti-liberal. En su forma, “Pochorromo” ha perdido su parte
izquierda por un accidente ideológico, pero sus deformaciones de derecha se han
visto fortalecidas con su añadido “Pocho” y ahora actúan con un potente ánimo
represor desde el Ministerio de Gobierno. Dios, que la otra vez miró nomás el
holocausto de Quito y le valió pija (algo así dice nuestro himno), que esta vez
intervenga y nos salve.
Pero Dios no existe, y
Pochorromo tampoco… ¿O sí?
2 comentarios:
Sheht. No habra un Canada a donde mudarse por esta region?
Se llama Uruguay.
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