Nebot, los informales y los perros

29 de junio de 2018


Ahora resulta que la alcaldía de Nebot apoya a los comerciantes informales. En su rueda de prensa de este último miércoles (que sucedió en su radio más mascota de las radios de los miércoles, Radio Sucre) el alcalde anticipó que va “a dar crédito, de entrada, a más de 50.000 vendedores informales de la ciudad de Guayaquil”, pero que no iba a adelantar más detalles porque esto correspondía a la agenda de Julio y realmente lo va a implementar su posible sucesora en la alcaldía, la Ab. Cynthia Viteri.

Socialcristianos: Enhorabuena por entender (con 26 años de retraso) que el garrote no es la única alternativa para los comerciantes informales. Nunca es tarde para enmendar, pero sería de justicia:

a) No mentir: Decir que no es que la alcaldía haya “matado” a los comerciantes informales (Freud Alert!), pero los ha puesto en “37 mercados, en centros comerciales, en plazas de abastos, en kioskos de Guayaquil” es tan mentira, que es hasta contradictorio con el mismo proyecto que se anuncia: los comerciantes informales no están en los mercados ni en todos esos otros sitios, están en las calles, porque si no, ¿cómo así existen 50.000 comerciantes informales que potencialmente tomarían estos créditos? O están en las calles y les interesaría tomarlo, o son los mismos que están en los mercados, que optarían por salir de lo que ahora tienen en el mercado (no debe ser tan bueno, si tal es su deseo) para tomarlo. No hay que hilar muy fino: los comerciantes informales están más en las calles que en los mercados et al (lógica simple: a pesar de los riesgos, es más rentable vender en las calles que en esos lugares) y son víctimas cotidianas (todo guayaco sin mente de burbuja sabe que esto es así) de la violencia institucional del Estado local, encarnado en la Policía Metropolitana.

b) Ser más transparente: Le preguntaron al alcalde Nebot que de dónde vendría el dinero para otorgar estos créditos. Una pregunta que una autoridad responsable habría explicado con detalle (al final del día, son recursos públicos) el alcalde la atajó con esos modos antológicos que le permite su periodismo mascota:

- “¿Y la plata?”
- “La plata, la tenemos”.

Uno pensaría en una repregunta, pero nada más alejado de ello:

- “Por eso se busca blindar el modelo de Guayaquil”.

Es decir, no te responde, pero igual lo aplaudes. Un modélico perro fiel.

Así, si uno reemplazara las voces de los que entrevistan al alcalde Nebot en Radio Sucre por ladridos, sustancialmente, no se perdería nada de nada. Es más, se ganaría en un atributo: en honestidad.

Maradona, un tío díscolo

28 de junio de 2018


Banco a Maradona a morir y para siempre. Ofrezco tan solo dos razones:

1) Maradona no tiene la obligación de ser ejemplo de nada: En realidad, dejaré que de este punto se encargue Dolina vía “Ingrid Hammer”.

2) No soy ingrato: Soy de la generación que creció con el Diego, que amó el Mundial del ’86, que vivió su época y sus goles inolvidables. Nos hizo felices a muchos, como sólo el fútbol (AKA “la recuperación semanal de la infancia”) puede hacerlo, como sólo Maradona (y por estos días, el genio que ocupa su número 10 en la albiceleste) pudo hacerlo. Si no fuiste de esta generación, si no lo viviste en carne propia, no podrás entenderlo.

Así las cosas, el Diego, el Dié, D10S, es para muchos de mi generación, una suerte de tío díscolo. Falopero, putañero, tremendo, canas verdes de la abuela, ruleta rusa, carnaval toda la vida… Muchos no lo querrán por eso, pero este adulto (con el niño que vive en él) que lo ve derrapar, que entiende que el tío ha derrapado, que se nos está yendo, que el tío se ha ido al carajo, no puede participar de este morboso cargamontón contra Maradona: eso es coto exclusivo de los canallas.

Porque de mi parte, como le pasará con millones, nunca dejará de contar con mi mano amiga y estas palabras: “Te voy a querer siempre, Diego”. El niño que vive en mí no abandona a quien lo hizo feliz. Por gratitud, hermosa virtud. Porque así es el fútbol.


Y a los que el Diego, el Dié, D10S, no les gusta, pues sólo les diré, como para no desentonar:

“QUE LA SIGAN CHUPANDO”

Conversación pendiente entre Dahik y Valverde

27 de junio de 2018


Un par de días atrás critiqué en el artículo “País de la fantasía” la fantasía del “correísmo”, promovida por el columnista de El Universo, Pedro Valverde. Para él, el “correísmo” es “El Mal”.

*

Conservo en mis archivos una comunicación de Alberto Dahik dirigida a Alberto Acosta, cuando éste se desempeñaba como Presidente de la Asamblea Nacional Constituyente.

En ese entonces, el “correísmo” era “El Bien”:

“Este deseo de cambio, este deseo de extirpar las mafias políticas que nos han asfixiado, no puede ser rechazado por ningún ecuatoriano. Esa intencionalidad, no puede cuestionarse.

Como parte de ese proceso, veo con esperanza que el Señor Presidente Correa, en un acto de justicia, ha pedido a la Asamblea que estudie y analice amnistías a favor de varios ciudadanos que ejercieron diversas funciones públicas. Al hacer esto, el Sr. Presidente aspira a que la Asamblea Nacional Constituyente contribuya también a la unificación de nuestro país, a cerrar heridas, a producir una reconciliación nacional. Celebro este deseo y esta iniciativa por ser justa y beneficiosa para la patria ecuatoriana.

Mirando hacia atrás Sr. Presidente, hay que recordar que esas mafias políticas fueron claramente denunciadas por mi persona, cuando ejercí la Vicepresidencia de la República entre 1992 y 1995. Mi intención fue precisamente la misma que anima a quienes hoy proponen el cambio. Mi acusación frontal, que me ha producido más de 12 años de injusto exilio, apuntó justamente a combatir y erradicar las mafias, y producir consecuentemente una indispensable reforma política en el Estado. Sin embargo, la politización de la justicia, y el terrible canibalismo político, ambas infames lacras que tiene el Ecuador, pudieron más que mis intenciones.

Tal fue, además, el poder y capacidad de manipulación de estas mafias que ellas llevaron al Ecuador a vivir entre 1995 y 2005 una década inédita de gran inestabilidad política y de gobiernos agobiados por ellas” [Comunicación de Dahik a Acosta, 13 de febrero del 2008].

*

Alberto Dahik y Pedro Valverde deberían sentarse a conversar sobre esas “mafias políticas” que politizaron la justicia y que hicieron gala por años de canibalismo, antes de que Rafael Correa aparezca en escena. Así refrescarán su memoria.

N.B.: Conversar sobre “mafias políticas” incluye conversar largamente sobre el rol del PSC en la política nacional, algo que a Valverde (un bulldog del PSC) no le gustaría.

Un autoritario, ¿fracasado?

26 de junio de 2018


Digamos que me asalta la duda.

Partamos de este hecho: años atrás, cuando publicaba una columna semanal de opinión en diario El Universo, un periodista me escribió para hacerme unos comentarios sobre ella y decirme que una vez entrevistó a Jaime Nebot y que éste, off the record, le había dicho que el régimen que él más admiraba era el chino. Esto, en esencia, porque mantenía un riguroso control de la sociedad combinado con una apertura a los negocios.

Recordé ese comentario mientras miraba un documental de la Deutsche Welle sobre la “Nueva Ruta de la Seda” que está desarrollando China. Entre otras cosas, el documental destaca estos dos puntos: primero, China tiene un pensamiento estratégico que los occidentales, en general, no tenemos, y, segundo, que un gobierno autoritario como el chino puede ejecutar sus planes. Para decirlo de otra manera: un gobierno autoritario como el chino no está sujeto a los vaivenes auto-destructivos de una política democrática con actores fundamentalmente oportunistas, imbéciles o pillos, con todas sus nefastas variantes y combinaciones (AKA “políticos latinoamericanos, casi sin excepción”).

Teniendo esto como antecedente, se puede discutir si de acuerdo con su propio combo para el desarrollo, Nebot ha fracasado. Seguro, logró una primera parte: ha aplicado desde el año 2000 un gobierno autoritario (cada vez más atenuado, valga decirlo). Ha tenido la capacidad para ejecutar su agenda a placer: unos concejales sometidos a su comando, una participación ciudadana de pacotilla, una prensa obsecuente. Obediencia y temor y una verticalidad incuestionable. Pero fracasó en la segunda parte de su combo, en el desarrollo económico y social de la ciudad.

Mejor dicho: lo que lo diferencia de los chinos es que la Alcaldía socialcristiana de Jaime Nebot jamás tuvo pensamiento estratégico. En consecuencia, Guayaquil es una ciudad a la deriva, que ha sido incapaz de implementar una receta para el desarrollo que la convierta en una ciudad próspera e inclusiva, como lo sugiere ONU Hábitat (por la obvia razón de que hacemos exactamente lo contrario de lo que sugiere ONU Hábitat).

La neta: Guayaquil es una variante tropical del Capitalismo de Amigos (“crony capitalism”). En lo principal, su “modelo de desarrollo” es un modelo de negocios funcional a los intereses privados vinculados a la Alcaldía, en los que el concepto de bien común resulta secundario, casi anecdótico.

Esos intereses privados son los que realmente han ganado en los últimos 18 años de gestión de la ciudad y no lo perdamos de vista: eso es lo que desde la Alcaldía se ha querido todo un siempre. Visto así, el autoritarismo de la Alcaldía de Nebot no ha fracasado. Todo lo contrario: ha triunfado. A pesar de la ciudad y en su claro perjuicio.

País de la fantasía

25 de junio de 2018


Hay una fantasía que recorre el Ecuador: la fantasía del “correísmo”. En este relato fantástico, el “correísmo” es el equivalente ecuatoriano del Holocausto*. Antes de él, éramos buenos en este país, después de él (de la mano del PSC) volveremos a serlo. Un exponente de este género fantástico es el columnista de El Universo, Pedro Valverde (Los defensores del correato...”).

Según Valverde, el neologismo “descorreizar” significa “erradicar prácticas autoritarias y corruptas, que lejos de mirar el interés ciudadano estuvieron enfocadas en satisfacer egos y bolsillos, perseguir opositores, alcahuetear a los afines”… como si en el único período de la historia política del Ecuador en el que eso pasó fue el gobierno de Rafael Correa. En realidad, ese es el modus operandi de la política ecuatoriana: así, para cumplir con lo que dice Valverde de “erradicar prácticas autoritarias y corruptas” habría que “desecuatorianizar” la política, porque esas prácticas las había antes de Rafael Correa (podrían usarse como una definición precisa del gobierno de otro presidente autoritario y originario de Guayaquil, León Febres-Cordero) y se las mantiene y mantendrá todavía después de Correa, a no engañarse.

Es más: Valverde, si no fuera el columnista sesgado al PSC que es, podría identificar esas mismas prácticas políticas en el gobierno de la ciudad en la que reside.

* En realidad, no se coman ustedes los amagues: este uso del “correísmo” es apenas una coartada para justificar nuevos abusos.

Una radio de deportes

20 de junio de 2018



Cuando uno abre la página web de radio Diblú, aparece esta imagen digna de una kermesse. Uno juzgaría que la radio está compuesta únicamente por mujeres. Pero no, es apenas una evidencia más del sexismo tan naturalizado en nuestra sociedad.  

Periodismo revanchista

18 de junio de 2018


Es difícil entender este “meme de opinión” como no sea como un ejercicio de “periodismo revanchista”. Es decir, uno que ha nacido con una clara consigna (ser un perro de presa para el “correísmo”) y que, una vez vencido su enemigo, se solaza en su derrota.


Dos cuestionamientos básicos:

1) El periodismo debería tener un norte de respeto a los derechos de todas las personas (así lo dice no menos que la Corte IDH*). Este ejercicio visceral de Andersson Boscán es todo lo contario a este sano propósito. Es más o menos así: “¿Quiénes son los malos? Correa y sus secuaces. ¿Quiénes somos los buenos? Todos los que nos oponemos a Correa y sus secuaces”. Y desde estas premisas surge una cascada de adjetivos y acusaciones que parecen justificar cualquier maltrato o abuso que ahora sufran los “correístas” porque antes ellos lo propiciaron en otros (AKA “revancha”).

Y además… ¿Valentía? Eso ya es nivel roldosista.

2) El enemigo de mi enemigo es mi amigo: por cómo Andersson Boscán lo trata a Jaime Nebot en su nota “Jaime Nebot presenta al nuevo Jaime Nebot”, esta consigna se cumple en su caso. Este mismo implacable censor del gobierno de Correa es una mansa palomita frente a la administración del Alcalde Nebot, al que llama “el refurbished”. Se permite, incluso, alguna más para la risa. Escribe Boscán:

“[Nebot hace su discurso] con la soltura que una administración probada concede. Después de todo a Nebot se lo critica por muchos costados: ninguno por incompetencia”.

Ese “ninguno” es porque nadie en el periodismo nacional se anima a hacerlo. Pues hay de sobra elementos para considerarlo un “incompetente”: la ineficacia en controlar la contaminación ambiental y la construcción de las edificaciones en la urbe, el evidente atraso en la implementación de la Metrovía (apenas 3 de las 7 troncales planificadas se han construido), la desigualdad estructural en la prestación de los servicios de agua potable, alcantarillado y recolección de desechos sólidos, la ausencia de espacios públicos y áreas verdes, la vulnerabilidad de la ciudad a los riesgos de terremotos e inundaciones… Guayaquil es una ciudad con notorias muestras de “incompetencia” que el periodismo mediocre de Guayaquil (y del país) han esquivado casi siempre.**

Por lo pronto: En el “periodismo revanchista” están demasiado ocupados en buscar las descalificaciones a todo lo que puede asociarse con el término “correísmo”, como para ponerse a realizar una investigación seria, honesta y profunda sobre lo que ha significado la administración de Jaime Nebot en Guayaquil.

Porque esa investigación sí sería respetuosa de los principios básicos del periodismo, ¿no?

* La opinión de la Corte IDH: “En su jurisprudencia la Corte ha establecido que los medios de comunicación social juegan un rol esencial como vehículos para el ejercicio de la dimensión social de la libertad de expresión en una sociedad democrática, razón por la cual es indispensable que recojan las más diversas informaciones y opiniones. Los referidos medios, como instrumentos esenciales de la libertad de pensamiento y de expresión, deben ejercer con responsabilidad la función social que desarrollan. Dada la importancia de la libertad de expresión en una sociedad democrática y la elevada responsabilidad que ello entraña para quienes ejercen profesionalmente labores de comunicación social […] la equidad debe regir el flujo informativo”, v. Caso Fontevecchia y D’Amico vs. Argentina, Sentencia de 29 de noviembre de 2011 (Fondo, Reparaciones y Costas), Serie C No 238, Párr. 44-45.
** Sobre las “incompetencias” de la administración de Nebot en Guayaquil puede leerse mucho en este enlace a las publicaciones de mi blog archivadas bajo la etiqueta “Modelo empresarial de desarrollo”.

Fidel Jaramillo (Naipe Centralista)


“Tecnócrata internacional altamente peligroso” JAJAJAJAJAJAJA


Corrupción

17 de junio de 2018


Para un ecuatoriano, creo yo como uno de la tribu, mirar el partido de Perú en el Mundial de Rusia es pensar también que la selección del Ecuador pudo estar allí. Cuando terminó la cuarta fecha de las Eliminatorias Sudamericanas, la diferencia de puntos entre Ecuador y Perú era de nueve. Ecuador había ganado todo (incluso a Argentina en Buenos Aires), Perú apenas contaba tres puntos.

Después de esas cuatro fechas, la selección del Ecuador se fue al carajo. En los restantes catorce partidos, acumuló menos puntos que en esas cuatro primeras fechas: apenas ocho. Perdió los últimos seis partidos y pasó del tope de la tabla a su fondo, en compañía de Bolivia y Venezuela.

¿Qué pasó entre esas primeras cuatro fechas y las catorce siguientes? La intervención de la Justicia de los Estados Unidos: el caso FIFAGATE, a raíz del cual se redujo a prisión al presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, Luis Chiriboga, sentenciado por lavado de activos.

Es decir, la selección de nuestro país estuvo aceitada y fina mientras presidió la Federación de Fútbol un pillo probado. Cuando orillado por las circunstancias fue obligado a dimitir Chiriboga, a partir de la quinta fecha asumió un reemplazo que no satisfizo las expectativas de los seleccionados, se armó la trinca, se pudrió todo.

Cuando no existía Correa (ahora, el chivo expiatorio de moda), el expresidente Osvaldo Hurtado decía que “el problema de la deshonestidad, el problema de la carencia de ética, el problema de la corrupción, son problemas de los que formamos parte directa o indirectamente todos los ecuatorianos”*. La cruel paradoja de una selección de fútbol que funcionaba mejor cuando la corrupción campeaba en su Federación, parece probarlo en lo cierto.

* Osvaldo Hurtado, ‘Una Constitución para el futuro’, Fundación Ecuatoriana de Estudios Sociales, Quito, 1998, p. 215.

Conducir por la izquierda

15 de junio de 2018


Soy un firme convencido de que el cumplimiento generalizado de dos simples reglas cambiarían de manera radical la circulación de los vehículos a motor en Guayaquil:

Regla # 1: Toma un carril y mantente en él.
Regla # 2: Si tomas el carril izquierdo, vas rápido.

Hoy salí temprano de mi casa para ver el primer partido de este día de Mundial que empezaba a las 7 am. Subía en mi carro por Avenida del Ejército, por el carril izquierdo. Sobre ese mismo carril rodaba una moto, e iba lento. Le pité. Obvio, fue un esfuerzo inútil. Le pité una vez más, y recién allí el de la moto encendió una direccional. Iba a virar a la izquierda en Alejo Lascano, como también iba a hacerlo yo.

Viramos. Nos detuvimos uno al lado del otro en la luz roja de la intersección de Lascano y Mascote. Yo estaba del lado izquierdo, él a mi derecha. El tipo tenía un casco que le cubría la boca y yo tenía mi ventana del pasajero cerrada, por lo que cuando empezó a increparme no le entendí ni verga, pero era obvio que el motoquero ensayaba un reclamo por haberle pitado dos veces.

Bajé la ventana del pasajero. Le empecé a hablar en un tono suficientemente alto como para que no se pierda ni una de mis palabras: “La izquierda es para ir rápido, si vas por la izquierda, debes ir rápido”. Acompañaba mis dichos con gestos visibles y aspaventosos: con la mano derecha hacía las señas correspondientes a “rapidez” y con la mano izquierda señalaba el carril izquierdo. Estaba consciente, por el tono y los gestos, de que lo estaba tratando como a un perfecto subnormal, pero es que en el fondo sospechaba que de eso se trataba este combo de hombre y moto. 

Yo supongo que él quiso decirme que iba lento por la izquierda porque pensaba virar a la izquierda, pero eso era una estupidez, porque este pelmazo motorizado ya iba lento dos cuadras antes de la intersección en la cual iba a hacer eso. De todas maneras, no me enteré jamás: mi voz y su propio casco corcharon todo intento de expresión de su parte. “No te escucho, pana”, le dije, “tu casco no te deja hablar. Lo importante es: Izquierda, Rápido. Izquierda, Rápido. Apréndelo”.

Mi monólogo fue interrumpido porque giré por Mascote, mientras él continuó de largo por Lascano. Eran las 7:05. El partido iba 0 a 0*.

* Partido entre Uruguay y Egipto, que ganó Uruguay por 1 a 0 con un clásico trinomio yorugua: córner, cabezazo y gol de último minuto.

Los testigos de Jehová y el ateo

14 de junio de 2018


Salí de mi casa para ir a ver el primer partido del Mundial de Fútbol que empezó esta mañana. Cuando me iba a subir al carro, me interceptan un par de testigos de Jehová para hablarme de Dios. No me puedo imaginar un peor momento para ser interceptado por unos testigos de Jehová. Neta.

Aún así, acopié paciencia por unos segundos para escuchar un fragmento de su letanía. Apenas una aspiración admitió una interrupción no grosera, intervine para precisar que mucho se los agradecía, pero que era ateo. “Rigurosamente ateo”, remarqué. “Creo que cuando morimos es como irse a dormir, pero de una manera definitiva. Solo quedan nuestros recuerdos en la memoria de los otros”.

Se quedaron extrañados, creo que por no muy acostumbrados a escuchar respuestas así. Uno, para defender a Dios, me empezó a hablar de que existen cosas que no vemos, como la ley de la gravedad. Lo atajé: “Pero el atributo de invisibilidad no supone el de omnipotencia. Además, esa omnipotencia de Dios es sospechosa. Porque, ¿por qué Dios no ayuda a los amputados? Si es todopoderoso, ¿qué le cuesta hacer crecer una mano o una pierna? ¿O ustedes conocen algún caso en que Dios haya obrado así?”

Ambos negaron con la cabeza. Uno (siempre el mismo) me dijo que otro cuestionamiento a Dios era porqué siendo tan poderoso permitía que haya maldad en el mundo. Coincidí, no podía menos. Me preguntó entonces que cómo así era ateo. Le dije que por dudas como éstas, sobre la ineficacia de la omnipotencia de un ser invisible, que me empezaron a hacer dudar en mi adolescencia. Coincidimos en que el que ellos tengan una religión y yo ninguna no debe ser obstáculo para el respeto mutuo: todo lo contrario, debía ser “una celebración de la diversidad”.

Me excusé de seguir la conversación: el partido empezaba en minutos. Intercambiamos nombres, nos dimos un apretón de manos y quedamos para conversar en (una improbable) otra ocasión, lo que no pensé jamás que diría después de un encuentro con unos testigos de Jehová, mucho menos a minutos de jugarse el primer partido de un Mundial de Fútbol*. Dios, dirán ellos, “trabaja de maneras misteriosas”. Meh.

* Ganó Rusia 5 a 0 a un equipo de Arabia Saudita que parecía la Capira, por color y calidad.

Pampita explica la legalización del aborto

13 de junio de 2018


La legalización del aborto se discute este día en el Congreso de la Argentina.

De todo lo que he leído o escuchado sobre esta ley para legalizar el aborto en la Argentina, me ha gustado más la evolución de Carolina Ardohaín, modelo, pampeana y razonante, más conocida por el mote de “Pampita”. Provinciana y católica, todo su vida se opuso al aborto, pues así lo disponía la Iglesia a la que ella pertenecía y pertenece.

Pero los otros días formuló este tren de ideas, honesto y valiente, que he dividido en cuatro partes:

1) Postura personal: Pampita cuenta su postura personal, común a la del resto de la grey católica: “Soy católica, siempre estuve en contra del aborto, nunca fue una opción para mí, ni lo es”.

2) Irrelevancia de la postura personal: Pampita entiende la irrelevancia de su postura personal: “Las creencias personales, en este tema, hay que dejarlas de lado”.

3) Salud pública: Pampita explica la razón de porqué es necesario dejar de lado las creencias personales: “Creo que es realmente un tema de salud pública. Cuando ves las cifras, cuando ves la cantidad de mujeres que mueren, que no tienen la posibilidad de elegir, me hizo cambiar mi postura, hoy estoy a favor de la despenalización del aborto, a pesar de que no es opción para mí [… este tema hay que ] tratarlo con la seriedad que merece. No es, ‘ah, bueno, no quiero tener un hijo, aborto’, no es eso. Es: Anti-concepción para no abortar y aborto legal para no morir”.

4) Baño de realidad: Cuando la reconvienen con el argumento de que con el aborto “mueren vidas”, Pampita da un baño de realidad que debería limpiarnos de ombliguismo: “También hay mujeres que mueren. Y el aborto existe. Y aunque no exista una ley que lo legalice, va a seguir existiendo”.

*

En realidad, este de Pampita es un razonamiento similar al que tuvo el Presidente francés Valéry Giscard d’Estaign, cuando en sus memorias recordó los debates para la aprobación de la legalización del aborto en Francia, durante los años setenta:

“Yo soy católico, le dije [al papa Juan Pablo II, durante una entrevista realizada en El Vaticano], pero soy presidente de la República de un Estado laico. No puedo imponer mis convicciones personales a mis ciudadanos [...] lo que tengo que hacer es velar porque la ley se corresponda con el estado real de la sociedad francesa, para que pueda ser respetada y aplicada. Comprendo, desde luego, el punto de vista de la Iglesia católica y, como cristiano, lo comparto. Juzgo legítimo que la Iglesia católica pida a aquéllos que practican su fe que respeten ciertas prohibiciones. Pero no es la ley civil la que puede imponerlas con sanciones penales, al conjunto del cuerpo social”. Y añadía: “Como católico estoy en contra del aborto; como presidente de los franceses considero necesaria su despenalización” (leo esto y pienso: cuánto de Giscard d’Estaign hizo falta en Correa. Mejor dicho: cuánto de Estadista hizo falta en Correa).

La legalización del aborto se aprobó en Francia el 20 de diciembre de 1974 y fue publicada en el Journal Offiiciel el 16 de enero de 1975.

*

Pero no hay que hacer como Rafael Correa, hay que hacerlo mejor (ese es el chiste de superarlo a Correa, ¿no?). Hagan como hizo Pampita, hagan como Valéry Giscard d’Estaign: pensar como un Estadista está al alcance de la mano.

La caída de Rodas

12 de junio de 2018


Detrás del ascenso de Rodas hay un nombre: Jaime Durán Barba, el consultor político. Durán es un tipo con dos atributos: ser eficaz en su trabajo y ser un hijo de puta. Esta combinación ha resultado letal para la pobre Quito, porque su consecuencia fue tenerlo a Rodas por Alcalde de esa ciudad.

Durán no es literalmente un “hijo de puta”, por supuesto: únicamente es tal por las consecuencias sin responsabilidad de su oficio. Como consultor político, Durán fue eficaz en su asesoría para la campaña de Rodas, lo que significa que fue eficaz al momento de manipular las emociones de la población quiteña a fin de hacerla pensar que este Bobo Alegre podía ser un Alcalde a la medida de una ciudad tan compleja como Quito. Durán dejó la cagada hecha y se largó. Un auténtico hijoputa (por derecho propio).

El truco de Durán fue pasmosamente sencillo: mucho Quito votó en contra del candidato del oficialismo y el rebote de este sentimiento de rechazo fue la principal razón para favorecerlo a Rodas. Por supuesto, rechazar a X no quiere decir de ninguna manera que Y sea bueno, lo que Cabeza de Canguil Dulce ha comprobado hasta la saciedad durante sus casi 5 años de gestión, que han sido, sustancialmente, un desastre.

Esta mañana Rodas anunció que no se lanzará a la re-elección como Alcalde, que no lo hará por su familia blablá. Pero es obvio: su momentum ya pasó, ya muy pocos se dejarían embaucar por este pelmazo de cabello acanguilado.

Uno más para el club de cadáveres políticos (cuyo Presidente es Maruri).

Acta de lunes lluvioso

10 de junio de 2018


En la mañana del lunes 9 de Octubre de 1820, en Guayaquil se convocó a un cabildo abierto para la firma del Acta de la Independencia del Reino de España. A diferencia de los documentos de otros territorios sudamericanos, en los que se justificó con mucha lírica el rompimiento con los godos, el acta de independencia de Guayaquil fue prosaica, carente de emotividad.

El acta que se levantó ese lunes 9 de Octubre de 1820 reconoció el hecho de la independencia (“habiéndose declarado la independencia por el voto general del pueblo…”) y dispuso que se proceda a organizar la ciudad en función de este hecho (“debiendo tomar en consecuencia, todas las medidas que conciernan al orden político…”). Después de esto se designaron autoridades y al final constan las firmas de los catorce cabildantes, todos hombres, todos blancos y descendientes de las familias españolas asentadas en la ciudad. De esta manera llegó la República a estos pagos (a lo que sería, con el correr de los años, el Ecuador), sin siquiera cambiar a las autoridades que ejercían en 1820 los cargos de la administración pública por nominación de las autoridades españolas, pues todos ellos (salvo por el caso de Bernardo de Alzúa) fueron ratificados por el nuevo gobierno republicano, como consta en el acta.

El acta del 9 de Octubre es un acta desprovista de lírica, expeditiva, burocrática. Un acta indigna de heroísmo, más propia de un lunes de lluvia.

Diálogo cannábico entre Mahuad y Hurtado

9 de junio de 2018


I. Seguridad

- “Mind if I do a J?

La pregunta de Jamil era retórica. Nadie le discute su capacidad para armar los porros: es la tecnología alemana hecha manualidades. “Mi lado Witt”, decía a veces, “a J is for Jamil”, decía en otras. Esta vez usó un blunt sabor babana split y extra-large, el muy goloso. Además, era retórica porque Hurtado no entiende inglés.

- “Si tu habilidad para introducir la marihuana en un receptáculo para su consumo hubiera sido equivalente a tu capacidad para gobernar el país”, apuntó un Osvaldo Hurtado a quien le estaba empezando a patear un happy brownie que se había comido de postre al almuerzo, “este país sería distinto”.
- “Pero si yo habría salvado al país, no hubiera podido ser nunca de la DP, pues Osvaldito. Una cosa es incompatible con la otra. Simplemente no fuimos ese partido.”
- “¿Qué dices, ve?”
- “Te digo que una tarde de lluvia en Harvard, ni me preguntes cómo, terminé viendo The Big Lebowski. Y no sé cómo explicarlo, pero simplemente la película caló en mí a un punto que… it really tied the room together, ¿cachas? A partir de entonces, veo mi paso por la DP de una manera distinta, no como datos, justificaciones o argumentos, pero como una cuestión de sensibilidades. Es decir, siento (acentuó esta palabra) que si prometimos gobernar a favor de la gente, le fallamos de manera horrible.”*
- … [Osvaldo estaba en un unicornio. Brownie kicked in]
- “¡Osvaldo!”
- “¿Ah?” [Osvaldo se descolgó gentilmente de su unicornio]
- “¿Cómo llegaste a la marihuana?”
- “Una vez, por error, me comí un happy brownie en una primera comunión y dije: ‘se me quitó lo idiota, ¿qué pasó?’. Ahí supe: ‘Estuviste drogado’, me dijeron, ‘y muy feliz’. Desde entonces tengo afición por los happy brownies. Porque, bueno, cumplen lo que prometen. Dicen happy y te ponen happy.
- “Entonces nosotros como partido fuimos menos que un happy brownie.”
- “Objetivamente hablando, si la DP fue una droga, fuimos un Valium.”

Hurtado esperó haber sido gracioso. Pero ni drogado le pasó.

- “En materia de drogas, Osvaldito”, lo reconvino Mahuad, “más que un Valium, fuimos activos represores. Durante mi gobierno estaba en vigor la represiva Ley 108, que metió a decenas de miles de personas a la cárcel con graves violaciones a su derecho al debido proceso y un abuso sistemático de la prisión preventiva.”
- “Lo recuerdo. Esa ley fue adoptada durante el gobierno de Borja, en 1990. Desde ahí se dispararon todos los abusos, judiciales y policiales.”
- “El problema real eran los incentivos para cometer esos abusos. Con el paso del tiempo, se convirtió en beneficioso para los cuerpos de seguridad y de justicia la captura de un mayor número de personas por temas de drogas. El Estado llegó incluso a firmar un convenio con los Estados Unidos para financiar a la Policía Nacional, a condición de que se incremente el número de personas detenidas y la cantidad de droga incautada. Así, el incentivo ya no era hacer justicia, era sumar presos. Esto, lógicamente, terminó por provocar la perversión del sistema y el hacinamiento en las cárceles, pero ninguna solución real, porque los que ganaron, ganan y siempre ganarán en estos sistemas represivos son los que comercian las drogas en el mercado negro, pues la prohibición eleva de una manera artificial los precios. Este sistema termina por perjudicar a los débiles que no pueden enfrentar este sistema represivo y por beneficiar a los poderosos en las sombras, que pueden corromper el sistema a su favor. Todo este desastre, lleno de violencia y de corrupción, auspiciado a nombre de la seguridad.”
- “Y esos abusos en nombre de la seguridad hoy le cuestan al Estado millones de dólares en sentencias condenatorias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.”.
- “A mí, Osvaldo, realmente me produce más angustia la situación de los presos. Es escalofriante la cantidad de gente que durante tu gobierno y el mío estuvieron en la cárcel por años, por tener en sus manos menos de la mitad de la marihuana que yo me he fumado esta tarde escuchando el Mediterráneo de Serrat.”
- “Chucha. Piensa, Jamil: ¿Cómo una estrategia de comunicación puede cambiar las ideas de una sociedad sobre la marihuana?”
- “¿Te lo digo en una palabra?”
- “Dale.”
- “Pérate…”

Mahuad se aplicó unos segundos a concluir el porro y hacerle unos retoques. El resultado, magnífico, calificaba para artesanía cannábica.

- “Ahora sí”, dijo Mahuad, sosteniendo el magnífico porro entre los dedos de su mano derecha. “Esa palabra es: Seguridad.”
- “Pero si en nombre de…”
- “Por seguridad”, interrumpió Mahuad a Hurtado, “se debe debatir un marco legal que favorezca un negocio, en vez de estigmatizar a sus clientes, a partir de hacer notar que este negocio es lucrativo, que aquí hay billete en serio. Esto no es ciencia ficción, Osvaldito, hay modelos exitosos. En Colorado, el primer estado de los Estados Unidos en legalizar el consumo recreativo de la marihuana, es decir, en darle seguridad jurídica a su tráfico y a su consumo, la medida ha sido exitosa en términos económicos y sociales. El resultado en cuatro años de experiencia de legalizar la marihuana en Colorado es un mercado de 4.5 mil millones de dólares que genera más de 200 millones anuales en impuestos y la creación de miles de nuevos empleos. Además, en Colorado, el consumo de marihuana ha disminuido en los adolescentes.”
- “Asombroso.”
- “Más asombroso aún: ¿Sabes cuál fue la clave de la campaña para llegar a legalizar la marihuana en Colorado, Oswaldo? Por increíble que te parezca, promocionar que la marihuana es una sustancia más segura que el alcohol. Marijuana is safer. ¿Puedes creerlo? Ganaron apelando a la seguridad. No apelaron a la libertad de drogarse, apelaron a la seguridad. Y tenían razón, porque la marihuana es mucho más segura: está demostrado que la marihuana es 114 veces menos peligrosa que el alcohol. Ahora tú y yo sabemos eso por experiencia, que lo peor que nos puede pasar es una siesta demasiado larga. Pero el alcohol sí que te pone muy bruto. ¿Te acuerdas de esa vez que tomamos 101 botellas de Zhumir en una Convención de la DP en Pimampiro?”
- “Lo recuerdo. Se rompieron como cuatro vajillas, hubo veintidós contusos y siete carros estrellados contra el portal, incluido un Trooper que luego terminó en la piscina. El pelado Rivera vomitó en cuatro maceteros y un mesero. La delegación de Cotopaxi usó de orinal a un representante de El Oro. La cosa se descontroló.”
- “Fue un desastre. Realmente el consumo de alcohol sí es un problema social y de salud en todas partes, no se diga en este país. Pero por otra parte, la legalización de la marihuana en Colorado, ahora en California, que por sí misma es una economía más grande que todo el Reino Unido, en nuestro sudamericano Uruguay, es evidencia de que esto es una tendencia que crece y que es irreversible. Lo que se necesita es que cambiemos de chip mental, con información y debate, para entender que la prohibición de la marihuana es un costo muy alto a pagar por no obtener nada a cambio, como no sea violencia, miedo e inseguridad, así como para entender que su legalización es una gran oportunidad para construir una sociedad más segura y más productiva, menos prejuiciada y más creativa. Y es la propia sociedad, los que defendemos el libre mercado y los emprendedores, los que debemos exigir este cambio en el enfoque de la seguridad y pasar de una seguridad represiva e ineficaz, a una seguridad jurídica para el emprendimiento y el consumo, e incluso a una mayor seguridad asociada al menor consumo de alcohol reemplazado por otra sustancia recreativa, menos dañina. Mucho menos dañina.”
- “Puta, brillante.”
- “People forget the brain is the biggest erogenous zone.”
- “¿Qué?”
- “Jackie Treehorn.”
- “¡Ah!”

Obviamente, Hurtado no tenía idea de quién era Jackie Treehorn.

- “¿Qué piensas, Osvaldito? ¿Crees que una estrategia así funcionaría?”.
- “Creo que apunta a un objetivo idóneo para abrir una conversación en una sociedad conservadora como la nuestra: la seguridad. Es en nombre de la seguridad que cometimos tantos errores en el pasado, es por la seguridad por la que debemos enmendar las políticas sobre la marihuana de cara al futuro. Por la seguridad de emprender, de cuidar de uno, de consumir en libertad. Porque si seguimos insistiendo en políticas represivas, costosas e inútiles, que únicamente han fracasado, ¿qué chucha, somos masoquistas? Es un buen momento para pensar por fuera de la caja… creo que tus argumentos me hubieran persuadido aunque yo no hubiera consumido jamás marihuana. Porque… es de puro sentido común, ¿no? Pero claro, eso es fácil decirlo ahora que estoy drogado… ¿Y?”

Este último “¿Y?” incluía un gesto con la jeta que aludía a la pieza de artesanía cannábica que Mahuad ostentaba en su mano derecha.

- “Es de banana split”, dijo orgulloso.
- “Solo una caladita, que más temprano me comí un brownie.”

Osvaldo Hurtado aspiró como si de menospreciar a Correa se tratara, y casi se rompe los pulmones.

- “Solo una caladita, qué hijopu…”, y se desató un torrente de risas entre ambos. Mahuad había fumado la tarde escuchando a Serrat y a Hurtado le pegó ahora sí el brownie como un zurdazo de Jimmy Izquierdo. Cualquiera que haya estado en circunstancias como esas (a mí me pasó una vez en el Bolocentro), sabe que uno simplemente no para de reírse hasta el dolor de panza, y que sigue.

Y así estaban, agarrándose las barrigas, partidos de la risa, los dos presidentes que la DP le dio al Ecuador.

*

P.S.- Esta versión alternativa de la DP drogada me gusta 795.684 veces más que su versión original. Que es, tristemente, la verdadera.

* Sobre The Big Lebowski y el sentido zen de la vida, v. ‘The Dude and the Zen Master’. Los enlaces asociados a las palabras del expresidente Mahuad constantes en este escrito conducen a elementos para sostener (a efectos de que este sea informado y razonable) un debate acerca de la legalización del uso recreativo de una… planta.