Hace diez exactos años,
escribí el artículo ¿Libertarios?, publicado en diario El Universo.
En ese artículo del 2007 preguntaba
si los libertarios estarían a la altura de defender “los ideales de la libertad
hasta sus últimas y radicales (no económicas) consecuencias”. Diez años
después, han demostrado que no. Como lo decía Jorge Hannibal Zavala, a quien
cité en ese artículo, “son un movimiento de derecha neoliberal para los cuales
la libertad individual es sagrada excepto contra la opinión de la Conferencia
Episcopal, en nada diferentes del PSC, por ejemplo y deberían tener el valor de
admitirlo” (1).
Pero es incluso peor: los “libertarios” son tan turros en el Ecuador que ni siquiera pueden hacer la
defensa de la vertiente económica de su doctrina. El terremoto del 16 de abril de
2016 era una oportunidad de oro para ello.
En Manabí, a raíz del
terremoto, algunos comerciantes intentaron aprovecharse de la situación y
elevar los precios de venta de sus productos. Varias personas protestaron de manera
airada contra ellos en las redes sociales. Jamás vi a ningún “libertario” salir
en defensa de la libertad de esos comerciantes manabitas de vender su producto
al precio que fije el mercado.
El libro de Michael J.
Sandel Justice. What’s the right thing to
do? empieza con un caso análogo (la elevación de los precios tras los
efectos del huracán Charley en la Florida) para discutir sobre la justicia (2). Para un libertario, es simple: es
un tema de libertades. A un libertario no le cabría ninguna duda: “Ni verga,
ese man es libre de vender sus
productos como mejor le aproveche”. Esto es así, porque la doctrina libertaria
funciona a plenitud en la medida en que tritura empatías.
Pero en lo que atiende a
los “libertarios” en el Ecuador: un libertario (AKA “Don Verga”) aquí,
por lo general, es un tipo inconsistente en la esfera pública con las ideas económicas
y morales que dice defender.
Ser “libertario”, en
Ecuador, es abusar de una etiqueta.
(1)
‘¿Libertarios?’. Una vez anunciaron en las elecciones del 2013 un primer “candidato
libertario”. De primeras, le preguntaron por el aborto y el “libertario” en
cuestión se declaró en contra (¡?).
Sería libertario, tiro: “Soy libertario, en todo lo que no ofenda a la Madre
Dolorosa”.
(2) Sandel,
Michael J., ‘Justice. What’s the right
thing to do?, Farrar, Straus and Giroux, New York, 2009, pp. 3-5. Una
aproximación a las ideas de Michael Sandel sobre moral y mercados en ‘Market and morals’.
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