Una rareza: Bonil criticó
a la administración de la Alcaldía de Guayaquil. Hoy, miércoles 12 de junio de
2019, Bonil dibujó a este muñeco de Monopolio (en clara alusión a la
codicia) en plan de querer esquilmar a unos niños.
Fuente |
Primera reflexión: Bien, Bonil. Finalmente, sales del clóset.
Segunda reflexión: Es llamativo que esta crítica de Bonil a la
gestión de la Alcaldía de Guayaquil (primera en mucho, mucho tiempo) se la haga
una vez que se ha ido Jaime Nebot. Contribuye a reforzar la idea de que el
cambio de autoridad en Guayaquil provoca fisuras en el casi unánime “con$en$o” que
cultivó el régimen anterior.
Tercera reflexión: Es curioso que Bonil ponga de fuente al otro
diario de Guayaquil. Es como decir que él ha necesitado acudir a esa otra
fuente para informarse y criticar lo que está pasando en la ciudad (o como
implícitamente admitir: “Este diario es una perra de la Alcaldía. Aquí no
leerán nada en su contra, salvo esta licencia de artista”).
Cuarta reflexión: La Aerovía se la ofreció como promesa de campaña
en el 2014, pero tardamos todo el quinquenio del último período de Nebot
(2014-2019) y el inicio de la administración actual para empezar a discutir su
opaco modelo de negocios, aunque este modelo no resulta ninguna novedad en la
forma de administración de la ciudad. Y aunque incluso (como acertadamente lo
señala Bonil) hasta unos niños se darían cuenta de que ese modelo es un timo,
el Alcalde anterior usó y abusó de ese modelo sin rubor ni contención y, lo que
es peor aún, casi sin crítica ni oposición, por 18 años y pico. Y es recién
ahora, que ese adefesio aéreo está por operar, que tenemos dos artículos
críticos y una caricatura de Bonil. Más lentos que una tortuga parapléjica y
con tacos.
Quinta reflexión: Aunque la reflexión anterior es lo que es, si así
empieza a llover, que no escampe jamás. Lo que más necesita Guayaquil es
ponerse a pensar sobre lo que se ha hecho con ella (porque muchas, demasiadas
cosas, se las ha hecho muy mal) y las que se van a hacer para corregir esto que
se ha hecho mal. Para este propósito necesitaremos a Moncada y a Bonil, a diario
Expreso y a diario El Universo, a las autoridades municipales y a la Academia, y
en fin, a todos los que quieran sumar esfuerzos para componer una ciudad mal
hecha, rumbo a inundarse.
Por lo demás, es esta una
gran caricatura de Bonil, salvo porque al pequeño Nebot a la derecha le falta
un globo que diga: “Yo de esto llevaré tajada”. Allí estaba completa.
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