Olmedo postrero

10 de marzo de 2023

            Publicado en diario Expreso el viernes 10 de marzo de 2023.

Antes de que exista el Estado del Ecuador, el guayaquileño José Joaquín de Olmedo había sido diputado constitucional en España en 1811-1812, en Perú en 1823, y en Guayaquil. En este último territorio, cuando se independizó de España en octubre de 1820, él fue su primer jefe civil de gobierno y (salvo por un breve paréntesis) gobernó el territorio como su máxima autoridad hasta que el militar venezolano Simón Bolívar, manu militari, sometió a Guayaquil al régimen colombiano en julio de 1822. 

Mientras gobernaba Guayaquil, el 18 de octubre de 1821, el líder civil Olmedo le escribió al militar venezolano Antonio José de Sucre, quien había sido el enviado por Simón Bolívar para lograr la independencia de los territorios del Sur de Colombia todavía sujetos a España: “Mis males crecen cada día, y ya necesito no sólo de reposo, sino de inacción por algunos meses para restablecerme. (…) Yo no he nacido para este puesto: el retiro, la soledad y la comunicación con las musas eran convenientes a mi genio y carácter; mandar, regir, moderar un pueblo y en revolución no es para mis fuerzas intelectuales y físicas”.

En 1830 y en Riobamba, Olmedo volvió a participar en una Asamblea que creó una Constitución. Olmedo fue diputado, parte de la comisión de redacción y Vicepresidente de esta Asamblea, que creó el Estado del Ecuador (Estado que, torpe e ilusoriamente, se quería confederado en la República de Colombia). En esta Asamblea, a Olmedo lo eligieron Vicepresidente del Estado. En 1831, Olmedo renunció a ese cargo. 

El desenlace de la batalla de Miñarica en enero de 1835 lo conminó a Olmedo a la poesía (con la composición de la “Oda a Miñarica” en homenaje al militar venezolano Juan José Flores) y a participar en una Asamblea que creó una Constitución, esta vez en Ambato. Olmedo fue designado Presidente de esta Asamblea. Ella redactó la Constitución que creó la República del Ecuador (ya sin la torpeza de pensarse como parte de una ilusoria República de Colombia) y nombró como primer Presidente de la naciente República al guayaquileño Vicente Rocafuerte.

En marzo de 1845, una revolución que se gestó en Guayaquil lo tuvo a Olmedo como triunviro de un gobierno provisional, que gobernó el Ecuador en conflicto con el Presidente Juan José Flores hasta que se concretó la salida de Flores del país, en junio de ese año. Este triunvirato gobernó hasta la entrega del poder en diciembre de 1845 a una Asamblea reunida en Cuenca. 

Olmedo fue entonces, por última vez, diputado a una Asamblea que creó una Constitución. Para esta época, José Joaquín de Olmedo estaba desencantado de la política ecuatoriana, pues se preguntaba con desdén en carta dirigida a un pariente: “¿Qué significarán estos nombres, patria, libertad, derechos del pueblo, convención, etc.?”.

Y unos días antes de morir, en carta del 31 de enero de 1847 dirigida a Andrés Bello, Olmedo le manifestó una crítica acerba sobre Simón Bolívar, quien había ocupado Guayaquil en 1822. De Bolívar, él dijo, “nos libró del yugo español, y nos dejó todos los desastres de las revoluciones”.

En esos días postreros debió pensar Olmedo que el joven Ecuador ejemplarizaba todos esos desastres. Murió casi enseguida, el 19 de febrero.  

4 comentarios:

Carl dijo...

200 años de lo mismo. Un error creer que gente que se beneficia del statu quo quiera cambiar la dirección en la que va este platanal con bandera.

Carlos dijo...

Pregunta final ¿Hay acaso alguna obra de historia que valga la pena leer?

Algo lejos del revisionismo PSC y sobre todo, ajeno a los herederos de cura González y de amantes del mito del buen salvaje?

Algo hay?

Xavier dijo...

Carlos, sobre Guayaquil, te recomiendo la lectura de las obras de Julio Estrada Ycaza, un tipo bien documentado y riguroso. Y como obras críticas de la gestión socialcristiana, al X. Andrade. En el caso del Ecuador es más complejo, creo que los mejores análisis se han hecho por extranjeros o por ecuatorianos en el exterior. Como un ejemplo de los primeros, las obras de Federica Morelli, y como ejemplo de los segundos, las obras de Jaime O. Rodríguez. Ojalá te sean útiles estas pocas indicaciones.

Carlos dijo...

Muy amable, gracias por la respuesta. Vivo en el extranjero y se me dificulta conseguirlos esos volúmenes, pero en Diciembre iré a exponer mi vida a Guayaquil.